Nuestro protagonista en el día de hoy afronta su primera temporada en el CD Guijuelo y lo hace con la máxima ilusión por volver a sentirse futbolista. A pesar de sus 26 años, Molo ha jugado en diversidad de equipos como Almería, Villarreal B u Osasuna Promesas. Una grave lesión en los ligamentos, cuando estaba a punto de debutar con el primer equipo navarro, truncó su sueño. Ahora en esta nueva etapa, volverá a poder sentir la experiencia de sentirse futbolista y demostrar que su verdadero lugar en el mundo del fútbol es la Primera División.

Pregunta: ¿Para los que no le conocen, como es Molo dentro del campo?

Respuesta: Me considero un jugador bastante comprometido con el equipo y muy trabajador, desde el punto de vista de cualidades prefiero que me describan otros.

P: ¿Y fuera de él?

R: Pues una persona bastante optimista, me intento levantar todas las mañanas con una sonrisa en la boca y ver el lado positivo de las cosas.

P: A pesar de sus 26 años ya ha pertenecido a diversidad de equipos como Almería B, Figueres, Villarreal B, Osasuna Promesas y actualmente, Guijuelo. ¿Es incómodo estar cambiando de equipo y de ciudad tan constantemente?

R: Cierto es que he tenido la gran suerte de pertenecer a bastante clubes, cosa de la cual me enorgullezco pues de cada uno de ellos aprendes muchas cosas, nuevas ciudades, nuevos métodos de trabajo… Además de conocer a muchísima gente que, personalmente, es lo mejor que queda dentro de este mundo. Aunque también tiene sus cosas negativas, un defecto que podía tener hace unos años fue que era una persona bastante impaciente y que en ciertos momento me sentía con las ganas de afrontar nuevos retos, por eso siempre buscaba alternativas a lo que tenia. Hoy en día me he dado cuenta que era un gran defecto y que posiblemente, el transcurso de mi carrera deportiva hubiera cambiado si hubiera conseguido ser un poco mas paciente, aunque tampoco me arrepiento de ningún paso que he dado hasta el día de hoy. Al fin y al cabo nuestro trabajo tiene esa particularidad, hoy estas aquí y mañana...

P: ¿Qué tal se está adaptando a su nueva ciudad, Guijuelo?

R: Guijuelo es distinto a todo lo que había vivido hasta entonces, como te decía anteriormente he tenido la suerte de estar en canteras de clubes de primera división y con unas instalaciones bastante buenas. En Guijuelo hay que adaptarse a lo que tenemos, es un pueblo muy pequeño y tiene un mérito enorme que un lugar de 6000 habitantes esté compitiendo en una categoría como la Segunda División B contra capitales de provincia y demás. Aquí hay gente humilde, honrada y muy currante, con la ilusión de sacar adelante un proyecto que en comparación con otros presupuestos de la categoría se convierte en un gran reto, pero a la vez. totalmente convencido de poder sacarlo adelante porque, futbolísticamente, tenemos los argumentos suficientes para hacerlo.

P: Comenzó su andadura profesional en el equipo de su tierra, el Almería B, donde no le trataron excesivamente bien pese a ser un jugador de la casa. ¿Qué dificultades tanto deportivas como extra deportivas, paso usted en esa etapa?

R: Bueno la UD Almería siempre será mi equipo pues ten en cuenta que desde que tengo uso de razón recuerdo ir todos los domingos al Juan Rojas a ver al equipo de mi tierra ya estuviera en Segunda B , Segunda o incluso Tercera. Tuve la suerte de poder debutar con el primer equipo a las ordenes de Paco Flores, entrenador al que le debo muchísimo, cuando tanto económicamente como deportivamente, el equipo se encontraba en una situación inmejorable, ya que en años anteriores había sido un autentico caos. Para mi fue único y especial poder cumplir mi pequeño sueño. Si es verdad que al año siguiente de mi debut no tuve toda la confianza que creo que le hacía falta a un chaval de 20 años que estaba casi empezando en este mundo. En cierto modo me sentí un poco desprotegido y además mi salida del club hacia Villarreal no fue la mejor del mundo, incluso hubo ciertas discrepancias, pero a día de hoy tengo buena relación con todos los dirigentes del club y sigo atento a todo lo que pasa allí y con la confianza de que pronto consigan el ascenso a Primera División.

