A cinco días para el cierre del mercado, Getafe y Numancia todavía tienen oportunidad para intentar mejorar la falta de gol palpable ayer sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez buscando algún delantero. Ambos equipos tuvieron ocasiones, pero no fueron sufcientemente claras como para conseguir mover el marcador.

Como es habitual, todo empate sabe mejor a unos que a otros, y en este caso es el Club Deportivo Numancia el que ve con mejores ojos el resultado cosechado ayer en el que promete ser uno de los campos más difíciles de la categoría. Más si cabe, lo duro que hubiera sido comenzar la liga con dos derrotas consecutivas, tras la sufrida ante el Levante en la primera jornada. A partir de aquí, los hombres de Jagoba Arrasate ya se han enfrentado a dos de los "gallitos" de la categoría, teniendo el calendario más despejado de cara a conseguir sumar un buen botín de puntos. Además, los sorianos venían con dos bajas importantes a este partido, Unai Medina y Marc Pedraza vieron el encuentro desde Soria por sanción.

Por su parte, los azulones no pudieron regalar una victoria a la afición en el regreso como locales a Segunda División. El mejor momento de los hombres de Esnáider fue al principio de la reanudación. Sin embargo, se encontraron con una defensa sólida, cuyos pocos errores los solventaba un gran Munir, muy seguro bajo palos tras el anuncio de su convocatoria con Marruecos.

Inicio igualado

Los locales sorprendieron colocando en punta a Jorge Molina y Stefan. La formación visitante fue la anunciada aquí en Vavel, con la salvedad de Pablo Valcarce, que ocupó el puesto que habíamos asignado a Acuña hasta su sustitución en el minuto 68. La primera ocasión fue para el cuadro soriano. Era el minuto 12 y Nacho caracoleaba en la banda derecha y sacaba un disparo ajustado que se marchaba lamiendo la cepa del poste derecho de la portería de Guaita. El jugador riojano estuvo muy activo durante todo el partido, dando un ejemplo de lucha y verticalidad. El Getafe daba la réplica con un disparo de Stefan a pase de Lacen que se marchaba desviado. 

Munir, un muro para el ataque azulón

La más clara de la primera parte llegó tras un disparo ajustado y potente, bastante lejano de Lacen. Cuando el estadio cantaba el gol apareció la mano salvadora de Munir, en una estirada de manual. Con el Getafe en sus mejores momentos, el Numancia se dedicó a tener más la pelota para calmar el ansia ofensiva de los hombres de Esnáider. La visión de juego la puso Mateu, con cambios de orientación milimétricos que denotan que el jugador está en un gran momento; y la calma Julio Álvarez, el de siempre. Así se llegó al descanso.

En la reanudación el Getafe salió mucho mejor ante un Numancia que parecía seguir en los vestuarios. Munir fue puesto a prueba debido al acierto azulón y a la pasividad defensiva soriana. Los remates de Jorge Molina y de Rolf fueron atajados con gran seguridad por el meta marroquí.

Fue aquí cuando el Numancia dispuso de la ocasión más clara del partido, Pablo Valcarce se encontró un balón en el punto de penalti y lo mandó al palo cuando la jugada ya estaba anulada. Invalidada por fuera de juego (inexistente puesto que la zaga azulona todavía no ha salido para dejar al delantero berciano en posición ilegal cuando le entregan el balón) parece que los sorianos no están teniendo suerte con los árbitros en este inicio de temporada, hubiera sido mayor el disgusto rojillo de haber sido convertida esa ocasión.

Permutas en ambos equipos

Cumplida la hora de juego, ambos entrenadores recurrieron a los banquillos para intentar mover el resultado. En los azulones entraron Álvaro Medrán, Álvaro Vázquez y Fuster; los sorianos introdujeron a Acuña, Capilla y Escassi. 

Sin embargo, los cambios no lograron su efecto deseado. Bien es cierto que el delantero rojillo Acuña estuvo bien de espaldas a portería, incomodando a la defensa rival y provocando faltas en la lucha cuerpo a cuerpo; el 'torito' pudo redondear su actuación si llega a transformar una asistencia de Nacho de cabeza. El ariete paraguayo se dio la vuelta y remató de primeras con la zurda pero la estirada de Guaita evitó el gol que hubiera dado la victoria a los sorianos.

Así se llegó al final del encuentro, un empate, un reparto de puntos para cada equipo que sabe mejor a sorianos que a madrileños, pero que dará que pensar a ambos entrenadores. Los de Esnáider siguen invictos y los de Arrasate han jugado contra dos de los mejores equipos de la categoría. Sin embargo, ambos deben buscar con más insistencia la victoria. Con el actual sistema de puntaje, 3 puntos por victoria es un premio que debe fomentar el riesgo de ambos equipos. Por parte de los sorianos, preocupa la sequía goleadora. Aunque todavía llevamos dos jornadas, no es buena señal que los rojillos no hayan logrado ningún gol.