Parece normal, lógico y obvio. Resultaría una catástrofe lo contrario. Pero es que no siempre ha sido así. España está cada vez más cerca de conseguir su clasificación para el Mundial de Brasil. Con un partido menos que Francia, única capaz de poder quitarle el primer puesto, depende de sí misma para conseguir ese acceso directo a otro campeonato más. Una victoria y un empate ante Bielorrusia y Georgia para depender de sí misma. Lejos quedan aquellas clasificaciones que peligraban por tropiezos ante rivales de menor calado. También aquellas repescas donde se jugaba el todo por todo ante equipos dispuestos a llegar hasta el final. No, España continúa en la dinámica de éxitos.

España quiere seguir imponiendo su supremacía a nivel de Selecciones

El hecho de que haya cinco equipos en el grupo de clasificación para el Mundial obliga a que una selección descanse en cada jornada. Ese es el motivo por el cual España tiene un partido menos y con el que juega con ventaja. Aun con una victoria de Francia, el primer puesto seguiría muy de cara siempre y cuando puntuase contra Bielorrusia hoy viernes. La empresa parece fácil y más con las bajas que presenta el combinado del este.

El 'caso Diego Costa'

Es curioso que en un proyecto tan continuista como el de Del Bosque se haya vivivo una semana de tantos cambios. Primero y el más importante, el trajín de Diego Costa, la RFEF, la FIFA y entre medias la Federación Brasileña de Fútbol. El jugador quiere jugar con España, Del Bosque le quiere convocar y Brasil tampoco lo ha impedido. El problema se encuentra en que la Federación Española necesitado un certificado de la brasileña y las informaciones apuntan a que este no llega. En este documento se certificaría que Diego Costa no ha jugado ningún partido oficial con Brasil.

Otro movimiento que ha adulterado el guion que quería seguir el seleccionador español es el de las lesiones. La última, la de David Villa con el Atlético de Madrid. No pudo acabar el partido en el Calderón al recaer de su lesión en el tobillo y, por tanto, se caía de la convocatoria de Del Bosque. Con urgencia tuvo que convocar a Michu. Nunca es demasiado tarde, pero la sensación era que el delantero del Swansea debería haber debutado ya debido a su nivel en la Premier.

Problemas al continuismo

Pero no solo las lesiones se están cebando sobre el bloque de la Selección. El nivel de algunos jugadores -en principio fijos de cara al Mundial para Del Bosque- ha disminuido sobremanera en sus respectivos equipos o, simplemente, drásticamente han visto reducido el número de minutos en su club. La portería, uno de los debates más sonados en el Real Madrid, se ha extrapolado para establecerse en la selección.

Aun así y a pesar de todos estos inconvenientes, la convocatoria demuestra la solvencia que existe a la hora de poder elegir jugadores. El problema sería si fuese al revés, en caso de no tener recambio. Michu lo tiene claro: "Hacer la convocatoria es complicado. Hay otros jugadores que no entran y son de muchísimo nivel. Sinceramente, tampoco le conozco mucho, pero el seleccionador me parece una persona justa y dentro de la papeleta que tiene pues está impartiendo justicia", señaló.

Son Moix, fetiche para la selección

El encuentro ante Bielorrusia tendrá lugar en Son Moix, estadio del Mallorca donde lleva ya varios días preparando el partido. El día 15, donde se jugará el último partido de la clasificación para el Mundial, el emplazamiento será en Albacete.

Bielorrusia llega como última del grupo -con tan solo cuatro puntos- que lidera España y que, salvo catástrofe, conducirá a Francia a la repesca. El equipo del este aterriza en Mallorca sin su estrella Hleb, jugador que pasó por el Barcleona. El futbolista recibió la segunda tarjeta amarilla ante Francia en la jornada pasada (2-4) y, por tanto, no estará disponible esta noche. Otros dos hombres importantes como Olejnóvich y Poliákov también causan baja.