Cuesta ver a entrenadores que huyan del protagonismo, que sean la misma persona en la derrota y en la victoria, en los malos y en los buenos momentos. Natxo González es uno de esos técnicos que en el tapete verde se transforman y se vuelven irreconocibles en relación con su actitud en una rueda de prensa. Delante de los micrófonos es una persona tranquila, pausada en sus intervenciones y con un saber estar impactante. Dentro del campo es un entrenador hiperactivo, muy metido en lo táctico y que no para de corregir a sus jugadores.

Una obra para la historia

El técnico rojinegro es un de aquellas personas que no buscan los elogios, de las que no le gusta ser el centro de los focos y de las que bajo su figura sobrevuela un aura de serenidad y determinación impactante. Quizás es por ello que no tiene la fama que merece en muchos de los campos del fútbol español, su obra en el Reus Deportiu quedará para la historia, aquellos aficionados que lo han disfrutado durante estos dos años han visto uno de los equipos con mayor madurez y trabajados a nivel estatal. Un conjunto fiel a un estilo inculcado desde un primer momento por su entrenador, capaz de lucir su virtud asociativa en campos de dimensiones reducidas como el del Cornellà, o de hacerlo en estadios emblemáticos como el Vicente Calderón.

Un compañero periodista de Santander me comentaba que de donde había salido el Reus, que como podía ser que jugase tan bien. En ese instante, mi mente llegó a una conclusión, el equipo rojinegro era un fiel reflejo de su técnico, brillante pero que pasaba desapercibido a su vez. En esa tesitura entrenador y club se han manejado a las mil maravillas durante estos dos años, y finalmente el premio ha llegado. No solo ha sido un ascenso, la forma de hacerlo ha sido sublime, superando a un Racing de Santander tanto en la ida y en la vuelta, asumiendo con esa naturalidad desbordante la superioridad de la que hacían gala en cada acción durante los 180 minutos que ha durado la eliminatoria.

La temporada que viene Natxo González entrenará al club rojinegro en la Liga Adelante. Hay algo de lo que nadie duda, el técnico vasco seguirá siendo el mismo ocurra lo que ocurra en la temporada. Hiperactivo en el área técnica, pausado delante de los micrófonos. Así como su plantilla, da igual si se juega en Vallecas o en El Alcoraz, la propuesta será la misma. El Reus Deportiu será más reconocido aunque no perderá su esencia de aquel equipo del Baix Camp que las mata callando…