El conjunto blanquiazul dirigido por Fran Alcoy recibía en una mañana encapotada al conjunto canario del grupo, el CD Mensajero. Los chicos de Roberto Aguirre llagaban a tierras talaveranas en la decimoctava posición con la misión de recortar puntos para intentar salir de los puestos bajos de la tabla. Llegaban crecidos de moral después de imponerse por un gol a cero al Arenas de Getxo, uno de los equipos de la parte alta de la tabla. El Talavera por su parte llegaba a la cita con los canarios después de perder fuera de casa contra el Leioa.

Los blanquiazules se dejaron en tierras vascas tres puntos de los que duelen porque dominaron el partido, pero no pudieron materializar las ocasiones y terminaron pagándolo; esperaban volver a la senda de la victoria a costa de uno de los rivales de la parte baja de la tabla.

Una vez hechas las presentaciones de los dos equipos, el colegiado, José Caucedo Sace dio el pitido inicial. Los primeros minutos fueron de claro dominio blanquiazul. Los locales movían bien el balón con paciencia y buscando las bandas para intentar penetrar en el área rival. La primera ocasión clara llegó precisamente en un centro desde la banda derecha. Pedro, el capitán talaverano, puso un balón al corazón del área que Agudo remata de volea a la media vuelta, Ione hace una espectacular estirada para detener el disparo del mediapunta extremeño y Christian Perales no caza el balón muerto en el área. La ocasión de gol fue clara, pero no llegaron a materializarla y el Mensajero reaccionó poco a poco.

El partido entró en un periodo de control por parte de los equipos sin crear ninguno de los dos excesivo peligro. La primera de los canarios llegó al cuarto de hora de juego y fue un disparo desde tres cuartos de campo de Yeray que se encontró con la estirada de Bernabé. El partido seguía sin tener mucho dinamismo, pero la pelota era talaverana.

Cuando nos acercábamos a la media hora, los canarios botaron un córner que peinó Dani López en el primer palo, la pelota cerrada la sacó como pudo en la línea Agudo y Jaime aprovechó el balón que quedó solo en el área pequeña para empujar el primer gol. El equipo de Roberto Aguirre se encontró con un gol que les puso por delante en el marcador sin tener ningún control sobre el partido.

A pesar del dolor que supone recibir un gol, el conjunto cerámico siguió con el mismo planteamiento del partido y movían el balón con paciencia, sin prisa por llegar arriba. De nuevo en una jugada por banda la colgó Sergio Rodríguez y Lucas Gilardoni con un remate de espaldas a la portería, poco ortodoxo, ajustó la bola al palo derecho de Ione para empatar el partido. Ni diez minutos habían pasado del gol de los canarios cuando el futbolista argentino puso el empate.

El Talavera seguía con su dominio del balón y, cuando todo el estadio estaba pensando en el tiempo de descanso, Gilardoni mete un pase al hueco a la espalda de la defensa, Agudo se deshace del portero con un sutil toque y mete a puerta vacía. El conjunto blanquiazul se mantuvo fiel a su estilo y consiguió remontar el partido antes del descanso con un excelso Gilardoni como protagonista.

Los quince minutos reglamentarios de descanso enfriaron el partido. El Talavera seguía con la posesión, pero ninguno de los dos equipos creaba sensación de peligro al rival. El primer acercamiento de la segunda mitad fue un tiro desde la frontal de Vicente que rozó el palo de la portería canaria, el segundo cinco minutos después fue una clara ocasión de Perales que recibió de Gilardoni y su remate encontró el cuerpo de Ione. En el minuto setenta el partido daría un giro. Dani López no alcanza un balón largo, Bernabé se tira para coger el balón y el extremo del Mensajero busca el contacto con el meta velaíno. El colegiado interpreta que Bernabé derriba a Dani y señala la pena máxima. El penalti lo lanzó Yeray al fondo de la red engañando al meta blanquiazul.

Cuatro minutos después del empate el árbitro volvía a ser protagonista. Christian Perales no llega a un balón y es sujetado por Moreno dentro del área, el Sr. Caucedo no lo duda y señala la pena máxima en el otro área. El encargado de ejecutar la pena máxima fue el propio Perales que engañó a Ione y puso el 3-2 en el electrónico. Los últimos quince minutos del partido fueron estériles en ocasiones para ambos conjuntos y el Talavera, con control del cuero, terminó llevándose los puntos.

La victoria con remontada incluida de los cerámicos es merecida. El partido costó más de lo que se podía pensar en un principio, el primer gol metió el miedo en el cuerpo a los locales que supieron rehacerse y dar la vuelta al marcador guiados por el buen hacer de Lucas Gilardoni. Los tres puntos elevan al Talavera a la décima posición de la tabla con dieciocho puntos, tres por encima del descenso que lo marca La Roda, próximo rival de los cerámicos. Por su parte el CD Mensajero sigue en los puestos de descenso; se mantiene decimoctavo con once puntos a cuatro de la preciada salvación. 

VAVEL Logo