El Club Deportivo Guijuelo sigue sumando efectivos a su nueva plantilla y, en especial, de cara a reforzar la que se presupone como la zona clave para su técnico, Rubén de la Barrera. Conocida la filosofía del gallego, cuyo fútbol recae con gran peso en el centro del campo, Chema Aragón le ha brindado una nueva 'perla' para seguir confeccionando su esquema, primando el que es, por tanto, su punto clave.

Tras anunciarse la llegada de Rubén Palazuelos, Javi Rey y José Romero al plantel chacinero, y tras varios días con la maquinaria un tanto parada a la hora de anunciar nuevas incorporaciones, el cuarto en el orden de llegada para batirse el cobre por un lugar en el futuro once chacinero es Carlos Ramos, un centrocampista muy completo, con juventud y gran proyección, que llega procedente del Atlético de Madrid en calidad de cedido.

A sus 20 años, Carlos Ramos Blanco (31 de agosto de 1994) se define como un centrocampista, en esencia, muy completo y versátil, algo que a todos los efectos era primordial y de total necesidad para su futuro preparador, Rubén de la Barrera.

Su corta pero prometedora trayectoria se inicia en el Zamora CF, a cuya primera fila llega cumplidos los 16 años y en la que permanece durante tres temporadas consecutivas, si bien su participación se limita a tres encuentros, para recalar más tarde en el Atlético de Madrid. Su participación el club rojiblanco destaca por su paso por el filial, siendo una de las piezas fundamentales, junto a Lucas y Héctor, con 22 partidos a sus espaldas, en los que consigue hacer dos tantos.

FOTO: Club Atlético de Madrid

Su señalada participación en la base rojiblanca lo lleva a ser uno de los habituales en los entrenos del Club Atlético de Madrid, llegando a debutar como titular en Copa del Rey hace dos temporadas ante el Sant Andreu. Repetía al año siguiente con el CE L'Hospitalet como rival, pero al contrario, no suma minutos en esta etapa en la Primera División de nuestra Liga, a bordo de la nave atlética.

Con todo, su papel en el centro del campo no se limita a una zona específica. Si bien es cierto, durante su etapa como juvenil se desempeñaba como mediapunta para más tarde sufrir una reconversión hacia ejercer un rol más defensivo, su puesto más habitual en esta última etapa.

A todo ello se añade su buen hacer, criterio y técnica desde su posición, sin descuidar un total derroche físico en defensa. Frecuentemente, de la misma forma, también se desarrolla como un futbolista llegador y con un excelente golpeo a portería, de ahí que uno de sus puntos fuertes haya sido el balón parado, con hábiles lanzamientos que han llevado el gol y la sorpresa a los estadios.

El joven futbolista llega a Salamanca tras consumar su descenso deportivo con la camiseta del Atlético de Madrid B, a fin de ganarse un puesto, y disfrutar al tiempo de minutos en la categoría de bronce, a bordo de un proyecto ilusionante como el del CD Guijuelo. Carlos Ramos se incorporará en breve a la plantilla verde, a la que llega en calidad de cedido para la próxima campaña.