El Racing de Ferrol recibía a una Arandina en alza con la ilusión de volver a la senda del triunfo después de varios resultados que habían comprometido la situación del equipo verdiblanco. Sin embargo, el cuadro de Tena no se esperaba un desenlace tan simple y rápido para un partido que se puso de cara desde los primeros minutos. Tres puntos vitales para mantener la distancia y comprometer a una escuadra rival que comenzaba a respirar con más tranquilidad después de las dos últimas victorias.

Sobre un verde encharcado e incluso impracticable en algunas zonas del campo, el Racing de Ferrol comenzó a dominar. Pronto traduciría ese dominio en el primer gol, obra de Joselu. El ariete ferrolano se aprovechaba de un balón a bocajarro para estrenar el marcador.

Lejos de achantarse, los gallegos siguieron exhibiendo su fútbol para meter más miedo al los blanquiazules. Pablo Rey avisaba con un disparo desde la frontal que se estrellaba en el larguero de la meta defendida por Diego; solo habían transcurrido 16 minutos. Con el paso del tiempo la intensidad de los locales se fue rebajando, pero la Arandina no lo aprovechó. De hecho fruto de un grave error defensivo llegaría el segundo gol. Pajarero cedía un balón a Diego tras la presión de los de Tena en ataque, pero el esférico se paralizaba con el agua de uno de los charcos y la llegada tardía de Diego no pudo evitar que Joselu volviera a aprovechar su astucia para ampliar la ventaja.

Viendo la inoperancia de los de Bermúdez en la zona defensiva era de prever que llegara más pronto que tarde la sentencia, pero Peláez perdonó intentando la opción más compleja rompiendo desde la frontal y Diego adivinó la intención para despejar el cuero. En verdad el cuadro ribereño no había hecho más que retrasar lo inevitable; a falta de un minuto para la llegada del descanso Borja Domínguez haría el tercero. La jugada comenzó con el área rival; Adri sacaba el balón jugado rápidamente en una falta, pero un defensor verdiblanco despejaba el esférico para iniciar una contra que finalizaría con el remate del gallego desde fuera del área que ponía el definitivo 3-0. La Arandina, falta de intensidad y con errores defensivos impropios después de los últimos partidos, se retiraba sin entender qué estaba ocurriendo sobre el campo; solo había dispuesto de dos intentonas de Pau y Sergio Noche para recortar distancias y no habían llegado a encontrar portería.

Césped empeorado

El segundo tiempo cogió un ritmo más diferenciado. Los visitantes metieron las marchas que en los primeros 45' no habían usado, pero el césped había empeorado considerablemente y solo era posible crear peligro a través de jugadas a balón parado. Precisamente por ahí llegarían los acercamientos más peligrosos de los ribereños, aunque no conseguían traspasar la línea de gol.Con el habitual carrusel de cambios Bermúdez redujo el ya conocido esquema defensivo, pero no supuso una mejora clara. A falta de unos minutos para el final, Jaume Vidal -que había ingresado en el terreno de juego- estuvo cerca de sorprender a Diego. Mackay sí se vio obligado a actuar después de un disparo de Pajarero desde dentro del área.

No habría tiempo para mucho más, el colegiado decretó el final de un partido que permite mantener la distancia del Racing de Ferrol sobre su máximo perseguidor y complica a la Arandina después de los triunfos de sus máximos perseguidores; el choque ante el Coruxo en 'El Montecillo' será el primer gran partido del año, soñando con que en esta ocasión, no vuelva a haber un desliz.