El River sigue lanzado hacia los playoffs, de los que ya sólo le separa un punto. Un bendito mes de enero para los de Las Llanas, con 13 de los 15 puntos en juego conseguidos, les ha catapultado hasta la sexta plaza, empatados a puntos con el Amorebieta, y al acecho del cuarto clasificado, el  Toledo. Tras Portugalete, Leioa y Talavera, este domingo le tocó a La Roda ‘doblar la rodilla’ ante un anfitrión superior, que sólo vio peligrar el resultado por la ya habitual falta de puntería de toda la temporada y la gran actuación del cancerbero visitante, Arellano, que repitió una actuación tan destacada como en el partido de la primera vuelta.

Y es que, tal como sucediera en el Municipal rodense allá por la cuarta jornada de liga, el ataque sestaoarra pasó por encima de la débil defensa rojilla, dilapidando numerosas ocasiones de gol como en aquel otro partido, y provocando el sufrimiento de la grada por la exigua ventaja, a pesar incluso de jugar la recta final del choque en superioridad numérica. Otra vez fue Canario, el ‘falso nueve’ improvisado por las lesiones de Jito y Leandro, el que aparecía como ante el Leioa para anotar el único gol del partido y quebrar las ilusiones del equipo albaceteño, que, aun así sigue manteniendo el mismo colchón de cinco puntos de distancia sobre el descenso, favorecido por el tropiezo de casi todos los implicados en la lucha por salvar la categoría.

Monólogo local sin gol

Sin duda las bajas marcaban los respectivos onces de ambos conjuntos, y especialmente en La Roda, que alineaba una defensa de circunstancias ante las lesiones de Yago y Soufiane, y la sanción de Arregi. Por si fuera poco, Mario Simón, técnico visitante, prescindía de Pablo y de Samu, otros dos habituales titulares, para disponer una extraña zaga de tres con dos carrileros, que no tardó mucho en hacer aguas ante la salida en tromba de los locales.

Las Llanas se solidarizó con los trabajadores de Arcelor Mittal
Las Llanas se solidarizó con los trabajadores de Arcelor Mittal

El Sestao por su parte, no menos acuciado por las ausencias que su rival, celebraba al menos el regreso de Arnáez en el lateral izquierdo, lo que motivó el adelantamiento de Riki a su habitual posición de extremo. De igual forma, González y Pinedo apostaban por Eneko Rubio para dar un carácter más ofensivo a su zona ancha, en detrimento del zamorano Cristian.

No acusaron los verdinegros la última baja de Nacho Neira en el eje de la zaga, donde Cabero y Kurbus pasaron una tarde relativamente tranquila ante un Megías que vio interrumpida su racha goleadora y que acabo autoexpulsándose para mayor desgracia de los suyos. Apenas un acercamiento en toda la primera parte sobre la meta del actual Zamora de la Segunda B, Raúl Domínguez, escaso bagaje para contrarrestar el abrumador dominio local de la primera parte.

En efecto, en el que quizá haya sido el partido donde los sestaoarras hayan disfrutado más tiempo de la posesión del esférico, desarbolando por momentos al equipo manchego, tanto por el costado derecho, con Gago y Agirrezabala, como por la izquierda, con el añorado Arnáez entendiéndose con un Riki que agradeció su vuelta a posiciones más adelantadas.  Mención especial para Rodri, cada vez más asentado como organizador, demostrando sus virtudes técnicas y llegada al área, en asociación con los escurridizos Jorge Y Canario.

Del centrocampista vallisoletano fue la primera de las muchas oportunidades de las que gozó el River para adelantarse en el marcador. Su disparo desde la frontal obligaba a Arellano a su primera intervención, y originaba un córner que acababa con remate fuera de Riki.   

Las siguientes escaramuzas locales venían desde su ataque derecho, primero con un centro chut de Agirrezabala, y después del lateral Gago, cuyo disparo, tras tropezar en su compañero Jorge, casi despistaba al cancerbero visitante.

La más clara llegaba poco después de la media hora cuando el propio Jorge protagonizaba un pase de la muerte que Canario, en boca de gol y a portería vacía, no atinaba a rematar bien en posición forzada.

Jorge remata escorado tras salvar al portero
Jorge remata escorado tras salvar al portero

Los últimos diez minutos del primer tiempo se le hicieron especialmente largos a los rodenses, ante el acoso verdinegro. Jorge Hernández conseguía superar la salida de Arellano pero, escorado, tiraba defectuosamente. Ni Agirrezabala ni Canario conseguían aprovechar sendos rechaces de la jugada, cosa que sí hacía Riki instantes después, aunque el vuelo a la escuadra de Arellano impedía que el delantero cántabro estrenase este año su casillero de goles.

Salvado por la campana del descanso, La Roda esperaba que el paso de los minutos hiciese mella en la pólvora ya de por sí mojada de los atacantes verdinegros. Otra vez Rodri tenía en sus botas la primera clara de la segunda parte, en nueva llegada de Gago desde la derecha que dejaba atrás para el remate ajustado al palo del centrocampista local. Son embargo los visitantes dieron por fin réplica, y, primero Javi Bolo, y luego, tras una buena jugada colectiva, Óscar Martín, iban a crear algo de incertidumbre en la grada de Las Llanas.

Canario decide

Al filo del minuto 65 llegaba la jugada del único gol del partido. Arnáez habilitaba un balón a Jorge, para que ‘el Duende de Sanzoles’ tras bajarlo al suelo, y ante la amenaza de los defensores, lo dejara a su compañero Canario. El ‘nuevo nueve’ del River no iba a perdonar la asistencia y disparaba con violencia al fondo de las mallas de Arellano, para firmar un gol muy celebrado dentro y fuera del césped.

Lo más difícil parecía conseguido para un River negado ante la portería contraria, y que se desató en los minutos siguientes, en los que Canario era derribado por Ramón dentro del área visitante. Sin el especialista Jito sobre el campo, el propio Canario cedió la oportunidad a su compañero y amigo Jorge, en devolución de la asistencia de gol. Sin embargo el ‘Duende de Sanzoles’ desaprovechó la oportunidad de finiquitar el partido y marraba el lanzamiento, disparando flojo y centrado ante Arellano.

Canario, reivindicándose como delantero
Canario, reivindicándose como delantero

Una sentencia que pudo llegar también cuando Silas, atacante de refresco, se encontró con un mano a mano ante el buen guardameta visitante, que no acertó a definir. La afición se desesperaba pero pareció calmarse cuando minutos después Megías, referencia ofensiva de los manchegos, se 'autoinmolaba' con una doble amarilla consecutiva por protestar, enterrando las pocas esperanzas de su equipo por inquietar a su rival en los minutos finales del choque.

Con 10 sobre el campo, los últimos minutos no impidieron que el Sestao volviese a dejar una vez más su portería a cero, a pesar de una acción dentro del área local que los visitantes reclamaron como falta. La lluvia, que hizo acto de presencia en las postrimerías del choque, fue testigo de la última oportunidad del partido, en la que otro de los hombres de refresco, Abaroa, culminaba una contra que permitía nuevamente lucirse al mejor de los visitantes, un Arellano que no fue suficiente argumento para impedir un nuevo triunfo del ‘rodillo’ verdinegro