Amargo e injusto. Con esas dos palabras podría definirse el final del campeonato europeo para la selección española sub-17. El extraordinario trabajo de las pupilas de Jorge Vilda desde el primer al último minuto del mismo se resquebrajó por una tanda de penaltis tremendamente desagradecida con el esfuerzo español.

En un encuentro que España tuvo bajo control desde el inicio, apoyada además en el tempranero gol de Patri Guijarro, una buena jugada alemana, a cuatro minutos del final, unida a un error en la marca de la defensa, propició la igualada final, una igualada que a la postre resultaría definitiva en la resolución. En los lanzamientos desde los once metros se impondría Alemania por 3-1, más eficaz que las españolas. Se habrá perdido una final, pero se ha ganado una generación de oro.

Patri Guijarro inició el camino

España dibujó sobre el terreno de juego su once de gala, con el regreso a la zaga de la central Silvia Mérida tras su ausencia en semifinales por sanción. Rocío Gálvez volvía a sentarse en el banquillo. España comenzó muy metida en el encuentro, con una presión asfixiante de todas las integrantes, desde la línea de ataque hasta la defensa, que ahogaban la salida de balón alemán y cerraban prácticamente todos los espacios. Las jugadoras de Vilda obligaban a soltar el balón rápido y desde ahí cimentaron su superioridad.

Patri Guijarro encontró el camino con un potente y colocado disparo

Cuando recuperaban el esférico, las españolas lo movían bien, intentando buscar siempre a la compañera mejor colocada. Hasta que en el minuto 9 llegaría el merecido premio. Balón en la frontal del área y Patri Guijarro lo engancharía dentro de la portería de Brandt con un potente y colocado chut. La centrocampista del Collerense se asomó al balcón y otorgaba la ventaja a España.

Antes del descanso, España pudo haber sentenciado una primera mitad que controló en sus cuarenta minutos a través de la presión y el toque. Las teutonas no se sentían cómodas y sus llegadas eran inexistentes. Un precioso remate de tacón de Nahikari que una defensa sacó bajo palos lo enviaría posteriormente ligeramente desviado Mireya García. Fue la mejor oportunidad para ampliar la ventaja antes del período de descanso.

España pudo sentenciar

A la vuelta de vestuarios, Alemania dio un paso al frente buscando la reacción tras una discreta primera mitad. España continuó cómoda con el nuevo decorado, ya que la presión seguía siendo asfixiante y, con espacios, llegaban con mayor asiduidad a las inmediaciones de Brandt. La velocidad de Mireya y Nahikari causaba estragos en la zaga teutona.

Mireya y Nahikari fueron un quebradero de cabeza constante para Alemania

La pequeña interior rompía a su rival por la banda con jugadas de exquisita técnica; mientras Nahikari hacía lo propio por el centro, aprovechando su buen juego entre líneas. Entre las dos se inventaban las mejores acciones españolas, correspondiendo las más claras a la delantera del Añorga. Primero no conseguía anotar de tacón una gran asistencia de nuevo de Mireya; posteriormente no pudo materializar una buena jugada individual; y ya finalmente muy cerca se quedó de aprovecharse de un error de Vivien Brandt. Pero no se pudo sentenciar.

Un final de infarto

Con el encuentro completamente controlado, sobre todo con jugadas hiladas desde los pies de Pilar Garrote y Aitana Bonmatí, lejos parecía la reacción germana, que tan solo había avisado mediante un par de saques de esquina que interceptó muy segura Elena de Toro. Hasta que llegó la jugada del partido. Buena aparición de Ehegötz por banda derecha que Hurtig empaló al fondo de las redes en un error en la marca de la defensa española. Alemania conseguiría así un premio inmerecido por los méritos realizados.

España termina el torneo con diez goles a favor y tan solo uno en contra

Tras el empate, el partido enloqueció. España tuvo el torneo en sus botas, pero el lanzamiento de falta ejecutado por Andrea Sánchez un minuto después del gol sería detenido por Brandt. Aunque la mejor ocasión correspondió, sin duda, a Alemania. Widak se quedó sola ante Elena de Toro después de que ésta detuviese un disparo de Brandenburg, pero el disparo de la atacante salió muy desviado cuando ya se cantaba el gol. Pero España se salvaba.

Los once metros sonríen a Alemania

Final del partido y la tanda de penaltis que tendría el poder de repartir las sonrisas y las lágrimas entre las jugadoras. Comenzaban bien los lanzamientos con el acierto de Patri Guijarro y gran parada de Elena al tiro de Meier. Pero tan solo fue un espejismo. Mireya y Nahikari tiraron a la derecha y Brandt estuvo muy inspirada deteniendo ambos lanzamientos. Posteriormente también fallaría Pilar Garrote, que enviaría su tiro por encima de la portería. Toda la responsabilidad recaía en una Elena de Toro que cerca se quedó de interceptar el chut de una Hartig convertida en heroína.

Se terminaba así una injusta final que sonrió a las germanas. Las lágrimas inundaron los rostros de unas futbolistas que han enseñado que, con esfuerzo, sacrificio y compañerismo, se pueden hacer grandes cosas. Porque esos rostros que hoy lloran en un futuro lo seguirán haciendo pero de alegría. Porque ellas son la nueva generación de oro del fútbol español. No habrán ganado el torneo pero son las verdaderas campeonas.