El Real Jaén recibió al Granada B en La Victoria para la disputa de una nueva jornada del Campeonato Nacional de Segunda División B. Los blancos, afrontaron este partido con la premisa de obtener una nueva victoria en casa para engancharse a los puestos de cabeza. Por su parte, el filial granadino llegó a la provincia vecina con la aspiración de conseguir un buen resultado que les mantuviese en posiciones altas. Gonzalo Arconada alineó de inicio a los once futbolistas que vienen saliendo de titulares en las últimas jornadas. El técnico donostiarra ha encontrado su once tipo y no consideró oportuno tampoco en esta ocasión hacer cambios.

Comenzó el encuentro y el ambos equipos salieron bien plantados sobre el terreno de juego. El primer disparo de los jienenses llegó en el minuto 12, cuando Álex Cruz lo intentó dentro del área pero su lanzamiento fue atrapado por el meta Dimitrievski. Acto y seguido, los granadinos devolvieron el golpe. Denilson fue el futbolista encargado de intentarlo desde lejos, pero su remate se fue muy lejos a la derecha de Felipe Ramos.

Álex Cruz fue el más activo en el ataque jienense

En los siguientes minutos, el Real Jaén lo siguió intentando y fue Álex Cruz el protagonista de las jugadas de mayor peligro. El extremo estuvo muy activo como de costumbre por su banda y en el 16 puso en apuros al meta del filial nazarí con un disparo desde lejos que se fue a córner. Posteriormente, en el 31, de nuevo fue Cruz el que o intentó a media distancia pero de nuevo su disparo acabó en saque de esquina al ser repelido por Dimitrievski.

El Granada B intentó hacerse con el dominio del esférico para intentar incomodar a la zaga jienense pero su objetivo no se vio cumplido en esta primera mitad. Carmona vio cartulina amarilla en el 43 y ambos conjuntos se marcharon a vestuarios con el mismo resultado que al comienzo pero con mejores sensaciones por parte de los locales.

El Granada B salió con una marcha más 

Tras la reanudación, el Granada B salió sobre el terreno de juego con la intención de poner más presión sobre el juego combinativo jienense. El Real Jaén sin embargo, tampoco salió mal posicionado y a los visitantes le costó llegar a las inmediaciones de la portería defendida por Felipe Ramos ante el buen posicionamiento de los hombres de Arconada. 

Pero en el 52, un fallo de la defensa blanca condicionó el resto del partido. La pasividad de la zaga del Real Jaén hizo que Navarrete interceptase el esférico al borde del área y Felipe Ramos ni pudo inmutarse para intentar evitar el primer tanto de la tarde. 

Tras el tanto del Granada B, el técnico del Real Jaén movió el banquillo y dio entrada al luso Nuno Silva y al malagueño Cala para sustituir a Sergio Molina y Pablo Ortiz respectivamente. Pero los cambios no fueron suficientes para dar aires nuevos a un conjunto local que no se encontró en el terreno de juego. Fede sustituyó a Álex Cruz en el 73 y Arconada agotó cambios. Por parte del Granada B, Campos sustituyó anteriormente a Uche por Sulayman y a Clifford por Peñaranda.

El partido comenzó a estar cada vez más abierto y los contragolpes del Granada B llevaron mucho peligro sobre la meta jienense. Los locales hicieron méritos para conseguir la igualada e incluso el colegiado anuló un golazo a Hugo Díaz. Posteriormente, Santi Villa envió un buen centro desde la banda izquierda a Fede que el argentino remató sin peligro a las manos de Dimitrievski.

El Real Jaén lo intentó el Granada B contragolpeó

El encuentro fue ganando en ritmo e incertidumbre con el paso de los minutos pero a pesar de la insistencia de los jienenses por igualar la contienda, el Granada B supo como amarrar el resultado y acercarse a los minutos finales con la ventaja en el electrónico. Lo intentó a la desesperada el conjunto de Arconada y el Granada B estuvo muy cerca de ampliar la ventaja en dos ocasiones a la contra.

Pero no hubo tiempo para más. El colegiado decretó el final de un partido que sitúa al filial nazarí en las posiciones altas de la tabla clasficatoria y deja cada vez más lejos al Real Jaén de sus aspiraciones por estar arriba en la clasificación de un grupo cuarto que cada vez se pone más igualado.