Un año, 365 días, 8760 horas y así se podría seguir una eternidad desgranando la noción del tiempo. Pero el tiempo no es lo importante para la Arandina CF sino lo que ha conseguido en él. Y se podría decir que ha sido una época gloriosa que se ha culminado con la actual situación de la escuadra ribereña, cuatro puntos por encima del playout y del descenso. Aunque no es la actualidad la etapa más importante de una añada de puro escándalo.

Mal inicio, pletórico final

La Arandina se alzó con la primera liga de su historia

El año no comenzó de la mejor manera posible. El cuadro blanquiazul tuvo que hacer frente a una situación convulsa y con resultados que no dejaban buen sabor de boca y llegaban a entorpecer el gran trabajo de principio de temporada. Las derrotas ante Burgos Promesas y Mirandés ‘B’ supusieron un punto de inflexión para la Arandina, que se rehízo para auparse en el primer puesto de la clasificación.

Una de las victorias más importantes se produjo a falta de seis jornadas para la consecución de la liga, superando por la mínima al filial del Numancia, segundo clasificado de la tabla. Un filial que redujo sus opciones en las últimas fechas y permitió relajarse a la escuadra de Javier Bermúdez, que el 3 de mayo se alzó por primera vez en su historia con el título de liga tras un ligero triunfo sobre el CD La Granja.

El regreso a Segunda División B

El 31 de mayo los blanquiazules regresaron al fútbol de bronce en Algeciras

Era la temporada propicia. El Valladolid ‘B’ y el Atlético Astorga habían conseguido la anterior campaña su cometido. Había mucha presión de por medio y se debía regresar a la categoría de bronce. Las anteriores experiencias no habían sido buenas y después de dos años consecutivos quedándose a las puertas a la tercera debía ir la vencida. Sin embargo el sorteo nunca había sido benevolente con la Arandina; en esta ocasión no podía haber excepción. El cuadro ribereño fue emparejado con el Algeciras, un rival muy lejano y que además había cuajado una temporada de récords.

David Álvarez relama una jugada en la ida del partido ante el Algeciras / Ángel Rodríguez (Arandina CF)
David Álvarez relama una jugada en la ida del partido ante el Algeciras / Ángel Rodríguez (Arandina CF)

Con el desembarco de más de dos centerares de gaditanos en El Montecillo, casi 3000 personas se dieron cita en las gradas del feudo burgalés para vivir un choque intenso pero con muy pocas ocasiones. El ‘Nuevo Mirador’ decidiría. Y allí los blanquiazules no fallaron; dominaron a los rojiblancos y a pesar del empate a un gol, merecieron ganar de forma holgada en un estadio repleto que reconoció la superioridad de los pupilos de Bermúdez.

Finalizaba así una temporada impecable para el preparador vasco, que con el campeonato de liga y el ascenso se aseguraba un año más -y merecidamente- el banquillo de la Arandina, pero en esta ocasión donde nunca había entrenado: la Segunda División B.

Relevos para mantener el sueño

Y para afrontar este reto la escuadra ribereña debía cambiar, aunque nadie se esperaba que solo fueran ocho los renovados de un proyecto que contaba con el presupuesto más alto de la historia blanquiazul (654.000€). Más de diez futbolistas se unieron a esta nueva iniciativa y comenzó así la segunda aventura en la categoría de bronce del fútbol español. Para ello se diseñó una pretemporada dispar y cambió parte del cuadro técnico con la llegada de Emilio Gil, preparador físico.

Pajarero es uno de los renovados / Dani Mullor (VAVEL)
Pajarero es uno de los renovados / Dani Mullor (VAVEL)

Objetivo cumplido momentáneamente

Actualmente los ribereños están cuatro puntos por encima del playout

El inicio de liga no pudo ser mejor. La Arandina rompió todas las quinielas y derrotó al Racing de Ferrol en su estreno en ‘El Montecillo’. Ha sido el único equipo capaz de ganar al cuadro gallego hasta hace unas jornadas, cuando los ferrolanos cayeran frente a sus ‘hermanos’ de Santander. A pesar de varios duros tropiezos con goleadas recibidas (Coruxo y Celta ‘B’), la escuadra burgalesa sacó adelante un principio complejo con resultados de mucho mérito.

Pero no todo serían alegrías. La lesión de Álex Hernández supuso un inicio de cambios y la plantilla comenzó a acusar las bajas por lesión o sanción que comenzaron a sucederse con el paso de las jornadas. La Arandina demostró ser un equipo endeble en defensa, donde encajaba dos goles en contra cada fin de semana, pero por otro lado dejaba salir su capacidad goleadora y de reacción, que salvaba un número importante de puntos, aunque insuficientes para poder alejarse de los puestos de descenso.

Once de la Arandina en el Alfredo di Stéfano / Dani Mullor (VAVEL)
Once de la Arandina en el Alfredo di Stéfano / Dani Mullor (VAVEL)

Ante esta compleja tesitura, los ribereños se pusieron manos a la obra y antes de despedir el 2015 consiguieron cuatro puntos vitales para distanciarse de sus máximos rivales y poder regresar de las vacaciones navideñas con una mayor relajación. A falta de un partido para poner fin a la primera vuelta, son 21 puntos los que acumulan los blanquiazules. Con la reciente baja de Manu Rodríguez y las dudas que parece tener gran parte de la afición en relación con la portería, todo apunta a que la Arandina tendrá que reforzarse en el mercado invernal, aunque eso ya dependerá del 2016. Nuevo año, nueva vida y nuevos objetivos para un equipo que quiere seguir soñando en bronce.