P: Además en el filial almeriense, su entrenador fue Unai Emery. ¿Qué tal era su relación con el ahora entrenador ché?

R: Para mi fue un placer compartir vestuario con Unai y con su segundo, Juan Carlos Galcedo. Aprendí muchísimo de ellos y se merecen todo lo que le está pasando en valencia pues son unos currantes y les deseo lo mejor. Desde el punto de vista personal, no tuve mucha confianza y en ese sentido no tuve la paciencia de esperar mi momento y decidí salir cedido en diciembre al Figueres para intentar coger ritmo de partidos que es lo que en ese momento consideraba oportuno.

P: Tras estar cedido en el Figueres, donde realizó una excelente campaña, ficha por el Villarreal B. Pese a firmar por cuatro temporadas, solo duró una. ¿A qué se debió esta situación?

R: Cuando firmé en Villarreal lo hice con la intención de estar muchos años allí pues es un lugar inmejorable para seguir creciendo en este mundo, además de que lo considero un club que trabaja la cantera de manera espectacular. Ese año tuvimos tres técnicos a pesar de hacer un año bastante bueno e incluso llegar a las ultimas jornadas con opciones de meternos en play off. Yo estaba contento con el club y la ciudad y creo que los dirigentes conmigo también, el problema que hubo en Villarreal fue única y exclusivamente con el entrenador Juan Carlos Garrido, con quien tuvimos un gran desencuentro al final de ese primer año. Por todo lo demás insisto en que Villarreal es un sitio espectacular , pero al renovar 3 años este entrenador consideré que mi etapa en el club había acabado.

P: ¿Se sintió traicionado en algún modo por los directivos del club amarillo?

R: Para nada, de hecho agradezco el esfuerzo que hicieron en firmarme pues pagaron traspaso por mi al Almería y luego entendieron la situación de porque no podía quedarme. Les pedí que me dejaran salir y se portaron como unos caballeros conmigo, a pesar de saber que su intención era que me quedara, pero a veces las circunstancias mandan.

P: Tras pasar en tres campañas, por tres clubes distintos, termina recalando en el filial del CA Osasuna donde ha estado tres temporadas. ¿Por qué se decantó por el club rojillo y no por otros conjuntos que también pujaban por usted?

R: Pues mira cuando supe de la llamada de Osasuna tenía la confianza ciega de que este era mi sitio. Después de pasar unos años un poco de idas y venidas quería tener la tranquilidad de asentarme en un sitio y nada mas llegar en julio a Osasuna percibí esa tranquilidad. Osasuna es un club familiar y humilde, pero a la vez muy grande. En Pamplona se vive un sentimiento por el equipo de la ciudad que en ningún otro sitio he podido ver, a la gente de abajo la tratan como si fueran del primer equipo y los dirigentes te hacen sentir importante desde el primer día que firmas. Es cierto que pude firmar en otros sitios, pero no tuve que pensar tanto porque la opción de Osasuna siempre me atrajo desde un primer momento.

P: ¿Qué se encontró en Osasuna que no había encontrado en los otros equipos?

R: Pues como te comentaba antes, encontré un club muy familiar y muy cercano en el que todos éramos participes de Osasuna, desde los equipos inferiores hasta jardineros y personal del club. Además, recuerdo el primer día de entrenamiento en Tajonar en el que aun iba un poco perdido, como se acercó Cuco Ziganda, en aquellos momentos entrenador del primer equipo, y sin haberlo visto antes se dirigió hacia mi con mi nombre y acompañándome hacia los vestuarios. Me pareció un hecho que en ningún otro sitio creo que hubiera pasado, pues los entrenadores de las primeras plantillas en julio, no creo que se sepan el nombre de ningún chaval del filial. Además de todo eso, Osasuna tiene una afición y un campo en el cual se respira una atmósfera preciosa y te hace sentir muy rojillo desde el primer momento que lo pisas.

P: Desde el primer momento se convirtió en una pieza clave y a punto estuvo de debutar con el primer equipo, pero una grave lesión de ligamentos lo impidió. ¿Qué pasó por su cabeza en esos instantes?

