Tras la victoria el pasado domingo ante el Portugalete, Josu Uribe afirmaba en rueda de prensa: “sí se puede”. El técnico gijonés no lo ha dudado desde su llegada a la isla, a mediados del mes de enero. Nueve jornadas le han bastado, para que su equipo sume la misma cantidad de puntos que en los veinte primeros encuentros de liga. Una cifra que sin duda invita al optimismo.

Cuando el Mensa cayó en el Cerro del Espino ante el Majadahonda, derrota que supuso el cese de Roberto Aguirre, se encontraban a ocho puntos de la salvación. Desde la llegada de Uribe, los números hablan por sí solos. En una hipotética clasificación de los últimos nueve encuentros, los rojinegros marcharían octavos (igualados al sexto) a tres puntos del play-off. Eso mirando hacia arriba. La realidad (el descenso), quedaría aventajado precisamente a ocho puntos.

Al margen de los puntos, el juego, las sensaciones, los goles y la dinámica invitan al optimismo. Diez goles a favor y nueve en contra, de los cuales cinco han sido desde los once metros. También hay que reseñar que cuatro de esos nueve goles se los hizo el filial donostiarra. Hasta su llegada, el Mensa había encajado treinta y era el equipo menos goleador con solo trece tantos.

Pese a partir en desventaja (se encuentran a dos de la salvación), muchos de los rivales directos de los rojinegros tendrán que visitar el Carrillo. Por lo que, como se dice en Canarias, el Mensa "se jugará las garbanzas" en su propio feudo.

En la siguiente imagen, se puede visualizar el calendario restante de todos los equipos implicados en la lucha por la permanencia. Se destacan con la letra roja, los enfrentamientos directos. El cuadro verde, indican los partidos como local.

Se salve o no, lo que está claro es que los del Barranco de Los Dolores, ahora sí, disfrutan de la categoría.

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