No hace más de cinco meses, el Real Jaén mantenía el pulso en las posiciones altas de la tabla clasificatoria. Ahora, el club jienense ocupa la décima posición del Grupo IV de la Segunda División B y a falta de la conclusión del campeonato liguero no tiene opciones de aspirar ni a posiciones que dan derecho a la disputa de la Copa del Rey.

Desde diciembre, los trabajadores del equipo largarto no han percibido recompensa económica a su trabajo. Sin embargo, la profesionalidad de una plantilla con un corazón pocas veces visto en un deporte cada vez más egoísta en muchos aspectos, ha hecho que el Real Jaén no le haya perdido el pulso a la competición y haya podido pelear de tú a tú con todos los rivales a los que se ha enfrentado.

Resta una jornada para la conclusión del presente curso liguero. El Cádiz CF rendirá visita a un Real Jaén que tendrá que disputar el partido en un Estadio de La Victoria que no cuenta con luz ni agua caliente. Ni el césped podría ser cortado de no ser por la colaboración de La Peña el Chato que ha aportado bidones de gasolina para poder echar a andar la maquinaria.

Tampoco hay dinero para pagar a los colegiados. Los aficionados harán una colecta al comienzo del partido para poder sufragar este gasto esencial, que de no realizarse, podría traer consecuencias negativas a una entidad muy maltratada por la mala gestión. Una gestión que a día de hoy se encuentra desierta. La anterior directiva abandonó el barco para dejar paso a una nueva gerencia que exige cuentas pasadas para coger el timón.

El abuelo ya salió de alguna que otra operación a vida o muerte. Ahora, necesita la llegada de un médico que recupere sus constantes vitales. De no ser así, la deuda ganará esta vez la partida a la historia. Futuro demasiado cruel y negro para miles de fieles corazones blancos.

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Sobre el autor
Carlos Martínez Moral
Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga. Coordinador, redactor y editor de CINE VAVEL. Contacto: [email protected]