La noticia saltaba en la tarde noche del miércoles y corría como la pólvora por los mentideros futbolísticos de Sestao, con grandes dosis de incredulidad tanto por lo inesperado como por lo trascendente de la decisión tomada por el hasta ayer primer entrenador del Sestao River. Y es que tras la disputa de sólo siete jornadas del presente campeonato la renuncia de Félix Sarriugarte, según fuentes cercanas a los protagonistas, por "no sentirse capacitado de sacar más rendimiento a la plantilla", ha cogido por sorpresa a la junta directiva encabezada por Ángel Castro, que se puso urgentemente manos a la obra en la labor de buscar reemplazo inmediato al técnico de Durango.

Y es que, a poco más de 48 horas del partido que el conjunto ssstaoarra disputará ante la Real Sociedad B, y con el que se abrirá la octava jornada de liga, el club de Las Llanas confirmó mediante comunicado que serán Txus Pinedo, preparador físico y segundo de a bordo hasta ahora, con el apoyo del Director Deportivo y ex entrenador verdinegro, Alfonso Del Barrio, los destinados a sentarse en el banquillo del River en Zubieta. Aunque la rumorología ya ha desatado la habitual lista de posibles, en la que se deslizan nombres como los de Axier Intxaurraga o Ramón Castelo, lo cierto es que provisionalmente la directiva apuesta por una soluciónd e continuidad con el hombre corresponsable de la confección de la actual plantilla y la persona que lleva compartiendo ya más de dos meses de sesiones de entrenamiento con los jugadores.

Con el equipo situado en la duodécima posición de la tabla, con ocho puntos en su casillero fruto de una victoria, cinco empates y una sola derrota, no parece que hayan sido motivos deportivos los que hayan pesado en una decisión que también conocía ayer el vestuario del Sestao. Decisión repentina la del extécnico de Athletic de Bilbao y Real Oviedo, al que este mismo domingo podía verse presenciando las evoluciones de dos futuros rivales en Lasesarre, y que había aceptado su regreso al banquillo de Las Llanas tres temporadas después de su primera experiencia, con el ilusionante reto de hacer olvidar la huella de Ángel Viadero en el año que coincidirá con la celebración del centenario del histórico club de la Margen Izquierda.