Un nuevo proyecto futbolístico en Salamanca parece dar comienzo. Tras la desaparición de la Unión Deportiva Salamanca ante la negativa de Juan José Hidalgo Acera a dar luz verde al convenio, éste ya prepara su club para la próxima campaña. Si hace unos días los administradores concursales aceptaban, fuera de plazo, su oferta de 250.000€ por los derechos federativos, hoy ha sido el Juzgado el que ha hecho propio.

La Real Federación Española de Fútbol ya ha recibido el auto judicial, lo que implica que ahora estén en proceso de tramitación para otorgar a la entidad ‘Desarrollos y Proyectos Monterrubio SL’ la plaza de Segunda División B de la Unión, que ha sido la comprada. La empresa pertenece al propio Hidalgo, que cambiaría el nombre en caso de ser aceptada, como así parece que será.

La RFEF todavía podría poner trabas, aunque no parece que vaya a ser así. En un principio aceptarán la petición y el empresario salmantino podrá empezar a planificar de inmediato la plantilla, pero existe la posibilidad de que la Federación recurra la decisión de los jueces y todavía tenga que pasar por más procesos. La ley actual parece que está por encima de todo y no hay opción de que se trunque el proyecto, pero la nueva normativa, que entra en vigor el 1 de julio, obliga a pagar todas las deudas en caso de estas mal llamadas “refundaciones”.

La AFE puede provocar el descenso administrativo

El proceso se podría ralentizar, pero en cualquiera de los casos parece que está asegurada la viabilidad. Solo cabe una posibilidad de que se frene totalmente, ya que la AFE recurrirá para que se pague la deuda que se tiene con los jugadores, que es de la cantidad de 250.000€. Según esta asociación, en caso de no hacerlo, tal y como marca la ley, el descenso administrativo es obligatorio e irremediable.

Habrá que esperar al próximo lunes, que será, previsiblemente, cuando la Federación comunique su decisión respecto al futuro del nuevo club. La denuncia de la AFE podría alargarse en el tiempo, pero la viabilidad del proyecto de ‘Pepe’ parece una realidad. Los jugadores, de hecho, han mostrado reiteradamente su malestar mediante las redes sociales, calificando el hecho de “poca seriedad” y de “reírse” de ellos.