Tres años después Igor Arnáez Martín volverá a defender los colores verdinegros del Sestao River, club en el que coincidió precisamente con el que será también su técnico en su segunda etapa en Las Llanas, Félix Sarriugarte. No en vano, el futbolista nacido en Bilbao hace 24 años era el número uno en la lista que manejaba el técnico de Durango para dotar a su plantilla de un lateral izquierdo específico, ya que hasta el momento contaba con Resines y Gago, que podían desempeñar esa función pero a pierna cambiada.

Una llegada que se ha hecho esperar, ya que la carencia en el mercado vizcaíno de jugadores de su perfil había depertado el firme interés de más de un equipo del entorno por contratarle.Las gestiones de la Secretaría Técnica, personificada en Alfonso Del Barrio, han terminado por decantar la balanza del lado del Sestao, que se hace con los servicios de un lateral de marcada tendencia ofensiva, al que apenas le bastó la medio curso liguero para ganarse a la grada de Las Llanas con su juego vertical, rápido y eléctrico, virtudes que le permiten desempeñar con solvencia el papel de extremo, posición en la que ya le probara el mismo Sarriugarte en algunos partidos de la temporada 2011/2012. 

Tras debutar en 2ªB a buen nivel con apenas 19 años en las filas de la SD Lemona, el no gozar de minutos en el Bilbao Athletic la siguiente temporada propició su cesión al Sestao en diciembre de 2011, contando desde su llegada con la plena confianza de Sarriugarte, que le alinearía en 20 partidos de liga. Su buen rendimiento llevó al conjunto sestaoarra a reclamar sin fortuna una nueva cesión para la sigueinte campaña, aunque desde Lezama se optó por no repetir destino para Arnáez, que recalaría en el Amorebieta de Axier Intxaurraga.

Tras agotar su cupo de cesiones en Urritxe, Arnáez jugaría por fin la siguiente temporada completa en el filial del Athletic, donde sus 24 participaciones resultaron insuficientes para dar el salto al primer equipo. Con 23 años cumplidos, el futbolista bilbaíno salia de Lezama y de Vizcaya en el pasado verano rumbo a Tenerife, atraído por la propuesta de un equipo de Liga Adelante, que contaba entre sus filas con otros dos cachorros como Albizua y Guarrotxena. Una modesta aportación en forma de partidos, lastrado por una lesión renal, no empaña su debut en la categoría de plata, pero sí ha despertado el ansia de minutos y volver a sentirse importante en una casa conocida que le recibirá con los brazos abiertos.