El romanticismo del fútbol les vuelve a juntar. Amistoso no es un vocablo que defina expresamente lo que ambos van a vivir este martes. Porque un Mundial no se supera en una fase de clasificación. Porque aún quedan muchísimas espinas en el anaranjado cuerpo de un muñeco vapuleado hasta tres veces en el mismo lugar. Paralizado, con un miedo y una losa a las espaldas que hasta el más poético de los presentes les sería imposible describir. ¿Miedo, Holanda? Aún tiene sed de venganza, porque como bien se dice, esto no se olvida con una victoria que no le sirvió de nada.

Y España, lejos de ser quien fue, pero con ese crédito que al agradecido a su fútbol le durará años. Llega con dudas, sin gol, con la resaca de un Mundial que solo un buen papel en 2016 subsanará por completo. Renovación total. Xavi, Xabi Alonso o Villa son algunos de los baluartes que han marchado, que han dejado paso a los Koke, Isco o Juanmi.

El principio del fin, el final de una nueva España. El punto de inflexión. Esa es para los de Del Bosque la gran batalla este martes en un encuentro que de amistoso tiene única y exclusivamente el nombre. Porque el éxito y el fracaso están separados por un fino hilo. Que la Selección Holandesa ha sido testigo de 'La Roja’ más gloriosa y la más criticada de los últimos años, que ella ha vislumbrado ese preciso momento en el que pasas de ser el mejor, a ser el peor. Y es que esos que no agradecen, que no ven ese crédito previamente mencionado, hacen del fútbol algo muy injusto en ocasiones.

Regularidad en 90 minutos

Uno de los jugadores más ilusionantes de esta nueva generación es Isco Alarcón. Sereno, siempre con los pies en el suelo, confesó que en el encuentro contra Ucrania hubo en desgaste físico muy importante al término del primer tiempo. Eso es algo que el del Arroyo de la Miel quiere subsanar: "No hubo el mismo ritmo que en la primera parte durante la segunda. Hicieron una buena presión y eso dificultó nuestro juego", afirmó el pasado domingo.

Buscar ese toque, esa definición precisa y perfecta es algo que Vicente busca en este tipo de encuentros. Además, la moral es algo que se debe cuidar. Derrotados frente a Francia y Alemania tras el Mundial, una derrota contra los holandeses puede ser un verdadero golpe para el combinado nacional.

Deudas pendientes

Otro de los hombres que ha hablado en la previa del choque ha sido Juan Bernat. Las ganas de resarcirse de aquel partido en Brasil llegan a los nuevos integrantes que sintieron esa derrota como suya: "Todos sabemos que después de ese partido siempre hay ganas de revancha. El fútbol siempre tiene esa segunda oportunidad y con muchas ganas de revancha", afirmó.

Pero Holanda tampoco se queda lejos de esas pretensiones. Vale que ese 5-1 alivió el escozor de la herida en Sudáfrica pero no está ni mucho menos cerrada. Una goleada en una fase de grupos no palia el dolor de una final de un Mundial en la prórroga. Y más jugando en casa, en el Amsterdam Arena. Holanda quiere ‘la cabeza’ de España ante los suyos, que su país disfrute de otra humillación a ‘La Roja’.

Dudas en ambos combinados

Lo que sí que es cierto es que, pese a todo, ninguno llega con la soltura que desearía. España viaja a tierras holandesas sembrando infinidad de dudas tras el encuentro frente a Ucrania. La primera parte en la que Koke, Isco y Silva maravillaron por momentos, se diluyó en el descanso dejando al aire un combinado muy gris. Además, el equipo nota la falta de gol.

Por su parte, la Selección Oranje llega aún peor tras empatar in extremis frente a Turquía. Un gol de Huntelaar en el minuto 90 salvó los muebles de un combinado que ha caído frente a selecciones como la checa o la islandesa desde que fuese eliminado de la Copa del Mundo de Brasil. Por lo tanto, igualdad por lo bajo, la sonrisa de unos, el golpe casi definitivo para otros. No será la última vez, seguro.

Posibles onces