Arrancó la lucha por el playoff en Alcorcón y ambos equipos demostraron, nada más comenzar el encuentro, que no era el momento para relajaciones o para pausas. Cada uno a su manera, el Alcorcón dominando y el Girona, defendiendo, empezaron con mucha intensidad y buscando cometer los menores errores posibles. Los locales arriesgaron y atacaron más que su rival. Juli tuvo la primera del partido, pero su disparo lo atrapó sin mayores problemas Isaac, guardameta titular del conjunto gerundense.

El Alcorcón dominaba y se veía cómodo en el terreno de juego, pero la maldición del gol tempranero volvió a aparecer. Fallo defensivo local a balón parado, la pelota cae en los pies de Moisés Hurtado y el central visitante superaba por bajo a Manu Fernández. Nuevo error, nuevo regalo, nuevo disgusto y en el peor escenario posible.

Dos disparos lejanos y sin demasiado peligro fueron los atisbos de reacción del cuadro alfarero tras el tanto inicial del Girona. Por su parte, el equipo de Rubi mantuvo su seguridad defensiva y siguió creando mucho peligro en sus llegadas. Los nervios de la zaga madrileña se hicieron patentes en una mala salida de su portero que casi acaba en un nuevo tanto.  El gol en contra  y las decisiones arbitrales empezaron a sacar de sus casillas a un Alcorcón que, pese a estar muy participativo e intenso, no lograba incomodar a su rival.

El paso de los minutos no cambió la dinámica del partido y el equipo de José Bordalás mantuvo la inclinación del campo en dirección a la portería del Girona. No había demasiadas ocasiones, pero Kike López tuvo el empate en sus botas con una chilena a pase de Abraham que no tuvo el premio merecido a tal atrevimiento. El Girona no se asustó y respondió con una galopada de Juanlu que acabó en saque de puerta por las ganas de balón de su protagonista. Ida y vuelta, tuya, mía… El partido crecía en intensidad.

En la recta final de la primera parte se multiplicaron las ocasiones, casi todas para el Alcorcón. Oriol Riera, Juli y Fernando Sales rozaron el gol aunque todas sus oportunidades acabaron en ‘casis’ y no en gol. Bordalás retiró a Kike López, muy cabreado con el cambio, y puso a Miguélez para intentar crear más juego. En el Girona, la lesión de Toni Moral acabó con Jofre en el campo. Un cambio en cada equipo, ninguno en el resultado antes del descanso.


Con oportunidades acabó el primer acto y con oportunidades arrancó el segundo. Al inicio y con ambos equipos calentando motores, Camille hizo lucirse a Isaac con un cabezazo repelido por una espectacular mano del guardameta visitante. Santo Domingo contaba los intentos fallidos mientras esperaba el tanto de la igualada, un tanto que merecía el conjunto alfarero, pero que se resistía más de la cuenta gracias a la seguridad defensiva del Girona.

Un gol abría la eliminatoria y el Alcorcón no dejó de buscarlo hasta que lo encontró cuando se acababa de cumplir la hora de partido. Sales botó un saque de esquina desde la derecha, Sergio Mora cabeceó el balón y en el segundo palo apareció Miguélez para desatar la locura en la grada y cambiar las caras tristes por sonrisas plagadas de esperanza. 1-1, nervios en el rival y el Alcorcón con una marcha más. La eliminatoria cambiaba de nuevo.

No supo aprovechar el Alcorcón los minutos posteriores al gol, siempre complicados para el receptor del mismo, y el Girona volvió a levantar la muralla que tan buenos resultados le había dado antes del empate de Miguélez. La tensión empezó a apoderarse del cuadro local que, desesperado por el colegiado, se mostró menos contundente arriba y más desacertado a la hora de elaborar jugadas de peligro. Bordalás notó que su equipo estaba atascado y puso a Dani Nieto sobre el terreno de juego para afrontar con más opciones los minutos finales.

La salida de Nieto hizo que el Alcorcón recuperara verticalidad y sus apariciones por banda ayudaron a poner en aprietos al guardameta gerundense. Aún así, faltaba pegada y Bordalás optó por cambiar de 9 y poner a Urko Vera en el puesto de Oriol Riera. El cambio tuvo su efecto y el Alcorcón tuvo una última oportunidad para llevarse el encuentro. Sergio Mora puso un balón de oro en la cabeza de Dani Nieto que, con todo a su favor, se encontró con la parada de la noche, obra de Isaac. La remontada estuvo a un paso.

El partido acabó con un córner que el colegiado Sánchez Martínez, muy gris en todas sus decisiones, decidió mandar al limbo. El Alcorcón deberá ganar en Montilivi o empatar por más de un gol para seguir soñando con Primera. Para ello, no contará con Fernando Sales y Sergio Mora, ambos sancionados.

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