La de este domingo era una noche diferente. Resultaba meramente especial para el Atlético Mancha Real por debut en Segunda B. El reto era complicado para los verdes, en un duelo que se antojaba a priori complicado ya que se enfrentaban, posiblemente, a uno de los mejores filiales del fútbol español.

El encuentro tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera, el Granada B gozo de mayor control. Lluis Planagumá lanzó a sus huestes a por la portería contraria con su irrenunciable libro de estilo, con toque y valentía y además, con una presión bastante interesante, lo que proporcionó a los locales las primeras oportunidades. En el minuto 34´ Matheus Aia el más activo de los suyos aprovechó un rechace para marcar el 1-0, resultado con el que se llegó al descanso.

Tras el paso por vestuarios, el Mancha Real salió más entonado. O al menos con deseo de plantear dificultades a su rival y buscar el empate. El equipo se reconstruyó desde el equilibrio táctico y desde las señas de identidad de Juan Arsenal, con mayor control del balón y velocidad en el juego.

La segunda mitad se inició con cambio en el equipo visitante. Airam entró por Monteiro, modelando el equipo tácticamente, pasando a jugar con tres centrales y dos carrileros.

Al final el Mancha Real fue el claro dominador en la segunda mitad y ya en el descuento, Elady aprovechó una contra para marcar el gol (91') que supuso el empate y premio final.

Como punto negativo del encuentro fue la lesión del visitante Albertillo, que tuvo que ser sustituido.