Alejados un poco los fantasmas de su rendimiento que lo podrían hacer desmerecer de un puesto de titular bajo los palos de La Roja, Casillas sobrevuela actualmente un clima de tranquilidad y compromiso con los suyos, aspecto que sin duda se ve reflejado en los momentos ante la prensa.

El asunto principal a comentar fue Alemania y la situación que atraviesa tras proclamarse campeona del mundo en Brasil. Una situación que Casillas sabe perfectamente pues fue el jugador encargado de levantar el trofeo en Sudáfrica,hace cuatro años, aspecto con el que hay ciertas similitudes. “Después de haber conseguido el mundial tuvimos una serie de partidos en los que nos tocó un resultado abultado, y ahora a Alemania le han tocado partidos complicados, donde se han dejado puntos”, subrayaba el portero, quién también coincidía en que debido a esas circunstancias no había ningún motivo para menospreciarles: “Teniendo los jugadores que tiene siempre va a dar el máximo nivel y el respeto que tiene por ser campeón del mundo va a estar ahí”.

De forma sorprendente fue también  preguntado por el jugador que más le gustaba de Alemania,  aspecto que mostró tener claro y que respondió dejándole un guiño a un excompañero: “A mí me gusta mucho Muller, porque no destaca en algo, pero siempre es un jugador que mete goles. Me recuerda un poco a Raúl, en esa pillería, que siempre está ahí. Es un jugador diferente”, explicó.

El partido se disputará en un lugar, el norte de España, de meteorología inigualable para la práctica de un deporte que en Balaídos lleva mucho tiempo enamorando a la gente. Nadie duda que el césped estará en perfectas condiciones para el partido, aspecto que destacó Casillas ante los micros: “El campo está muy bien, el césped muy asentado, campo bonito que anima mucho al Celta y espero que con la selección sea igual”.

Grandes enfrentamientos en los últimos años, victoria en la final de Viena en 2008, o en las semifinales del mundial de 2010.  Sin despreciar el pasado, la Selección espera seguir mirando hacia el futuro. Recuperar las buenas sensaciones tras un año malo, el peor desde donde la vista selectiva alcanza a observar. Evitar las presiones e ir poco a poco se alzan como premisas fundamentales en esta nueva era del equipo español, algo sobre lo que quiso responder Iker: “Entiendo que todo el mundo quiere ganar, nosotros los primeros. Estoy convencido de que acabaran llegando estas etapas, aunque todo tiene un camino y un proceso. Deseamos volver a enamorar y pensar en la Euro 2016  para poder demostrar que somos una gran selección, talento hay, desde luego”.  

El capitán también quiso volver a destacar las cualidades de Isco, gran jugador, al mismo tiempo que aseguraba tener la cabeza en su sitio al saber encajar con cabeza este positivismo masivo hacia su práctica. “Tengo la suerte de tenerlo en mi club y convivir con él día a día, estamos hablando de un jugador sensacional”, culminó.

Para terminar, dejó claro su compromiso ante la selección, sosteniendo que siempre estará disponible y al servicio del cuerpo técnico cuando estos lo consideren oportuno. Algo para lo que se antoja crucial el seguir contando con los minutos oportunos en su club. “Hasta que el seleccionador quiera y yo pueda seguir jugando y tener hueco en mi equipo, trampolín para estar aquí en la selección”.