El Hércules necesita un milagro para que su descenso a 2ºB no se produzca esta noche a las 21:00 en Miranda del Ebro. Lo esperado es que ni si quiera consiga llegar vivo a su último partido en casa ante su afición, la próxima jornada frente al Barça B.

Esta previa podría ser un mero análisis deportivo del partido de esta tarde. Sin embargo, sería una previa alejada de la realidad del equipo. Por desgracia en Alicante, y mucho menos en el club, nadie confía en un milagro y la planificación de la temporada siguiente en 2ªB es una realidad. Si es que hay temporada el año que viene para el Hércules.

Pero la información es lo primero: no se esperan novedades en el once. A excepción del francés Sissoko, que podría entrar junto con Héctor Yuste para suplir a un desafortunado Javi Hervás. Se espera que el canterano Juanma continúe en la alineación.

Ahora comienza una previa que es una crónica de defunción. El Hércules ha firmado una temporada nefasta. Los datos lo confirman: acumula once jornadas sin ganar. Es decir, ha tenido un final de temporada pésimo que valdrá el descenso. Además, toda la campaña ha caminado en el alambre y ha esperado a los últimos pasos para resbalar y caer al vacío.

La llegada de Jokanovic no ha dado el resultado esperado. Pero lejos queda el serbio de ser culpable de nada. Serán otros muchos los que esta tarde deberán acudir a la finalización del partido para firmar el acta de defunción. Los jugadores han mostrado su peor versión todo el año. A pesar de que venían con gran cartel y con altas aspiraciones el rendimiento ha dejado mucho que desear.

Quique Hernández no ha estado acertado, además. Ni en la planificación, ya que aceptó una plantilla descompensada que ha lastrado muchos partidos, ni en las decisiones a pie de campo, perjudicando al equipo con diversos cambios y planteamientos sombríos. Su marcha fue tardía y quizás una dimisión le habría llevado a los altares y no al infierno.

No obstante, el principal culpable es probable que no acuda al velatorio. Enrique Ortiz ha llevado al principal equipo de Alicante a la deriva con su nefasta gestión a lo largo de 15 años. Tres procesos concursales lo ratifican. Es decir, el Hércules quiebra cada cinco años con Ortiz al frente.

Es posible que el principio del fin fuera hace dos años, cuando, tras una buena temporada con playoff incluido, pusiera el club patas arriba con la llegada de su yerno, Javier Portillo. El proyecto de Sergio Fernández se hundió y sólo el milagro de la temporada pasada permitió que el infierno se retrasase un año. Y ese destino llega hoy en Anduva.

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