Este martes no es un día cualquiera para la selección española. Han pasado tres años, cinco meses y siete días desde aquel 11 de junio de 2010, una fecha que queda marcada para siempre en el calendario porque España fue, por primera vez en su historia, campeona del mundo de fútbol. Sudáfrica aconteció semejante hazaña y el Soccer City fue el lugar concreto en el que Andrés Iniesta, con pierna derecha y una potente volea, batió a Stekelenburg en el minuto 116 para tumbar a Holanda y decidir el vencedor del mayor torneo.

En la tarde de este lunes los futbolistas han regresado a un lugar que no olvidarán jamás. Los veintitrés convocados y el cuerpo técnico pisaron el estadio en el lograron el pase a la historia del país. Ha pasado mucho tiempo pero la Federación no se olvidó de la promesa que hizo de volver para agradecer todo el apoyo que les mostraron. Ahora están allí para refrescar la mente y disfrutar de un partido amistoso.

Un campo especial

En la primera toma de contacto con el Soccer City los recuerdos salieron a flor de piel. En mitad de los noventa mil asientos y con un estadio completamente vació, Iniesta decidió acercarse al mismo sitio desde el que chutó para rememorar uno de los momentos más importantes de su vida. El manchego no tenía palabras: “Es difícil expresar las sensaciones. No es un campo cualquiera, hay algo que te recorre el cuerpo”, ha asegurado al respecto.

Imagen subida por Andrés Iniesta a Twitter de la portería en la que marcó el gol de la victoria.

El sentimiento del centrocampista es el de casi toda una nación. Iker Casillas, otro de los protagonistas, mostraba sensaciones similares: “Hemos revivido en el vestuario cuando lo celebramos, la gente que vino… Hemos estado contando anécdotas de esos momentos todos juntos”, desveló el capitán. En cambio, era consciente de la repercusión: “Somos conscientes de que contribuimos a nuestra historia. Muchos me paran para agradecerme esos momentos”, afirmó.

Cada palabra iba acompañada de una sonrisa en todos los futbolistas. Las emociones se dejaban ver en todos los integrantes del combinado nacional, que no dudaron en hacerse fotos en el lugar del éxito. Disfrutaron. Y todo mejoró cuando la copa que les acredita como campeones apareció sobre el césped para que fuera aún más emotivo si cabe. El viaje, sin duda, ha merecido la pena para los chicos de Vicente del Bosque, que seguro que necesitaban momentos así para darse cuenta de lo que lograron en 2010.

Este martes, homenaje mutuo

La Federación Española acordó con la de Sudáfrica que irían para agraceder todo el apoyo que les mostraron

En la noche del martes volverán a pisar la hierba y será para enfrentarse a Sudáfrica, la selección que fue anfitriona del torneo. Seguramente será una de las últimas veces que estén sobre el verde del Soccer City. El encuentro, que se supone que es un homenaje al país, será también una manera de que todos los futbolistas puedan volver a sentirse campeones y gocen del momento.

Un país entero recordará cómo fue un día en el que todas las penas se olvidaron para vivir algo inédito hasta el momento. Fue la continuación al inicio del éxito y la antesala a continuar escribiendo una bonita etapa en los libros del fútbol. El momento en el que todo se paralizó para que uno de los mejores futbolistas de la historia sacara un disparo que no quería pero que le sirvió para dar una Copa del Mundo.

Cada instante en el Soccer City será especial para los hombres de ‘La Roja’. Los jugadores que fueron titulares en aquella ocasión y que ahora están en la convocatoria serán de la partida salvó algún problema físico. Será el más bello homenaje y seguro que la gente, desde sus casas, también tendrá en la mente aquel ‘¡Iniesta de mi vida!’ que tanto dio a España y a la selección española.