Fernando Trío Zabala, conocido en el mundo del fútbol con el sobre nombre de Nando Yosu, pasará a la historia como uno de los entrenadores más importantes de la centenaria historia racinguista. Su saber estar, su sentido del trabajo y del compromiso y el amor por los colores verdiblancos, le convierten en una leyenda viva del racinguismo y sin duda alguna, el míster más querido y venerado por la afición santanderina.

El mítico Yosu nació en la localidad vizcaína de Munguía, un 8 de julio de 1941, si bien su apego a Cantabria, le convirtieron en un cántabro de adopción por merecimiento propio. Su carácter cercano, abierto y campechano, recuerdan sin duda a otro hijo predilecto de la comunidad racinguista como era el tristemente fallecido Manolo Preciado.

Su carrera futbolística

El “Brujo de Munguía” comenzó a labrarse un porvenir en el mundo del balón jugando en la posición de centrocampista en la playa, antes de engrosar las filas del Nueva Montaña, como paso previo de su llegada al Racing de Santander de sus amores, quien decidió cederle al Rayo Cantabria para que cogiese experiencia antes de retornar al equipo santanderino. En su regreso, figuran en la retina de todos los aficionados los dos golazos que le marcó al Barcelona en la campaña 61-62.

Su más que demostrada calidad le valió para ser traspasado a un grande como el Valencia CF, con quienes participó en la conquista de la Copa de Ferias de los años 1962 y 1963.

Tras su exitoso paso por el equipo "che" retornó al Racing de Santander, para posteriormente militar en el Athletic Bilbao, Pontevedra y Calvo Sotelo, antes de retirarse definitivamente vistiendo los colores de un histórico como es la RS Gimnástica de Torrelavega.

En el momento de su retirada, Yosu había conseguido llegar a la notable cifra para la época de 400 partidos militando en la élite del fútbol español.

Comienza la leyenda del Yosu entrenador

Durante la campaña 71-72, Tomás Telechea era cesado como técnico de la RSGT, cogiendo el testigo del equipo el por entonces jugador Nando Yosu, quien al carecer en aquel momento del carnet nacional para dirigir oficialmente al conjunto blanquiazul, tenía que ser asistido en tales labores por José Enrique Pedregal García. Tras un breve parón, el mismo tándem retomaría las riendas del club del Besaya entre los años 73 y 75.

Posteriormente Nando se haría cargo de los juveniles del Real Racing Club, para pasar posteriormente a ser el segundo de otro histórico entrenador de la historia racinguista, como era José María Maguregui en el primer equipo verdiblanco y que pasaría a la historia como uno de los inventores del mítico "autobús", en relación a su táctica favorita consistente en dar preferencia a mantener la puerta a cero, acumulando efectivos en tareas defensivas en detrimento de las opciones de ataque del equipo.

Tras su breve estancia como segundo entrenador, Yosu se decidió por buscar su oportunidad como primer técnico en equipos como el Oviedo, el Linares, el Granada en dos ocasiones, el Ourense y el Alavés, antes de retornar a su casa, para formar parte hasta su retirada, del organigrama técnico del Real Racing Club, como entrenador de la casa.

La magia del Brujo hechiza a Santander

La historia de Nando al frente del Racing se podría equiparar a la labor del especialista en crisis al que todo el mundo acude cuando la misión resulta ser del todo imposible, en esos momentos, la afición y los directivos acudían a ese superhéroe sin capa que era Yosu, ese hombre sencillo, trabajador que daba la impresión de que las cosas más complicadas eran sencillas si se vestían con el manto de la normalidad que sólo él era capaz de darle en esos momentos de crispación cuando sólo el abismo se abría a los pies de su Racing. En esos momentos la figura de Nando se erigía como si de un gigante se tratase para alzarse a los cielos y salvar al equipo de una muerte segura.

Su carisma conquistó a Vicente Miera en su etapa al frente del combinado nacional, convenciendo al Brujo de que le acompañara en su aventura al frente de la Selección Española, en un pequeño paréntesis en su idilio con el racinguismo.

En cuatro ocasiones se hizo cargo de un Racing en apuros y en las cuatro ocasiones logró la aparente misión imposible, como si del propio Tom Cruise se tratase, de salvar al equipo de sus amores.

En la campaña 77-78 y 78-79, se hizo cargo desde principios de la temporada del conjunto cántabro, pasando posteriormente a formar parte del organigrama técnico del equipo cántabro, dejando la responsabilidad del primer equipo en otras manos.

Sin embargo, el club tuvo que recurrir hasta en cuatro ocasiones al conocido como "efecto Yosu" para salvar al equipo racinguista del descalabro que hubiese supuesto el descenso de categoría, debiendo relevar a entrenadores de reconocido prestigio y logrando en todos los casos la salvación milagrosa del equipo ante el júbilo y la adoración de la grada verdiblanca por su ídolo eterno.

El primer milagro del "Santo" Yosu, se obró en la campaña 95-96, en la que tuvo que sustituir al frente del equipo verdiblanco a toda una institución de los banquillos como era Vicente Miera, consiguiendo remontar el vuelo del equipo y mantener a su Racing en la Primera división.

En la temporada 97-98, la mala marcha del equipo en manos de Marcos Alonso, supuso la destitución del técnico santanderino y la encomendación de la directiva racinguista a la magia del "Brujo", quien contra todo pronóstico conseguía por segunda vez evitar el descalabro del equipo montañés y que éste conservase su categoría.

Entonando el más difícil todavía, Nando suplía a Lucas Alcaraz en la campaña 2004-2005, con el equipo en caída libre y de nuevo la pócima de Nando surtía los efectos deseados.

La última vez que se hizo cargo del equipo, con 74 años a sus espaldas, fue en la temporada 2005-2006, con Jesús Merino como segundo de abordo, sustituía a un Manolo Preciado que dimitía al verse incapaz de seguir al frente del equipo. De nuevo el gran Yosu salvaba al equipo en su cuarta oportunidad.

En palabras del propio Yosu su secreto era que "en los entrenamientos utilizaba las palabras justas, pero también las necesarias".

Hasta el día de su retirada en el año 2009 permaneció como director deportivo del Real Racing Club, llegando a declarar que "para él el Racing lo había sido todo y que podía asegurar que su sangre no era roja, sino verdiblanca".

Reconocimientos

Las renovadas instalaciones de la Albericia, han sido bautizadas con su nombre.

El propio Paco Gento reclamaba "un monumento" para este genial personaje.

Se le concedió merecidamente la Medalla de Oro al Mérito Deportivo y de él dijo en su momento el expresidente de la CCAA de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que "era el verdadero talismán y espíritu del Racing".

La desgracia de la enfermedad le apartó de la vida pública

La devastadora enfermedad del Alzheimer apartó al amado entrenador racinguista de la realidad cotidiana del club de sus amores, pasando sus últimos días en esta injusta vida en la que cada día se ve desprovisto de una parte de los recuerdos de sus días de gloria como entrenador racinguista; pero con la confianza en lo más profundo de su corazoncito, de que por cada recuerdo que se le pueda borrar de su pasado racinguista, la afición le recordará con más fuerza si cabe, perviviendo su recuerdo en la memoria de todos aquellos que sufrieron y disfrutaron con él siguiendo a este equipo centenario que es el Real Racing Club de Santander.

Fuentes consultadas: Wikipedia, eldiariomontanes.es y web oficial del Racing.

Fotos: eldiariomontanes.es y web oficial del Racing.