Todo el pueblo de Vila-real se lanzó a las calles este lunes para celebrar el ascenso de su equipo de fútbol a la Primera División. El Villarreal logró su deseado objetivo el pasado sábado tras vencer al Almería y, desde entonces, la ciudad es una fiesta constante. La plantilla al completo, con jugadores, técnicos, presidente e incluso el alcalde de la localidad, José Benlloch, hizo una rúa a bordo de un autobús descapotable. El vehículo recorrió los puntos principales de una Vila-real teñida de amarillo y acabó su trayecto en el ayuntamiento.

Después del trágico descenso y de una sufrida temporada en Segunda División, la localidad de la Plana Baixa tenía ganas de celebrar por fin un éxito deportivo. El Atlético de Madrid y un cúmulo de circunstancias negativas relegaron al Villarreal a la categoría de plata, pero la entidad que preside Fernando Roig ha sabido rehacerse y cumplir la promesa de regresar en un año entre los grandes. Se notó que los vila-realenses esperaban el momento con ansia y la Policía Local cifró en 25.000 la ciudadanos que festejaron el ascenso este lunes junto a sus futbolistas.

Tarde de multitudes

La jornada comenzó a las 18 horas en la Ciudad Deportiva del Villarreal. Desde allí partió el autobús y puso rumbo hacia la Ermita de la Mare de Déu de Gràcia. Allí, le ofrecieron el éxito a la virgen con el párroco Mosén Guillermo como protagonista, cantando a capella el himno del Villarreal. Después, la rúa se introdujo en plena ciudad dando una amplia vuelta en la que la afición arropó incesantemente a los suyos. Tras pasar por todas las arterias del pueblo, el autobús llegó a una Basílica de San Pascual repleta de gente. Los amarillos le dieron las gracias al patrón de la localidad por su ayuda y encararon la recta final.

Una abarrotada plaza de la Vila esperaba a sus héroes. Cuando el autobús hizo su entrada triunfal, miles de personas comenzaron a corear éxitos como el “som, som, som de Primera Divisió” y “adiós a Segunda, adiós”. Se avecinaba la traca final. Ya en el balcón del ayuntamiento y dirigiéndose a la multitud de la plaza, el speaker del Villarreal presentó a los jugadores uno a uno. Las mayores ovaciones fueron para Bruno Soriano y Marcos Senna, capitanes del equipo; y para el presidente, Fernando Roig. El empresario valenciano aseveró que “este será el último ascenso del Villarreal” y Bruno quiso acordarse de la afición. “Esta temporada nos habéis ayudado mucho”, dijo el de Artana con una masiva complicidad. Y es que el Villarreal, en Segunda, ha creado afición.

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Sobre el autor
Pablo Ramón Ochoa
Periodismo en la Universidad Jaume I de Castellón y redactor de NFL en vavel.com.