Pablo Infante ha anunciado este viernes que no continuará en el CD Mirandés. El jugador que lideró aquel mágico equipo copero que emocionó a toda España jugará la temporada que viene lejos de Anduva, estadio que le vio propserar año a año como futbolista. A pesar de tener contrato, Carlos Terrazas declaró en rueda de prensa hace unas semanas que ese contrato "tiene varias interpretaciones", dejando entrever que no contaba con él para su nuevo proyecto. Racing de Santander, Alavés, Ponferradina y Valladolid son los equipos que más papeletas tienen para contratar al atacante burgalés.

Será su primera experiencia deportiva fuera de Burgos, pues en los cinco clubes en los que ha militado se encuentran en dicha provincia castellano-leonesa. Infante comenzó a dar sus primeras patadas a un balón en las categorías inferiores del Real Burgos CF. Con la desaparición de este, puso rumbo a Lerma, donde militó en el Racing Lermeño durante tres temporadas. La campaña 2002/2003 la disputó con el Río Vena, para después fichar por la Arandina. En Aranda del Duero estuvo dos temporadas, para en verano de 2005 unirse al CD Mirandés, su equipo hasta este mismo mediodía.

Con el equipo de Miranda de Ebro ha logrado dos ascensos de categoría: a Segunda División B en 2009 y a Segunda División en 2012. No obstante, su momento cumbre como jugador rojillo llegó durante la Copa del Rey 2011/2012. En aquella edición del torneo del KO, el conjunto burgalés, que por aquel entonces militaba en la categoría de bronce, logró llegar a semifinales tras dejar en la cuneta a tres equipos de Primera División. Villarreal, Racing de Santander y Espanyol, por ese orden, fueron las víctimas mirandesas antes de enfrentarse al Athletic de Bilbao en el último escalón previo a la final.

No obstante, los hombres dirigidos por Carlos Pouso no pudieron con uno de los equipos más emblemáticos y laureados de la competición, y dijeron adiós al certamen tras caer por seis goles a dos en San Mamés. Sin embargo, el equipo ya había hecho historia, y tras el partido final Pablo Infante se proclamó máximo goleador del torneo con siete tantos. Tras el ascenso a Segunda, Pablo Infante perdió gran parte del protagonismo acaparado en temporadas anteriores, e incluso llegó a pasar a un segundo plano. A pesar de ello, en el curso 2013/2014 anotó 9 goles en 32 partidos disputados.

No fueron suficientes para evitar el descenso del equipo, y ese factor, unido a que -como hemos dicho- no cuenta con la confianza del míster, han provocado que Pablo tenga que emigrar de la que ha sido su casa durante los últimos nueve años. A sus 34 años, afronta la última etapa profesional de su carrera, y si esta temporada no lo remedia, el hombre que enamoró futbolísticamente a España puede retirarse del fútbol sin haber jugado en Primera División.