Se avecina uno de los encuentros de la temporada para el Real Murcia. El Sevilla Atlético, cuarto clasificado del grupo, visitará Nueva Condomina con el objetivo firme de alargar su excelente temporada. Segundo equipo más joven de la categoría, los nervionenses son un filial tan poderoso como utópico ya que, a sus granes individualidades, suma una solidez, cohesión y trabajo colectivo a la altura de muy pocos. Un bloque talentoso y sólido que lucha por volver a la categoría de plata.

Convergencias

Decíamos que el Sevilla Atlético es un gran filial, hecho que no reside únicamente en la calidad de sus individualidades. Pues, como buen filial, el hispalense comparte la gran seña de identidad que ha acompañado al club durante su exitosa última década: la intensidad sin balón. El Sevilla Atlético es uno de los equipos de mayor trabajo defensivo del grupo IV. Un trabajo muy pulido, eficaz y que involucra a todo el bloque sin excepción.

La intensidad sin balón, gran seña de identida de la marca SevillaEn cuanto a la forma de ejercer dicho trabajo, el equipo suele desplegar una presión en campo rival 2+3. Es una fase que simplemente busca acompañar y direccionar la salida de balón hacia los costados, lugar donde la marca Sevilla luce realmente. En cuanto el equipo rival supera el mediocampo, uno o dos hombres se lanzan a por el receptor de balón. Intensidad, agresividad y presión sobre el poseedor, que se ve obligado a pensar y ejecutar en décimas de segundo, produciéndose asiduamente la pérdida de balón.

Se trata de un pilar fundamental en su idea de juego, desarrollado con constancia sea cual sea la situación o escenario. Si el Real Murcia quiere enlazar tramos de buen juego deberá pensar y actuar más rápido que nunca en campo rival (para lo que cuenta con armas suficientes), pues los blanquirrojos han demostrado ser capaces de reducir el tiempo de posesión de su oponente en campo rival a niveles paupérrimos.

Y divergencias

Dejando a un lado el plano defensivo y centrando el análisis en el ofensivo, la segunda pincelada diverge ligeramente de lo que estamos acostumbrados a ver los de Emery. Si bien el primer equipo suele basar su juego en las transiciones rápidas, el filial es un conjunto más pausado con balón. Si el rival no presiona, trata de ejecutar una salida limpia desde atrás, ganando altura y buscando profundizar por los costados.

Dicha labor recae principalmente en la columna formada por Diego González, Cotán y Borja Lasso, jugadores con un trato y dominio de balón exquisito que suelen actuar centrados y a tres alturas diferentes. Ellos son los encargados de dar salida desde la defensa y hacer que el cuero llegue a los laterales, gran foco de ruptura del juego hispalense.

Y es que, volviendo a las similitudes con el primer equipo, el Sevilla Atlético tiene en los costados su gran fuente de producción ofensiva. Tanto Carmona como Matos son laterales muy profundos, capaces de acompañar la jugada y llegar hasta la inmediaciones del área con asiduidad. Por su entendimiento con los atacantes e influencia en el juego pasará gran parte del éxito de las ofensivas del cuadro sevillista, acostumbrado a cargar el área con varios hombres en los centros laterales.

Cuna de talento

Tratándose del filial de uno de los mejores conjuntos de Europa, no es de extrañar que cuente con algunos de los jóvenes más prometedores del país. De entre todos ellos, sobresale la figura del antes mencionado Cotán. Un mediocentro muy técnico, aseado en sus movimientos, con gran visión de juego y mucha ascendencia con balón. Siguiendo esa línea, emergen además los nombres de Borja Lasso, un mediapunta muy móvil, hábil con el balón y con gran último pase, o Diego González, un central tan poderoso físicamente como diestro con el balón en los pies.

Cotán y Borja Lasso son jugadores con un trato y dominio de balón exquisitoPor último, en la vertiente más ofensiva, el peligro del filial sevillista reside en los pies de Ivi y Carlos Fernández. El primero es un segundo punta de gran ratio de acción, veloz, desequilibrante, goleador y con un gran golpeo de balón. El segundo es el pichichi del grupo con 13 goles; un nueve puro, corpulento, eficaz y muy rematador. En definitiva, el Sevilla Atlético cuenta con argumentos suficientes para ser uno de los mejores cuadros que pasará por Nueva Condomina, en lo que promete ser uno de los choques del año. 

Con 13 tantos, Carlos Fernández es el pichichi del grupo
Con 13 tantos, Carlos Fernández es el pichichi del grupo