Tras 13 horas de viaje en autobús, los jugadores verdiblancos, hartos de no cobrar y de la situación que están viviendo, se pusieron sus uniformes, se calzaron las botas y salieron al césped del Juegos Mediterráneos y mostraron su cara más aguerrida. Pelea, lucha, presión y mucha, pero que mucha ilusión. Una ilusión que el Almería no ha sabido parar y que ha podido con los andaluces en un partido algo anodino salvo los últimos minutos.

Primera parte aburrida

La primera parte comenzaba con un Racing que presionaba de forma muy intensa, no dejando jugar al Almería que intentaba mantener el balón con posesiones largas. Pero el peligro no llegaba, salvo por alguna acción de Mariano, el más activo de los visitantes, que peleaba cada balón como si fuera el último. La primera del partido fue para Oriol, que remató muy forzado una falta botada por Durán. El Almería respondía con posesiones más largas y con remates lejanos como el de Suso o el balón largo hacia Óscar Díaz, que atrapó Mario.

Fuente: El Diario Montañés

El partido siguió por los mismos derroteros, sin demasiado ritmo, con un Racing peleón y un Almería que contemporizaba y guardaba sus espaldas y tocaba la pelota. Por las bandas fue por donde llegaron las aproximaciones más peligrosas. Fran Vélez y Aleix Vidal, por el Almería, y Saul e Iñaki por el Racing llegaban a línea de fondo continuamente. En una de esas, Fran Vélez ponía un balón peligrosísimo que tocaba en Iñaki y se envenenaba. Mario estaba atento y despejaba a córner.

Ocasiones para ambos conjuntos

Y al filo del descanso llegarían las ocasiones más peligrosas para uno y otro equipo. Primero fue Suso, quien recibió un centro de Vidal en el segundo palo pero su remate golpeaba en Orfila y se iba fuera. Por su parte, el Racing la tuvo instantes después. Balón largo buscando a Mariano en el área y el alicantino que controló y remató a portería, pero Ustari estuvo atento para detener. Aun así, el verdiblanco controló con la mano y la jugada quedó invalidada.

Y así se llegaba al final de la primera mitad, con un Racing que lo intentaba con lucha y pundonor y un Almería que prefería guardarse las espaldas en defensa. Un partido no demasiado entretenido de cara al espectador, pero intenso y competido sobre el césped.

El Almería aprieta

La segunda mitad comenzaba en la tónica general del partido. El Almería controlando la posesión y el Racing presionando e intentando salir rápido. Aun así, fue el Almería quien más lo intentó en la reanudación. Óscar Diaz no aprovechó un gran pase de Suso y falló prácticamente solo ante la portería, un gol que hubiera adelantado al Almería. Otro balón al área puso en problemas a Mario que acabó en el suelo tras un choque con Óscar Diaz, que no acertó a rematar. Instantes después, Mario detenía un disparo fácil. Marcelo Silva también lo intentó con un disparo lejano que se fue alto.

Camino hacia los cuartos

La defensa racinguista se imponía al ataque almeriense, con un gran partido de Javi Barrio, destacado en la zaga visitante. Y fue a partir de ahí cuando llegó la apoteosis verdiblanca con el gol de Mariano. Koné recibió un balón, descargó a la banda para Orfila que puso un buen balón para que Mariano rematara con un cabezazo espectacular, picado, cruzado, ante el que Ustari solo pudo quedarse mirando. Se adelantaba el Racing y se lo ponía complicado a un Almería que necesitaba dos goles para pasar de ronda.

La guinda del pastel

El Almería no podía entrar en la fortaleza verdiblanca y los andaluces, desquiciados, tocaban y tocaban sin ningún fin. Y entonces llegó la puntilla. Rubén Durán, con una preciosa volea desde una posición algo escorada que se coló por la escuadra contraria de la portería de Ustari.

Y a partir de aquí el partido se acabó. El Almería necesitaba tres goles y la gesta era harto complicada. Corona lo intentó de falta pero su disparo se marchó desviado. Entre tanto, Koné pudo poner la puntilla pero marró un mano a mano con Ustari cuando le tenía prácticamente vencido. Al final, destacar una gran intervención de Mario a disparo de Marcelo Silva.

Fuente: El Diario Montañés

Y así se llegaba al final del encuentro. Los jugadores verdiblancos salieron ovacionados por el público local. Y es que el Racing sigue haciendo historia.

Una plantilla que lleva varios meses sin cobrar, dentro de una gestión lamentable y oscura, pero con unas ganas y una afición que les empujan a la victoria y a seguir haciendo historia. La próxima parada serán los cuartos, con el Villarreal o la Real Sociedad enfrente. Pero eso será ya otra historia.