La Comisión de clubes de Segunda B decidirá el próximo martes 7 de julio la composición de los cuatro grupos para la temporada 2015-2016, Ésa es la fecha, según se desprende de la entrevista concedida a www.rfef.com por su presidente, Marcelino Maté, en la que su Comité Ejecutivo valorará y decidirá de entre las diferentes propuestas que le han venido llegando de las diferentes federaciones territoriales, para después ser ratificada en la asamblea de la RFEF que tendrá lugar una semana más tarde.

Un asunto decisivo en la planificación de los 80 clubes implicados, entre ellos los nueve que representarán a Euskadi, que, a pesar de la marcha del Bilbao Athletic a la Liga Adelante, ganará dos representantes con el ascenso en los playoffs de Arenas de Getxo, Portugalete y Gernika. Estos tres nuevos equipos, junto a Amorebieta, Barakaldo, Leioa, Real Sociedad B, Real Unión y Sestao River aguardan con inquietud una distribución que le sea menos perjudicial que la de los dos últimos años, en los que se vieron encuadrados en el grupo segundo junto a madrileños, castellano-manchegos y canarios como novedosos compañeros de viaje.

Y es que, a los diferentes intereses económicos y deportivos de cada territorio, se unen los cambios que sufre la configuración global de la categoría cada año, con un sistema de ascensos y descensos que hace imposible prever la cantidad de equipos que participan de cada comunidad, y por tanto, muy difícil repetir los criterios geográficos establecidos para su reparto en grupos. Este desequilibrio se manifiesta este año no sólo con los representantes vascos, sino por ejemplo también con los navarros, que suman dos rmás que la temporada pasada, mientras que en el polo opuesto se situarían otras comunidades que pierden dos equipos, como Madrid, o el caso más llamativo de Asturias, que de seis integrantes pasa a quedarse con sólo dos.

El grupo soñado y las propuestas temidas

En este contexto, y en lo que a los vascos se refiere, el hecho de convertirse en la tercera comunidad con más equipos en la categoría, sólo superada por Andalucia (12) y Cataluña (10) hacía concebir esperanzas de que la obligada redistribución del grupo segundo permitiera un acercamiento a las zonas limítrofes,volviendo a la situación habitual dos años atrás, y que evitara no sólo los kilómetros de distancia, sino sobre todo las obligadas noches de hotel, en especial con los conjuntos madrileños e insulares que disputan sus encuentros en horario matutino. Los costes extraordinarios que suponían para unos presupuestos en la mayoría de los casos modestos y ajustados al límite motivaron ya temporadas anteriores las quejas por agravio comparativo de algunos de los presidentes, como los del Sestao River o el Barakaldo, ante este mismo medio.

Los casi 30.000 euros estimados que se gastaron en esa decena de viajes (11 si se cuenta Huesca) quedarían en el baúl de los recuerdos presupuestarios con un hipotético grupo que emparejara a los nueve representantes vascos con los tres navarros (Peña Sport, Izarra y Tudelano), los seis de Castilla y León (Burgos, Arandina, Astorga, Cultural Leonesa, Valladolod B y Guijuelo), el CD Ebro (que queda desplazado ante un grupo 3 eventualmente cerrado entre catalanes, baleares y valencianos) y un vigésimo que sería el riojano (UD Logroñés) o el cántabro (Racing de Santander) .

Sin embargo este grupo óptimo para los intereses vascos chocaría de lleno con los planteamientos de la Federación Galega, según reconocía ante los medios Gustavo Falqué, para quien la principal preocupación de los gallegos es pelear por jugar en Castilla y León, aunque desde el fútbol vasco también se viera con buenos ojos encuadrarse con los conjuntos de dicho territorio. Las dos opciones presentadas ante la Comisión el pasado jueves por el representante del Coruxo y del resto de los clubes gallegos de la Segunda B comparten el criterio de unidad con Castilla y León y coinciden en enviar en todo caso a los cinco equipos de Castilla-La Mancha (La Roda, Toledo, Socuéllamos, Talavera y Guadalajara) al grupo II.

