Jesús Hevia Martínez es claramente el ídolo de la afición del FC Cartagena, en la temporada en el que los albinegros peor lo están pasando en el fútbol de bronce. El asturiano marcó el gol de la victoria, el pasado domingo, en el duelo directo de los de Manolo Palomeque contra el Lucena CF.

Con dicho tanto, el media punta encadena una racha de cuatro partidos consecutivos marcando. Pero la importancia de los ex del Marino de Luanco, reside también en que están viniendo en una época en la que el resto de sus compañeros están completamente faltos de puntería, como evidencia el hecho de que suyos hayan sido ocho de los últimos diez tantos del equipo.

El asturiano no comenzó la temporada teniendo un sitio habitual en el once inial, pero su polivalencia le permitió ir ganando minutos. Hevia ha jugado, a lo largo de esta temporada, de interior zurdo, pivote, enganche y delantero centro. Es el máximo goleador del equipo con diez tantos y, de los nueve partidos en los que ha anotado, sólo en uno de ellos, el Cartagena no puntuó.

El centrocampista está acostumbrando a su afición a ser el héroe que aparezca en los momentos de mayor necesidad. Ya su primer gol, en la jornada ocho, contra el San Roque de Lepe, sirvió para arañar un empate in extremis y no volver a la ciudad portuaria de vacío. Cuando volvió a marcar, fue tres jornadas después, en casa contra la RB Linense, dónde un trayazo suyo, en el minuto 88 de partido, supuso la primera victoria del equipo que entonces entrenaba Simón Ruiz, en calidad de local. Lo mismo sucedió en el partido de vuelta contra el San Roque de Lepe, dónde en los minutos finales volvió a anotar el gol de la victoria, o contra el CD El Palo, rompiendo el empate, tras un marcador inicial en contra, con un gol de bella factura que le sirvió para llevarse el premio de mejor gol de la jornada en Segunda B.