Con la esperanza de disfrutar de la primera alegría de una temporada hasta el momento aciaga, Las Llanas será uno de los tres campos vizcaínos de la categoría de bronce agraciados con la disputa de un derbi provincial. La visita de un Amorebieta igualmente necesitado de los tres puntos en juego para no compartir el sufrimiento que actualmente padece también el Sestao River en el fondo de la clasificación, otorga un punto de dramatismo extra a un derbi entre dos conjuntos que parecían consolidados en el grupo, y que, sin ir más lejos, terminaban el pasado curso copando junto al Arenas los puestos que daban acceso a la Copa del Rey esta temporada.

Malos tiempos sin duda para el Amorebieta, que afronta su desplazamiento a la Margen Izquierda en una incómoda decimoséptima posición, con 16 puntos, a dos de la virtual salvación, pero que parece haber tomado aire gracias a los enfrentamientos de rivalidad provincial.  En efecto, los de Urritxe sufrieron una racha de tres derrotas consecutivas de la que parecen salir gracias a sus tres últimos compromisos ante Zamudio (1-0), Bilbao Athletic (0-0) y Barakaldo (2-2).

El 'Amore', invicto en Vizcaya

El conjunto zornotzarra quiere seguir manteniendo la condición de invicto que atesoran en el total de cinco derbis vizcaínos en los que han conseguido sumar 11 de los 16 puntos que disfrutan en la clasificación, si a los encuentros citados añadimos sendas victorias ante Gernika (3-1) y Leioa (2-3). Semejante estadística favorable permite que los de Larrazábal acudan con optimismo a un campo que no  ha sido excesivamente propicio en sus precedentes en la categoría; y es que, en los cinco ocasiones que River y Amore se han visto las caras en Segunda B, el balance se muestra favorable a los de casa, que se impusieron en tres ocasiones, por un empate, y una sola victoria visitante, lograda hace dos temporadas.

FOTO: UGS Visión
FOTO: UGS Visión

Pero si comprometida es la situación del Amorebieta, más que delicada se presenta para un Sestao que ocupa con sólo nueve puntos el penúltimo puesto de la clasificación, y que incluso podría acabar la jornada como farolillo rojo si a una nueva derrota se suma la victoria del Zamudio en Gazituaga. Precisamente el cuadro del Txorierri ha sido el único rival al que los sestaoarras han sido capaces de derrotar en liga. Once jornadas han transcurrido desde entonces y tal intervalo de tiempo sin ser capaces de sumar de tres en tres ha condenado a los verdinegros a una considerable distancia de nueve puntos respecto a la frontera de la permanencia que aspira alcanzar su oponente del domingo.

Para llegar a buen final en esta contrarreloj por la supervivencia, la directiva presidida por Ángel Castro decidió hace dos semanas, tras la contundente derrota en su último partido en Las Llanas ante la Real Sociedad B, prescindir de los servicios del técnico Jon González, y poner la nave verdinegra bajo el timón de un clásico en los banquillos vascos de la Tercera como Pablo Turrillas. Es cierto que el guipuzcoano no pudo enmendar la dinámica negativa de resultados en su estreno con derrota hace una semana, pero la imagen dada en Irún parece haber frenado al menos la endeblez defensiva de los últimos partidos.

Con la recuperación de algunos efectivos de la nutrida enfermería verdinegra, como Gago y Magdaleno, el siguiente objetivo de los de la Margen Izquierda pasa por conseguir el primer triunfo en su feudo, donde hasta el momento cosechan tres empates y cuatro derrotas. Empezar a ver portería, ya que con ocho escasos goles a favor son el equipo menos realizador del grupo, será condición indispensable para tal objetivo.

Novedades y posibles alineaciones

Sin bajas por sanción en ninguna de las dos convocatorias, los problemas físicos de algunos jugadores pueden condicionar los respectivos onces que tanto Turrillas como Larrazábal decidan para el envite. En el bando local, la preocupación está en el esguince que hizo retirarse en los minutos finales de Gal a Jon García, el que era único superviviente del cuarteto defensivo titular verdinegro, y que podría ceder su puesto a Mier en el eje de la zaga. Parecidas dudas presenta otro de los jugadores sustituidos en el mismo partido por lesión, Juan Martín, que podría perderse el choque ante el equipo en el que se formó como jugador. Si el zornotzarra no fuese de la partida podría ser reemplazado por Rodri, o en su defecto, por un segundo delantero como Leandro, si es que el técnico local apuesta por un sistema más ofensivo en busca de goles.

Su homólogo en el banquillo visitante, Larrazábal, espera no añadir bajas de última hora a las de de los defensas Morgado y Rubén, y el delantero Orbegozo. La indefinición en las diferentes alternativas de juego que viene mostrando el técnico de los azules esta temporada hace complicada la tarea de adivinar un once en el que pocos jugadores pueden considerarse a priori titulares. Los problemas en los laterales hacen pensar en que siga apostando por el joven Oier Luengo en la derecha y Eriz Goiria desplazado a la izquierda, sin descartar la opción de un jugador con más veteranía como Garmendia, mientras en el centro de la zaga Mikel Méndez volverá a enfrentarse a su exequipo formando pareja con Olaortua. Los componentes de la mediapunta ofrecen un amplio abanico de posibilidades: Fiddes, Javi Rodríguez, Dani Hernández y Seguín se  disputan los puestos en los costados, mientras que Muniozguren, otro ex de Las Llanas, y que suele rendir a gran nivel en sus enfrentamientos contra los verdinegros, podría reemplazar a Adrien Goñi en el puesto de enganche con el pichichi y verdadera revelación de los azules, el gernikarra Koldo Obieta.

Sestao River: Galder, Gago, Mier, Gaizka Martínez, Magdaleno, Eneko Rubio, Barrenetxea, Güemes, Santamaría, Pixki, Leandro.

SD Amorebieta: Angoitia, Oier Luego, Méndez, Olaortua, Goiria, Javi Moreno, Baqué, Javi Rodríguez, Muniozguren, Seguín, Obieta.