La original propuesta extremeña

Aunque el documento contemplaría como alternativa el trasvase de Madrid y Canarias al grupo I, a cambio de los representantes navarros, y el riojano, pero con la éxotica nota del Cacereño de Extremadura como último integrante del grupo de Euskadi, hay que señalar que el reparto geográfico más coherente a juicio de la FGF completaría el grupo con los representantes de Madrid, el Mensajero canario y el CD Ebro. Una situación que dejaría a los clubes de Euskadi como grandes damnificados, repitiendo idéntico número de desplazamientos con noche de la pasada campaña, a pesar de que desde medios manchegos se intente transmitir la idea de que los equipos vascos estarían completamente adaptados a los viajes a Madrid y Castilla-La Mancha .

Junto a la proposición gallega, destaca la presentada por el presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, José Miguel Monje Carrillo, supuestamente consensuada y respaldada por siete territoriales más. Según desglosa La Verdad de Murcia se conformaría un grupo I ‘cantábrico’, en el que además de los nueve equipos vascos tendrían que jugar los seis gallegos (Pontevedra, Celta B, Racing de Ferrol, Somozas, Coruxo y Compostela) , los dos asturianos (Lealtad y Sporting B) y los tres navarros.

Una tercera vía, la más original de todas, ha trascendido desde la Federación Extremeña de Fútbol, que, en su intento de mantener unidos no sólo a sus tres equipos en la categoría, sino a los de todas las comunidades, propone que los nueve representantes de Euskadi junto con los diez de Cataluña (Reus, Lleida, Badalona, l'Hospitalet, Espanyol B, Olot, Cornellà, Barcelona B, Sabadell y Pobla de Mafumet) y el CD Ebro formaran juntos el grupo III.

Frente a este cruce de propuestas se situaría la distribución que podría manejar la propia RFEF, según se desprende de la noticia adelantada en Twitter por el periodista Pedro Martín. Dicha propuesta es la que coincide prácticamente con la que finalmente acordaron los equipos vascos en asamblea, también secundada por los tres clubes de Navarra, con la única salvedad de solicitar la inclusión del Racing de Santander en el lugar ocupado por el Deportivo Guadalajara.

La propuesta vasca para el grupo II

PAÍS VASCO (9): Sestao River, Barakaldo, Amorebieta, Leioa, Portugalete, Gernika, Arenas, Real Unión y Real Sociedad B.

NAVARRA (3): Tudelano, Peña Sport e Izarra.

LA RIOJA (1): CD Logroñés.

ARAGÓN (1): Ebro.

MADRID (4): Real Madrid Castilla, Getafe B, Fuenlabrada y Rayo Majadahonda.

CANARIAS (1): Mensajero.

CANTABRIA (1): Racing de Santander.

La paradoja de incluir a los hasta hace poco denostados equipos madrileños y canarios en el mismo grupo llama la atención de la petición final vasca, quizá resignada al ‘mal menor’ de las cinco noches de hotel ante el temor de que prosperasen alguna de las otras opciones planteadas. A ello podría añadir razones de índole deportiva basadas en el éxito de sus representantes (un campeón de liga y un equipo ascendido a 2ª División) con la composición de los dos últimos años.

Probablemente no faltarán voces que añoren la combatividad del antiguo representante, José Luis Ordeñana ‘Mitxi’, que ya defendiera hace cuatro años por estas fechas la postura de incluir a Castilla y León en el grupo vasco y no en el gallego, pero se ha impuesto la posición moderada, la de Ir de la mano de la idea defendida a priori por los rectores del fútbol español, a la de enfrentarse al eje liderado por Galicia y Castilla y León, cuyo presidente – no nos podemos olvidar – lo es a la sazón de la Comisión de Segunda B en la RFEF.