Seis años, han pasado ya seis años de la última fase de ascenso a la categoría de plata por parte de uno de los históricos del fútbol español. El tiempo ha pasado y las circunstancias son bien diferentes, tras el descenso sufrido en la siguiente temporada y una larga travesía por la 3º división, los del Lérez recuperan una estabilidad necesaria tras retornar a la categoría de la cual son de los más longevos.

Un año de sobresaltos

Transcurrían los tiempos más complicados en la historia reciente de los pontevedreses. Lejos quedaban esas temporadas en la que los granates 'se colaban' por decreto y holgadamente en los play off. Eran otros tiempos. Economicamente delicados y con una deuda que hacía del club una institución insostenible.

El elegido fue Roberto Aguirre para dirigir el timón del equipo. A su lado, Miguel Alonso que retornaba al club tras haber sido jugador del filial antaño. La derrota sufrida por los de la capital en casa ante el Montañeros precipitó el adiós del asturiano. Miguel continuaba, en este caso cómo mano derecha de un ilustre del fútbol español: Pablo Alfaro.

Comenzó su andadura en Vigo con un 0-1 ante el Celta B tras 'coger' al equipo 10º clasificado a 5 puntos de la fase de ascenso. Corría la jornada 15 y, tras una temporada intensa y complicada en lo institucional, el equipo realizó un final temporada impecable. Se jugaron la temporada a una carta, una carta llamada Mendizorroza dónde, el conjunto babazorro ocuapaba la cuarta plaza con 62 puntos, los visitantes la quinta con 60. Sólo valía ganar. Argumentos había y retornó la famosa 'marea granate' con alrededor de 1500 foráneos en las gradas.

El final fue feliz y un vasco (Ibán Espadas) con un certero cabezazo dio la victoria para entrar en play off sobre la bocina. Era el éxito del trabajo, el éxito de un grupo que, sin cobrar y con generosidad entre ellos formaron un ambiente de fe.

Tras la hazaña de entrar como cuartos clasificados recibieron el primer escollo, un Oviedo que, tras perder en Pasarón (lleno hasta la bandera) no fue quién de eliminar a los granates. Se pasó de ronda y los de Alfaro se midieron a un Alcorcón que llegaba cómo primero tras caer ante el Granada. El desenlace no fue el deseado; no exento de polémica y tras un 0-0 en Pasarón, los madrileños vencieron en Santo Domingo y eliminaron a los gallegos. A pesar de la derrota, una afición mermada y sin apenas ilusión volvió a renacer recordando los mejores tiempos.

Una química especial

Ambos formaron un vínculo sólido que va más allá de los terrenos de juego. Pablo Alfaro al que muchos aluden que en su éxito reside 'el saber transmitir' escoltado por un Miguel Alonso incansable en la faceta de análisis y aporte de ideas. Dos apasionados del balón.

Su homólogo coincide con tal afirmación: "Pablo es una persona íntegra dónde las haya. Una de las mayores virtudes es la de transmitir con la palabra y el ejemplo. Aunque transmite más con la escucha (es un enamorado del dejar hablar). Él tiene en cuenta todas las opiniones a pesar de que tenga la última palabra. Nunca prejuzga (posiblemente cansado de que lo sufra), no es su estilo"

Sobre su figura lo tiene claro: "nadie al cual 42.500 personas corean 'Pablo es nuestro líder' es una persona cualquiera"

Ambos en la actualidad

El técnico aragonés comenzó la temporada copresentando (junto al periodista Paco Caro) el programa de TVE: Estudio Estadio. Asimismo, continúa viendo fútbol por la península.

En las últimas horas se ha publicado un posible interés por parte del UE Lleida para hacerse con sus servicios.

Por su parte, el moañés Miguel Alonso se dedica al entrenamiento en el gimnasio 'QPRO Gym' en Galicia. Defensor acérrimo de la regulación profesional en redes sociales (@AlonsoCMiguel) de la actividad física, es licenciado en tal disciplina.

Siempre al lado de Pablo (etapas en Huelva, Leganés o Marbella) esperarán una oportunidad en el mundo del balompié, su gran pasión.

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Sobre el autor
Adrian Godar
Cubriendo el Coruxo experiencia en Galicia Confidencial y Galifútbol.