En la tarde del pasado domingo se reunieron en El Montecillo los condicionantes necesarios para vivir intensamente un partido. La exaltación estuvo presente durante los 90 minutos, en un choque loco donde cualquiera pudo ganar, pero en el que el justo vencedor de haberse dado, debió ser la Arandina. Los ribereños hicieron todo lo que pudieron para llevarse los tres puntos ante un rival directo que, lejos de achantarse, supo meter en algunos tramos de partido el miedo en el cuerpo.

Y es que fueron los visitantes los que más área pisaron en los primeros compases, aunque sin generar peligro. Tras unos minutos de puro trámite, llegaría la primera ocasión del choque y de claro color estellés. Goñi se quedaba solo ante Álex tras un balón largo que ganó a la zaga ribereña, y su disparo lo sacaba Álex sin contemplaciones. Era el primer aviso de una escuadra navarra que parecía ser por momentos superior a los locales.

Sin embargo los pupilos de Bermúdez no estaban dispuestos a verse en inferioridad jugando ante su público y comenzaron a carburar. Así llegarían dos claras ocasiones que cerca estarían de poner el 1-0. Primero fue Pau quien tras una contra bien ejecutada, mandaría el esférico a unos centímetros del marco defendido por Navarro. Y después Javilillo avisaría a los rojillos, con un disparo desde la frontal que cogería mucho efecto y saldría lamiendo la escuadra izquierda.

No sería hasta el minuto 27 cuando llegara la siguiente llegada ribereña. Una pared entre Nico y Portero dejó a este último tras su incursión en el área frente a Navarro, pero el exjugador del Marbella mandaba el esférico rozando el palo derecho por línea de fondo. El carrusel de ocasiones no había acabado ahí. Pau volvería a tener en sus manos -o más bien en su cabeza- la oportunidad de poner por delante a los ribereños, pero su remate -tras un córner botado a la perfección por Gonzalo- lo sacó un defensor a última hora.

Pau Franch intenta rematar un centro / Arcalle.com

Y cuando mejor estaba la Arandina sobre el verde llegó el mazazo. A falta de tres minutos para el descanso, Goñi aprovecharía un balón suelto en la frontal para, con un tiro ajustado, batir a Álex y poner el 0-1. Jarro de agua fría que habría que superar a base de trabajo.

Igualada local

Y lo hizo. Solo dos minutos tras la reanudación, Arturo Navarro remataba en el segundo palo un córner botado por Gonzalo para perforar las mallas de los de Amatriaín. Un gol que aprovecharía para dejarse llevar por la inercia y meter miedo a la escuadra visitante, que intentó reaccionar sin fortuna alguna. Después de que el choque se volviera un poco tosco, llegaron los cambios en busca de mantener vivo el espectáculo.

Bermúdez introdujo a Manu Rodríguez en sustitución de Adri, que no terminó de adaptarse a la posición que el técnico vizcaíno le impuso en la tarde del domingo. Sin embargo, quien sí cogió la posición –y de qué manera– fue Gonzalo. El medio centro gallego dio un recital en el centro del campo y atrapó las miradas de los más de 1000 espectadores que se dieron cita en El Montecillo. Por su parte, Amatriaín introdujo a Almagro en sustitución de Hinojosa, que dio mucha consistencia en la zona de creación.

Tras estas incorporaciones y las que poco después llegarían, la Arandina mantuvo la presencia en el área navarra. Intentó en todo momento crear peligro por la banda izquierda, con un Mauri incansable que peleó cada balón y era capaz de sacar balones a favor de donde no los había. Sin embargo los centros del exjugador del San Pedro no llegaban a ser rematados por Pau Franch. La defensa estellesa hizo su trabajo en todo momento alejando el peligro del marco de Navarro.

Y como buen partido lleno de locura, no podía faltar la polémica. A la Arandina la anularon dos goles; uno por fuera de juego y otro por falta en ataque de Pau a Navarro al cabecear un balón que había ganado claramente al cancerbero visitante. La grada cantó gol pero el colegiado no pensó igual. A pesar de la insistencia y de las múltiples llegadas de los ribereños –avaladas por un Nico creativo al que decidió finalmente dar descanso Bermúdez– el marcador no se movió.

Y quienes casi se movieron pero del disgusto fueron los espectadores cuando, en la última jugada del partido, el Izarra tuviera una última oportunidad. Uno de los defensores navarros peinaba en el primer palo un saque de esquina que con mucha dificultad sacaba la zaga arandina. Quitado el miedo ya del cuerpo por parte de la parroquia local, finalizó un partido loco en el que cualquiera pudo ganar, pero en el que la superioridad, la insistencia y las ocasiones tuvieron claro color blanquiazul.

Puntuaciones Segunda División B VAVEL

Arandina (1)

Izarra (1)

Álex 6 Navarro 6
Borja Plaza 5 Eneko 5
Mauri 7 Álex Cacho 5
Pajarero 6 Maestresalas 7
Arturo Navarro 6 Briñol 6
Gonzalo
8
Cabrera 5
Adri 5 Bruno 6
Portero 6 Lizárraga 6
Javilillo 6 Pito 5
Nico 7 Hinojosa 6
Pau Franch 5 Goñi 6
Cambios
Zazu 5 Garrido 5
Adeva 5 Almagro 6
Manu Rodríguez 5 Galán 5