“La clasificación no es importante en estos momentos”, espetaba David Movilla tras la gran victoria de su equipo ante La Roda. Pero la realidad es que el Barakaldo vuelve a dormir líder, por séptima semana, con 26 puntos, aprovechándose de la derrota del Real Madrid Castilla. El equipo gualdinegro se vio inicialmente sorprendido por el conjunto manchego pero supo levantar a las mil maravillas el encuentro, terminando incluso gustándose. Alain Arroyo, además de anotar el empate, fue una vez más el mejor y se marchó ovacionado del terreno de juego.

Todo le sale bien al Barakaldo. A la clasificación copera y a los buenos resultados a domicilio se le suma la inmaculada hoja de resultados en casa. Todo son victorias esta temporada en Lasesarre, de donde no ha volado ni un solo punto. Y la última costó algo más de lo esperado. Cuando apenas se llevaban tres minutos de partido, La Roda marcó, por medio de Megías, el primer gol de un equipo visitante esta temporada en el feudo gualdinegro. El jugador del equipo manchego aprovechó un despiste de la zaga para poner a los suyos por delante en el marcador.

Pero poco duró la alegría. Cuatro minutos después Alain Arroyo empató para que, poco después, Álex Quintanilla diera la vuelta al partido. El central bilbaíno ya es el segundo máximo goleador del equipo con tres tantos, solo superado por el propio Arroyo. El equipo de Mario Simón, pese a los dos golpes, intentó no perderle la cara al partido, atacando incluso con mucho más efectivos y peligro que los locales. Megías estuvo cerca de volver a anotar, pero Alejandro lo evitó.

Vendaval

La segunda parte solo tuvo un color. El Barakaldo fue claramente superior en los segundos cuarenta y cinco minutos y así lo hizo ver. David Martín abrió brecha de cabeza ante un equipo que ya comenzaba a desesperarse viendo que no concretaba sus situaciones ofensivas. Más tarde y para deleite del más de millar de espectadores, Lander Yurrebaso hizo una obra de arte para finiquitar el partido. El exdelantero del Leioa, tras irse de dos rivales con un reverso dentro del área, picó el balón lo justo para que Luis Eduardo no llegara. Ya con ventaja de tres goles, el partido se enfrió hasta el punto de que los visitantes bajaron los brazos durante más de veinte minutos. 

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Sobre el autor
Ander Garrido
Periodismo (UPV-EHU) y árbitro de fútbol sala (FVF-BFF). Amante del fútbol vizcaíno. Contacto: [email protected].