En la prolongación de la noche de Halloween, la soleada mañana en La Florida acogió un nuevo partido de rivalidad vizcaína, con el aliciente añadido de la necesidad compartida de dos equipos en apuros clasificatorios que aspiraban a salir ‘vivos’ en un festivo ‘día de difuntos.’

El miedo a perder, a tenor del valor añadido de los puntos en duelos directos en  la particular liga por la salvación en la que uno y otro equipo asumen participar, pareció cruzar la ría con el equipo visitante, cuyo técnico dispuso de salida un once con hasta seis defensas, y en el que a la reaparición en el lateral izquierdo de Alberto Delgado se le sumaba un novedoso doble pivote en la medular formado por un tándem de centrales reconvertidos, Aitor Córdoba y Álex Goiko, con el apoyo, más adelantado, de Fran Sota.

En el lado local, la tensión corría el riesgo de transformarse en ansia, ya que los virtuales ‘cuatro puntos’ en juego se añadían al espaldarazo anímico que podía suponer la primera victoria en su feudo. Para lograr el objetivo su técnico, Ezequiel Loza, alineaba de salida a David Antón para devolver a Larreategi a su puesto de lateral zurdo, además de recuperar el dúo Engonga-Gabri en la medular, tal y como hiciera en el primer partido de liga en Las Llanas.

Aunque el inicio del partido parecía presagiar otra cosa, lo cierto es que fueron los locales los que más y mejor porfiaron en el intento de mover el marcador de la Florida. Con Etxaniz demasiado aislado en punta, apenas un lanzamiento a cargo de Fran Sota al cuarto de hora amenazó la portería defendida por Sergio López.

Por el contrario el Portu dispuso en estos primeros cuarenta y cinco minutos de buenas ocasiones en las botas de Galder, Korta y Germán Beltrán, pero unas veces la falta de puntería de los atacantes jarrilleros, y otras las intervenciones de Ángel, uno de los mejores en el lado visitante, impidieron  a los anfitriones adelantarse. Especialmente clara fue la del delantero turolense en el minuto 35, y que tras una peinada de Galder lanzaba un fuerte chut que se encontraba con la gran respuesta del meta cántabro del Leioa.

Descontento con lo que estaba sucediendo en el césped, Igor Gordobil no esperó siquiera al descanso para recomponer su centro del campo sacrificando al central Carro por Aitor Castro, que ocupaba la posición de Goiko en la zona ancha, con el objetivo de dar más criterio a la salida de balón azulgrana.

 Sin embargo la segunda mitad comenzó con los mismos derroteros,  con otra buena ocasión para el Portu en las botas de Engonga, que a la salida de un córner cerrado que Ángel no acertaba a despejar, mandó arriba un balón muerto a portería vacía.

Con la defensa visitante cargada de tarjetas, Bonilla sustituía en la banda izquierda a un sacrificado Adrián Güemes, en un cambio que dejaba bien claro las precauciones que adoptaba el Leioa. Un cambio que contrastaba con el que realizaba el banquillo local, que se desprendía de un lateral izquierdo como Larreategi para propiciar el debut esta temporada del mediapunta Carlos Merino.

Xabi Galán, muy activo desde el carril izquierdo, y Galder volvieron a inquietar la meta de Ángel, pero el gol se le negaba a la escuadra jarrillera. La porfía local no cesó hasta los minutos de descuento, con ocasión para Uriguen, en medio de un arreón final a base de jugadas a balón parado que demostraron la solidez de una zaga visitante donde Álex Goiko ejercía su liderazgo.

El miedo a no encajar gol en las postrimerías terminó por contribuir al empate final, segundo consecutivo de ambos conjuntos; un resultado que les condena a  afrontar la próxima jornada en posiciones de descenso. El Portugalete, antepenúltimo con 9 puntos, intentará en su próximo desplazamiento a Talavera lo que no ha conseguido las dos últimas jornadas en casa, mientras que  el Leioa, un puesto por encima,recibirá en otro duelo directo al colista Mensajero en Sarriena.