R: Pues imagínate…todo lo que había hecho hasta ese momento era para intentar conseguir ese objetivo. El salir del equipo de mi tierra, que fue un golpe duro, el ir con 20 años fuera de mi casa a buscarse uno la vida e intentar seguir creciendo, pasar por un gran club como Villarreal del cual aprendí mucho… Todo eso me llevo a ser un mejor jugador y ese era el momento, porque tanto físicamente como mentalmente, creo que estaba totalmente preparado. Pero a veces, suceden cosas en casos puntuales que nunca te puedes imaginar, y en este caso un simple resbalón se convirtió en la peor pesadilla que he tenido y de la cual aun lucho por salir. Cosas de la vida, me tocó subir a mi al primer equipo por las sucesivas lesiones de los centrales y sobre todo por la triada que sufrió Roversio y 5 días después me tocó a mi.

P: Tras una lenta y costosa recuperación, volvió a recaer. Con ese nuevo revés, ¿llegó a pensar en la retirada?

R: Si te he de ser sincero la respuesta es si y no me gusta reconocer que hubo un momento en el que estuve a punto de tirar la tolla. Fueron 4 operaciones, muchas dudas, muchos porqués que aun ni he resuelto , no sólo tuve la mala suerte de la primera lesión sino que también hay que sumar que la primera operación salió mal y hasta que no pasó un año y medio nadie sabía darme el porque de tantas recaídas, hasta que en febrero del 2010 fui a visitar a Ramón Cugat, y el dió con la clave. Me volví a operar y después de un año de gimnasio y de mucho trabajo conseguí reaparecer. Fue un camino largo, duro y solitario.

P: Finalmente, y tras dos años sin jugar, reapareció la temporada pasada frente al Caudal. ¿Esos quince minutos que disputó, hicieron que todo el esfuerzo que había realizado en su recuperación valiese la pena?

R: Para mi y dado las dificultades por las que pasé, que solo yo las sé, esos 15 minutos fueron personalmente equiparables al posible debut que hipotéticamente iba a suceder la semana de la lesión con el primer equipo. Cambiaba la división y el escenario, pero el hecho de jugar al fútbol después de dos años y medio con lo que llevaba encima, fue posiblemente el mayor triunfo que he conseguido en toda mi carrera deportiva, por encima del debut con la UD Almería. Me siento muy orgulloso de no llegar a tirar la toalla y de seguir para adelante en esos momentos de máxima dificultad.

P: ¿Quiénes han sido las personas más importantes en su proceso de recuperación?

R: Mi familia, amigos y mi pareja sobre todo, porque son los que han estado conmigo en los peores momentos. Además, creo que le debo mucho al doctor Ramón Cugat y a Ángel Martín que no me dejo tirado en ningún momento. En cuanto a la recuperación, a una persona en la que deposité toda mi confianza, que era externa al club y que soy consciente de que si no hubiera tomado esa decisión posiblemente hoy ya habría dejado el futbol: Jurdan Mendigutxia. No solamente se portó como un verdadero profesional porque me cogió en unas condiciones muy precarias en cuanto a fuerza, movilidad de rodilla, propicepcion… Sino que además me dio el cariño y el ánimo que ninguna otra persona me había demostrado hasta ese momento. Nos pusimos manos a la obra y en dos meses pude empezar a entrenar con el equipo, Jurdan nunca dejó que tirara la toalla. Además, no me puedo olvidar de otras tantas personas que también pusieron su granito de arena, compañeros de Osasuna Promesas , Enrique Martín Monreal, todo el cuerpo técnico del Promesas, los físios Javier Eransus y Pablo, el psicólogo del club Luís...

P: Por su carácter afable y de superación se convirtió en un rostro conocido y querido en Pamplona, como se demostró en la ovación que le brindó el respetable en el Reyno de Navarra hace unas jornadas cuando salió al césped defendiendo la elástica del Guijuelo. ¿La afición de Osasuna es especial?

R: No te quepa la menor duda de lo que es. Han sido muchos los mensajes de ánimo de todo el osasunismo que he recibido, incluso paseando por las calles de Pamplona. Lo mejor de Osasuna es su gente, la afición y la gente que trabaja en el club, por encima de cualquier jugador o entrenador. Ellos son Osasuna.

P: ¿Podemos decir, que el equipo rojillo, es el equipo de sus amores?

