25 de octubre de 2015. Era la fecha en la que el Jumilla había perdido su último encuentro en casa. En más de siete meses de competición, únicamente UCAM y Marbella había conseguido vencer en el feudo vinícola, por lo que la visita del Real Murcia al Municipal de La Hoya se antojaba, cuanto ni menos, complicada. Además, las dudas dejadas por el equipo en el último compromiso en casa, sembraban más incertidumbre en el seno de un Real Murcia que, eso sí, saltaría al césped sabedor del pinchazo de su rival más directo pocas horas antes.

Vendaval

Con un ambiente inmejorable en las gradas, gracias a los aproximadamente mil murcianistas desplazados hasta la localidad norteña, arrancó una primera parte frenética. En 45 minutos para el recuerdo, granas y vinícolas dejaron un duelo plagado de velocidad, vértigo y continuas embestidas contra el rival. Un frenesí donde el Murcia fue superior, y en el que apenas necesitó cuatro minutos para asestar el primer golpe. Sergio García, que recuperaba la titularidad, recibió en izquierda, centró con su zurda e Inestal, en una jugada muy parecida al tanto grana frente al Mérida, la envió al fondo de su portería.

Intenso, vertical y agresivo, el Murcia reavició esa chispa en su juegoLas cosas se ponían de cara muy pronto para un Real Murcia que, por delante, ya no bajaría el pie del acelerador. Los granas completaron una primera mitad enormemente convincente. Muy intensos, verticales, precisos con el balón, agresivos en la presión y las ayudas en los extremos… el equipo reavivó esa chispa, esa alegría en su juego, y las ocasiones no se hicieron esperar. Primero, con dos remates de Satrústegui tras sendos centros a balón parado, y poco después gracias a una contra llevada por Germán que Fran Moreno acabaría marrando.

Fran Moreno brilló un día más como rferencia arriba | Imagen: Vicente Vicéns (AGM)

Enfrente, el Jumilla trataba de desquitarse de la buena sujeción pimentonera. El buen trabajo defensivo de los extremos tenía muy lejos a Chirri y Christensen, mientras que la pareja de centrales secaba por completo al siempre peligroso Etamané. Con este escenario, no fue de extrañar que la mejor oportunidad jumillana llegara tras un remate de falta, el cual se estrelló en el larguero.

En el ala opuesta, los robos en medio campo y la terrible movilidad de la pareja Moreno-Álvarez rompían una y otra vez el débil entramado vinícola. Finalmente y traspasada la media hora, la insistencia pimentonera dio fruto, en una acción en la que Fran Moreno sacaría las costuras a la defensa jumillana a balón parado. De nuevo la zurda de Sergio García colgó el balón, Seral no midió bien su salida y el pamplonica cabeceó dentro, asestando el golpe definitivo a una convincente primera parte pimentonera.

Desequilibrio en la balanza

La segunda mitad no se distinguiría mucho de la primera. Al menos hasta el 52, cuando tuvo lugar uno de los momentos del choque. Fran Moreno, en un golpe desafortunado con Neftalí, se fracturó la nariz y tuvo que ser sustituido. En su lugar entró Rafa de Vicente, dejando a Chavero el puesto en la mediapunta. Siendo uno de los mejores sobre el verde, la sustitución del pamplonés afectó incluso más de lo que cabía esperar al Murcia. El equipo perdió mucha presencia arriba, pues Chavero ocupó un puesto más cercano al  mediocampo, y el Jumilla creció.

Sin Fran Moreno, el Murcia perdió presencia arriba y el Jumilla creció

Los locales adelantaron poco a poco sus líneas y a base de envíos directos y lanzamientos de falta embotellaron a los pimentoneros. Tal fue la crecida que, en una falta concedida por Satrústegui al borde de la frontal, Rubén de la Cuesta recortó distancias con un maravilloso lanzamiento. El Jumilla había logrado poner contra las cuerdas a un Murcia que, incapaz de salir de su campo, se vio condenado a achicar balones sin descanso.

La zaga grana supo contrarrestar el podería aéreo jumillano | Imagen: Vicente Vicéns (AGM)

Etamané, cada vez más presente, remató desviado y Neftalí, con dos cabezazos, rondó la igualada. Sin embargo, llegados los últimos minutos, el continuó sin llegar y el desgaste físico del choque devolvió la igualdad al partido. Ya en ls prolongación, con el Jumilla desfondado, los granas estuvieron cerca de ampliar su renta, pero el marcador no se movió más.

El colegiado decretó entonces el final y los jugadores acudieron hasta la grada donde estaba hospedada la masa grana, fundiéndose en abrazos con la misma. Victoria final por 1-2 de un convincente Real Murcia. Tras una gran primera parte, donde la renta de 0-2 pudo ser aún mayor, la ausencia de Fran Moreno desestabilizó a los de Aira, que tuvieron que embarrarse un día más para preservar tres puntos muy valiosos. El empate del UCAM y la derrota del Cádiz dejan al Real Murcia líder indiscutible de la clasificación, con cuatro puntos de ventaja sobre el cuadro universitario, que visitará Nueva Condomina la próxima semana.