Por suerte o por desgracia, el fútbol es un deporte tan rico que se presta a ser analizado desde un amplio abanico miras. Todo el mundo, independientemente de cual sea su conocimiento, tiene la capacidad de esgrimir una opinión sobre cualquier partido, jugador o aspecto del juego. Es un hecho que da más riqueza al juego en sí, pues aumenta el número de puntos de vista, pero que a la vez facilita caer en la injusticia. Y es que, por más que nos pese, una simple tabla de resultados basta para dar una opinión en esto del once por once.

Los halagos se han teñido en críticasPese a los merecimientos para cuajar un mejor resultado, la última derrota ante el UCAM ha elevado las críticas sobre el Real Murcia. El único punto de doce posibles sumado por los granas las últimas semanas ha encendido las alarmas sobre club, entrenador y jugadores, para quienes los halagos se han teñido en críticas. Uno de los protagonistas en saltar a la palestra ha sido el asturiano Carlos Álvarez, quien acumula ocho encuentros sin ver portería.

Al servicio del colectivo

Con los números en la mano y a tenor de su posición en el campo, resulta fácil caer en el análisis básico al que vive sujeto el delantero durante toda su carrera. Aquel que únicamente depende de que la pelotita acabe o no entrando y que, por otro lado, hace justicia a ese modelo de delantero cuyo único aporte es el de anotar goles. No obstante, Carlos Álvarez no es ese delantero. No es Ronaldo Nazario, no es Batistuta, no es Hugo Sánchez. Jugadores con un don especial, capaces incidir en el juego única y exclusivamente para introducir la bola en la portería.

El gol es un complemento más a su rendimiento, y no un baremo fijo sobre ésteCarlos Álvarez es un funcionario. Un tipo que salta al césped con la única misión de ponerse al servicio del equipo un choque tras otro, constante, incansable. Un delantero diferente, para quien el gol no deja de ser un complemento más a su rendimiento, y no un baremo fijo sobre éste. Solo hay que poner la lupa en su fase de sequía goleadora, durante la cual el guaje ha sido capaz, sin anotar un solo tanto, de ser uno de los granas más destacados recurrentemente.

Carlos Álvarez tras su gol a La Hoya Lorca | Imagen: Guillermo Carrión (La Verdad)

Ante Almería, Jumilla o UCAM, el asturiano cuajó partidos enormemente positivos para los suyos. Ahogando la salida rival, moviéndose y ofreciendo opción de pase por todo el ancho del terreno, cayendo a banda para combinar e incluso asistir… grandes actuaciones de un jugador que siempre hace su trabajo, con gusto y a las mil maravillas. Un funcionario cuyo afán colectivo está muy por encima de los registros o marcas personales.