La selección española femenina sub-17 dirigida desde el banquillo por Pedro López continúa con paso firme trazando su camino rumbo a Islandia. En esta ocasión, las jóvenes y talentosas internacionales se impusieron por cinco goles a una Rumanía que aguantó las acometidas mientras pudo.

Esta contundente victoria, unida a la conseguida ante Rusia dos días antes, hace que un empate frente a Bélgica el próximo viernes sea suficiente para confirmar la presencia española en el próximo Europeo. Y esto es así porque las belgas, principales rivales del grupo, vencieron por la mínima a las anfitrionas en la segunda jornada, teniendo así los mismos puntos que las españolas pero la diferencia de goles perdida.

Cambio de sistema y de nombres

Muchas novedades en el once que dispuso el seleccionador sobre el verde. El sistema con mediapunta que dio buenos resultados ante Rusia se desvaneció para regresar al habitual y característico trivote en el centro del campo. Además, entraron en el equipo titular todas aquellas futbolistas que no dispusieron de minutos en la jornada inaugural del campeonato.

La guardameta Noelia Ramos, la central Andrea Maddalen, la pivote Paula Fernández y la centrocampista Ana Velázquez fueron de la partida, las dos últimas formando el citado trivote junto a la intocable Patri Guijarro, capitana en esta ocasión. Aitana Bonmatí descansaba en el banquillo y Maite Oroz abandonaba su posición más centrada para actuar caída a banda derecha. Nuria Rábano también fue titular, en detrimento de Pauleta Sancho. El once lo completaron Ona Batlle, Silvia Mérida, Carmen Menayo y Lucía García, todas ellas también titulares frente a Rusia.

Rumanía, que apostó por el 4-2-3-1 con Grecu prácticamente incrustada como una centrocampista más junto a las ya veteranas Ciolacu y Ambrus, vio claro desde el inicio del partido que no iba a estar cómoda. Empezó la contienda intentando sacar el balón tocado desde la línea defensiva, pero la alta presión española en campo propio propiciaba rápidas pérdidas. Visto lo visto, las rumanas pasaron a jugar en largo. Diferente estilo, mismo resultado. Y es que una mejor colocación de las futbolistas españolas también daba lugar a raudas recuperaciones por parte de las pupilas de Pedro López.

Buena colocación defensiva

Ante este decorado, Rumanía decidió lo que ya seguro preparó antes del inicio de la fase: colocarse bien, trabajar en bloque y aguantar el resultado lo máximo posible. Y eso hizo. Y además muy bien. No en vano, a España le costó crear acciones verdaderamente peligrosas sobre la portería de Darle. El control, el dominio del esférico y el toque eran absolutamente españoles, pero faltaba ese último pase, ese último chispazo, que permitiese a alguna jugadora encontrar el tan anhelado hueco. Sí lo logró Ana Velázquez, pero su gol fue anulado por fuera de juego.

Así las cosas, Paula, Menayo o la propia Ana lo intentaron con varios disparos lejanos, así como también Lucía merced sobre todo a buenos centros laterales de la zaguera extremeña. Pero nada. Las jugadas trenzadas, una de las principales virtudes del combinado nacional, morían en las inmediaciones del área rival.

Hasta que Pedro movió ficha. Analizando el decorado que se presentaba, el seleccionador decidió cerrar con únicamente tres jugadoras, ocupando Ona toda la banda derecha e incrustando a Maite en el centro del campo. Fue la mejor decisión posible. La pequeña navarra, poseedora de un talento y una visión de juego dignas de mención, se juntó con Patri, Ana y Paula en el centro del campo para aprovechar la superioridad creativa del equipo en la zona. Maite se convirtió en una de las claves del encuentro, encontrando muchas vías de escape en el reducto rumano. Su talento para el último pase y la distribución de juego resultaron diferenciales ante una nación a la que le tiene tomada la medida.

Antes del descanso llegaba el primer tanto, aunque no precisamente en jugada combinativa. Saque de esquina de Paula y Patri Guijarro emergió entre todas las defensas para rematar el esférico. Era el octavo gol de la balear con la elástica española, el segundo que consigue ante el combinado rumano. Rumanía llegaba así al descanso con tan solo un gol en contra, algo verdaderamente meritorio.

Vendaval ofensivo

El tiempo de descanso marcó un antes y un después. La maquinaria roja (en esta ocasión de azul) recargó las pilas y dio continuidad a los últimos minutos del primer acto, donde las llegadas empezaban a ser más asiduas tras conseguir abrir la lata. Rumanía empezó a sufrir de verdad, intentando despejar balones como podía. Nuria, que conexionó con Lucía en alguna ocasión y fabricó interesantes centros, empezó a sentirse más cómoda, al igual que Ona desde el otro costado. La fluidez era cada vez más evidente, así como las incorporaciones desde segunda línea.

Las ocasiones más claras surgieron de las botas de una activa Lucía. La asturiana cruzó en exceso el enésimo gran envío al hueco de Maite, después conectó un impresionante disparo desde la frontal del área que el larguero se encargó de repeler, y por último vio como una defensa rival sacaba su remate bajo palos. También participó en una preciosa triangulación al primer toque con Patri Guijarro y Ana Velázquez. Era el preludio de lo que vendría: cuatro goles en siete minutos.

Maite acumula tres goles y una asistencia en dos partidos ante Rumanía

Primero fue Ona la que, con un gran disparo desde la frontal del área, superaba a la inspirada Darle. Tan solo un minuto después comenzaba el show de Maite. La navarra anotaba un doblete en apenas 120 segundos para magnificar su rol de bestia negra rumana. Si hace un año y medio firmaba una asistencia y un gol al poco de ingresar sobre el terreno de juego, en esta ocasión le tocaba materializar dos dianas más. Para más información, los tres goles de Maite con la camiseta de la sub-17 han sido ante el mismo rival. Tremendo.

Llegó el momento de los cambios, que nada cambiaron el decorado del encuentro. Pauleta, que en esta ocasión actuó en banda derecha, se encontraba con el larguero poco antes de que Montilla (muy activa desde su ingreso un partido más) consiguiese el definitivo 5-0 con un espectacular golpeo desde muy lejos que sorprendía a Darle. La Selección no se daba por gustosa y siguió intentando ampliar su ventaja hasta el final, con algunas ocasiones de gol más como la firmada por Maite, que buscaba su hat-trick.

Vale el empate

La contundente victoria ante Rumanía hace que a la sub-17 le baste un empate ante Bélgica en la última jornada para certificar su billete continental. Con la diferencia de goles ganada con respecto a las belgas, que no han perdido todavía en estas fases clasificatorias, una igualada ante ellas sería suficiente.

Pero las talentosas jugadoras, con su ambición y estilo de juego, no se darán por satisfechas hasta conseguir los tres puntos. Se busca el pleno de victorias y clasificarse sin encajar. Para ello habrá que esperar al viernes a las 14 horas. Con Islandia como telón de fondo, solo queda el último paso para certificar una merecida clasificación.