El fútbol ha vuelto a Las Llanas casi tres meses después del último partido de competición oficial disputado en el Municipal sestaoarra, remozado durante este verano para la ocasión. Y lo ha hecho con un empate sin goles entre un anfitrión, al que no le ha bastado con la voluntad y los arreones esporádicos, y un Rayo Majadahonda sin complejos, pero que pudo pagar su falta de pegada con una derrota que habría sido demasiado castigo para sus méritos contraídos.

Muchas caras nuevas sobre el césped en las filas del equipo local, desde la portería defendida por Galder al puesto de delantero centro ocupado por Azkorra. Sólo Gago, Tarantino, Eneko Rubio y Leandro repetían del equipo que finalizara sexto la temporada pasada, mientras  Portuga, Carlitos, Fidalgo y Ñoño se estrenaban en el once de un conjunto majariego que llegaba a Sestao con la intención de desquitarse de la triste derrota consechada en su anterior visita, desperdiciando su superioridad numérica.

Y a fe que lo demostraron los pupilos de Antonio Iriondo, que fueron los primeros en disponer de una ocasión para inaugurar, nunca mejor dicho, el flamante marcador de Las Llanas. Desde el primer minuto al último el Rayo intentó ser fiel a la filosofía de juego de su míster basada en el buen trato de balón, sacándolo jugado en pases cortos desde atrás, y buscando los balones al hueco de sus jugadores de vanguardia como Portilla, Jorge Félix y Ñoño.

Fabry y Güemes disputan un balón | FOTO: UGS Visión
Fabry y Güemes disputan un balón | FOTO: UGS Visión

Afortunadamente para los locales, la presión daba ciertos frutos, y permitía con el paso de los minutos asomarse a las inmediaciones de la portería del experimentado Basilio, con protagonismo para dos jóvenes de estreno en la categoría como Juan Martín y Etxaburu. El despliegue físico del centrocampista zornotzarra y la verticalidad de Pixki, cuyo marcador Rubñen era sustituido a la media hora de juego, contrarrestaban el juego visitante y así el River gozaba de algunas oportunidades como un chut de Juan Martín y, sobre todo, un remate de cabeza que no llegó a conectar bien Azkorra dentro del área.

A falta de goles, el colegiado empezaba a acumular en su cuenta un rosario de tarjetas, que llegaron a ser una docena, muchas de ellas ciertamente rigurosas. La última de la primera parte, señalada sobre Gago tras uno de los varios desajustes defensivos que durante el primer tiempo padecía el equipo local, provocaba una peligrosa falta al borde del área que afortunadamente para los de la Margen Izquierda acababa sin consecuencias.

Dominio visitante tras el descanso

El escenario cambió de decoración la segunda mitad, a pesar de que Jon González, quizá presintiéndolo, variaba su once con la entrada de Rodri para jugar volcado en banda derecha en lugar de Güemes. Una prueba que no iba a servir para generar más peligro en los sestaoarras, peligro que sí transmitían según avanzaban los minutos los majariegos. Primero fue Portilla pero el que más cerca estuvo de adelantar a su equipo en el marcador fue Ñoño con un disparo cruzado que se marchaba lamiendo la cepa del palo defendido por Galder.

El veterano portero del River subsanó una salida deficiente del primer acto, con otras rápidas intervenciones fuera de su marco que ayudaron a desbaratar peligrosas contras del Rayo Majadahonda. El River vivía en el alambre de la línea del fuera de juego para contrarrestar la superioridad patente en el centro del campo de los de Iriondo, mucho más frescos en el segundo tiempo, y dueños del balón y del ritmo del partido, sobre todo tras la salida del campo de Eneko Rubio. Precisamente el capitán del Sestao había sido el único capaz de devolver a la afición la esperanza de sumar los tres primeros puntos de liga con un remate a servicio de Pixki que se iba a estrellar en el larguero de Basilio.

La oportunidad hizo temblar el palo del portero madrileño pero no el ánimo de un equipo crecido que veía cerca el triunfo, tanto como en el gol anulado a su joven delantero de recambio, De Frutos, por una posición antirreglamentaria que generó serias dudas en el banquillo visitante.

También la había tenido antes Ñoño con un lanzamiento de falta directo, o Jorge Félix, quizá el más destacado de los suyos, con un remate que se marchó arriba, demostrando que la falta de pegada podía terminar condenando a los visitantes ante un River partido en dos, y que parecía dar por bueno el empate como mal menor. Poco faltó para este desenlace si Yanis, el último de los cambios efectuados por ‘Peli’ hubiera acertado ya en los minutos de descuento, primero con un chut fuerte desde duera del área, y poco después tras quedarse a escasos centímetros de rematar en boca de gol un buen servicio desde la derecha de Gago.

Fue la última ocasión de un partido de ritmo intermitente que demostró las carencias típicas de dos equipos en rodaje, más en los locales, que acusaron la pérdida de fuelle en la segunda parte, y una suerte de errores defensivos que ninguna de las dos escuadras supo aprovechar en ataque para deshacer un marcador inicial que en cierta medida pudo considerarse justo.

 

Puntuaciones VAVEL 2B

Sestao River Rayo Majadahonda
Galder 5,5 Basilio 6
Gago 6,5 Rubén 4,5
Jon García 6,5 Oliva 6
Tarantino 6 Cidoncha 6,5
Magdaleno 5,5 Portuga 6
Juan Martín 6 Fabry 7
Eneko Rubio 6 Fidalgo 7
Güemes 5 Carlitos 6,5
Leandro 6,5 Ñoño 6,5
Pixki 7 Jorge Félix 7
Azkorra 5 Portilla 6,5
Suplentes
Rodri 5 Núñez

  5,5

               Eleguezábal 5 De Frutos 5,5
Yanis 5,5 Rubén Blanco 5,5