R: Pues si, tanto Osasuna como Almería podrían ser. Teniendo mi casa a 1000 km de Pamplona, siento mucho todo lo que sucede allí porque además tengo muchos amigos dentro y deseo que les vaya muy bien.

P: ¿Cómo les está viendo en este inicio de campaña?

R: Ilusionante y con la pena de que tanto el partido de Sevilla y Granada, deberían de haber obtenido 4 puntos más si no llega a ser por los errores arbitrales.

P: Usted coincidió en el filial con tres jugadores que están ahora en el primer equipo como son Andrés Fernández, Xavi Annunziata y David Timor. Salvo el primero, los otros dos no están contando demasiado para Mendilibar. ¿Qué le diría al técnico vizcaíno sobre ellos?

R: Mendilibar sabrá cuando tiene que ponerlos, porque está todos los días con ellos y ve su evolución mejor que nadie. Yo solo puedo asegurar que tendrán su momento y seguro que lo harán muy bien porque son grandes jugadores, pero deben aclimatarse a la Primera División y eso no es tarea fácil.

P: Esta temporada, tras acabar contrato con Osasuna, ha fichado por el Guijuelo tras barajar varias ofertas, entre ellas algunas de equipos que participan en competiciones europeas. ¿Se inclinó quizás por el Guijuelo debido a su solvencia económica?

R: Sí, es cierto que hubo la posibilidad de ir a Rumanía, a un equipo que estaba jugando previa de Champions. pero me intenté informar y no me convenció mucho debido a que allí hay muchos problemas de cobros. En Guijuelo lo que te ofrecen te lo dan y eso hoy en día es muy importante.

P: ¿Cuál es el objetivo del Guijuelo para esta temporada?

R: Si miras presupuesto somos uno de los mas bajos de la categoría. Creo que este año la categoría va a ser de las más competidas de lo últimos años por los equipos que hay. Aquí se ha hecho un proyecto bonito, tenemos buen equipo y buen cuerpo técnico, pero nuestra principal meta es la permanencia y a partir de ahí, si quieres hablamos de nuevo. Lo primero es conseguir los 45 puntos.

P: ¿Y sus metas personales?

R: Intentar volver a sentirme futbolista, disfrutando de muchos minutos que es lo que me falta para olvidarme ya por completo de mi rodilla. Han sido cerca de 3 años sin competir y no es fácil. Estoy seguro de que conforme vayan pasando las semanas, todo va a ir mejor y podré ir poniendo mi granito de arena para cumplir los objetivos que nos hemos propuesto aquí.

P: Cree que algún día el fútbol le devolverá, en forma de disputar la primera división, lo que hace un par de temporadas le quitó con sus graves lesiones?

R: Lo único que le pediría al futbol es que me respeten las lesiones. Lo que tenga que venir vendrá, y si las lesiones me respetan confío en que serán cosas buenas, pero no me gusta fijarme objetivos a largo plazo. Tengo 26 años y creo que aún me quedan unos añitos dando la tabarra, mi principal objetivo este año es volver a sentirme futbolista e ir cogiendo ritmo de competición, a dia de hoy creo que lo voy consiguiendo.

P: ¿Qué reflexión hace del fútbol desde la situación que viviste por tu lesión?

R: Mirando mi historia se puede ver como un resbalón puede hacerte pasar de todo a nada en el futbol. Cuando las cosas te van bien tienes demasiados amigos por todas partes, demasiadas llamadas que preguntan como estás, te salen representantes debajo de las piedras y todos los directivos del club te sonríen al verte pasar cerca suya. En cambio, cuando ya no estás por una lesión larga, todo eso pasa a un tercer plano. Te encuentras muy solo porque te das cuenta de que en este mundo solo vale el ahora, y nada mas, lo más importante es el partido del próximo domingo y el resto importa poco, entonces es cuando comprendes que esto es así y que no hay mas. Es entonces cuando verdaderamente sale la gente buena, que es la que se interesa por ti tanto como cuando estás bien, como cuando estás mal, pero tristemente son muy poquitos. Este verano, sin ir mas lejos, he encontrado unas dificultades enormes por encontrar equipo. Al final los jugadores somos pura mercancía, si vales te quieren y si no te tiran.