La salvación se pone cada vez más cara. Lo que antes era un resultado aceptable aunque mejorable, ahora se antoja insuficiente. Los equipos de abajo están dando, como ocurre todos los años, un gran arreón para lograr la salvación. Por ello, lo único válido a estas alturas es ganar. Y eso, precisamente, es lo que no lograron los albirrojos ante un decadente Marbella que comienza a ver de cerca los puestos de peligro, aunque aún con cierto margen.

Hasta diez equipos están en la pomada por evitar el descenso. De entre ellos, el Marbella es casi el que mejor lo tiene. Pero eso no implica que sea fácil. Su renta con respecto a la promoción es de tan solo tres puntos, mientras que el descenso directo se sitúa a cuatro. Con nueve puntos en juego, es una renta exigua, más aún teniendo en cuenta la dinámica del equipo de la Costa del Sol, que apenas ha sumado dos puntos en los últimos seis partidos, y la de los equipos que vienen apretando fuerte por detrás.

Pero de los dos participantes en el encuentro, el que sale peor parado es el Algeciras. El equipo algecireño es precisamente ese conjunto que ocupa el puesto de promoción sobre el que el Marbella tiene tres puntos de renta. Los pupilos de Guti no solo no han cumplido con su cometido de ganar en Marbella, sino que además han visto como se daba la peor combinación de resultados posible. Los cuatro equipos que se sitúan sobre el Algeciras en la tabla ganaron sus respectivos encuentros, para desilusión de los algeciristas. De los rivales directos, el único que falló fue el Linares y porque jugaba con el Jumilla, también implicado en la lucha y hasta hoy en descenso directo.

El encuentro no destacó por su vistosidad. Ni siquiera el empeño del Algeciras al inicio del encuentro fue suficiente para que cayera algún tanto. Tampoco es de extrañar teniendo en cuenta que la falta de gol de los campogibraltareños es notoria. Solo el ya descendido Almería B ha anotado menos esta temporada. Al inicio, desperdiciaron un par de ocasiones que, de haber entrado en la portería de Quique Cebriá, hubieran cambiado totalmente el encuentro. Especialmente clara fue la que tuvo Víctor González mediado el primer acto. Su remate de cabeza a una falta botada por Álvar Herrero se marchó lamiendo la madera. Conforme fueron pasando los minutos, los marbellíes fueron mejorando y lograron neutralizar el dominio visitante del inicio del partido al final de la primera mitad. Aún así, ninguno de los dos conjuntos logró materializar ninguna ocasión.

En la reanudación, ambos equipos tuvieron oportunidades claras de tomar ventaja, pero una vez más, faltó el gol. Primero fue Santi Luque, que obligó a Cebriá a realizar una buena parada. Apenas un par de minutos después fue el turno del Marbella, que desaprovechó una ocasión clarísima. Con casi todo a favor, Ocaña no logró dirigir su disparo a portería. No dio mucho más de sí el duelo. Ambos equipos siguieron intentándolo, pero el balón no quiso entrar durante toda la segunda mitad.

Tras un combate nulo, ambos comienzan a pensar ya en la próxima jornada. Los marbellíes volverán a jugar en casa, esta vez ante el Betis B. Una victoria significaría la salvación y, de paso, la eliminación del filial verdiblanco en la lucha por la permanencia. En cualquier caso, ambos equipos no son rivales directos, puesto que los béticos podrían, como mucho, empatar a puntos en la tabla con los de la Costa del Sol. Claro que para que eso se dé, unos tienen que vencer en todos sus encuentros y los otros no sumar ni un punto. Por su parte, el Algeciras se juega también tres cuartos de temporada con el Villanovense. Ambos equipos están separados por un solo punto y el que venza ganará muchísimos enteros para la salvación. Quedan tres jornadas que darán para mucho.