El Sporting sigue fiel a su estilo. Con su fútbol atrevido y ofensivo, los hombres de Sandoval tuvieron las mejores ocasiones para llevarse el gato al agua en un encuentro en el que no tuvieron su mejor día. Y eso que el Sabadell supo taponar la fuente de fútbol rojiblanca: Trejo.

Falla la puntería

Salió en tromba el Sporting, dispuesto a aprovechar el viento a favor que le acompaña desde la llegada de Sandoval al banquillo rojiblanco. Sin embargo, la presión a la salida de balón que el Sabadell hace a sus rivales obligó a los de casa a jugar más pelotazos de los acostumbrados. Aunque siempre con el balón jugado como primera opción. Esto, unido a un férreo marcaje a Trejo por todo el campo, en ocasiones hasta con dos jugadores, dificultó mucho la circulación de balón rojiblanca, menguando la cantidad (y claridad) de las ocasiones rojiblancas notablemente.

Con un juego más directo que de costumbre, pero mucha movilidad de Canella y Lora desdoblándose en ataque desde los laterales, el Sporting se las apañó para ir consiguiendo ocasiones por empuje, con insistencia digna de gota malaya. La más clara la tuvo Sangoy, mediada la primera parte. El argentino recogió en el segundo palo, en el pico del área chica, un magnífico centro de Bilic y su disparo pifiado terminó en despeje cuando el gol parecía cantado.

La grada se animaba y el Sporting seguía lanzado, con el Sabadell concentrado en labores defensivas. Los catalanes no encontraban profundidad en su toque que llevara peligro a los dominios de Juan Pablo. Primero, Mandi sacó un balón en profundidad a Bilic, que el croata culminó estrellando su disparo en el meta visitante. Unos minutos después, Gregory remataba un córner magistralmente botado por Sangoy que Nauzet despejaría luciéndose para que Bilic empujara a la red el rechace. Con el meta batido, un defensor despejó sobre la línea y el permitió a su equipo irse al vestuario con empate en el marcador.

Demasiadas interrupciones

Tras el descanso, el Sporting salió con fuerzas renovadas a por el gol de la victoria. Sin embargo, el Sabadell salió muy ordenado en defensa y consiguió dejar sin ideas al equipo local. Trejo, muy marcado, daba detalles de calidad pero no podía contactar con sus compañeros, lo que unido a que David y Sangoy no tenían su día dejaba al equipo a expensas del juego que pudiera generar Nacho Cases. El canterano lo intentó en todo momento pero, aunque estuvo más acertado que en los últimos encuentros, le falta ese punto de inspiración que diferencia iniciar la jugada o crear una jugada.

Con el Sporting estrellándose en un muro pasó el primer cuarto de hora. Entonces, las continuas interrupciones en el juego hicieron que los jugadores del Sporting se fuesen del partido. Con tan poco juego, la única forma de romper el empate era una jugada a balón parado, el Sporting la tuvo a ocho minutos del final. Carmona, que había entrado junto a de las Cuevas para intentar (sin éxito) reactivar las ideas del Sporting, lanzó el libre directo fuera por muy poco. Con la falta, se fueron las opciones de victoria de un Sporting valiente que nunca dio la espalda al partido y, al menos, sigue sumando.