Las lesiones están plagando el vestuario del Stadium Gal. El cuadro guipuzcoano cuenta con las bajas de 6 jugadores importantes que le han funcionado a la perfección a Zulaika. 

La zaga de Irún está intacta. El míster cuenta con todos y cada uno de los defensas del vestuario. El gran problema lo va a tener cuando mire hacia adelante.

El centro del campo es como un terreno minado. Rodellar, Ozkoidi e Iriarte (el último por sanción) fueron las torres que cayeron en el último partido, contra el Arenas. Juan Dominguez y Martins tampoco están recuperados. Poco tiene para elegir el técnico. Los veteranos Mikel Alonso y Romo asegurando el centro del campo con Iriondo. Puede retrasar a Eizmendi y a Mujika (extremos) y jugar con un solo delantero.

En las posiciones de ataque solo quedaría Barrón, tras la lesión de Galán, el artillero uniontarra por excelencia, en el partido frente al Sestao hace dos jornadas. 

Tarea difícil la del técnico de Azpeitia: confeccionar un sólido 11 contra un rival directo que está tres puntos por detrás, y acecha la tercera plaza, el Toledo. Aún así, el equipo demuestra día a día que se crece ante las adversidades. Prueba de ello es ese último encuentro en el estadio de Gobela contra otro histórico del fútbol español, el Arenas. Tras dos lesiones en la primera parte, perdiendo 1-0, lograron remontarlo a 1-2. Más tarde, después de la expulsión de Iriarte, lejos de encerrarse, sentenció el 1-3 definitivo.

Habrá que ver que inventa Aitor Zulaika, ese entrenador que hace que la afición irunesa vea cada vez más cerca el sueño del play off por segundo año consecutivo. ¿Se clasificará el Real Unión para el play off de ascenso a Segunda División? ¿Logrará el ansiado ascenso como hizo Iñaki Alonso en 2009? Lo que no es una hipótesis es la realidad, que el equipo está 8 puntos por encima de la quinta plaza a falta de 9 partidos.