Llegaba la hora de la final y la Selección Española Sub-19 se presentaba sobre el césped de Katerini. Desde los primeros instantes del choque, las gradas griegas apoyaban a los rusos, que ya habían ganado a la Rojita en la fase de grupos. España quería la revancha de ese partido y se la tomaría en esta final. Para lograr la hazaña, Luís de la Fuente alineó el once de gala, el mismo que había alineado en todos los partidos anteriores excepto en la derrota contra Rusia. Volvía a depositar la confianza en esos once pupilos que han jugado para el deleite de los aficionados durante todo el campeonato.

Acoso y derribo

Once inicial. (Foto: as.com)

Y desde el inicio España salía a ganar. Se notaba en la intensidad del juego, la velocidad, la verticalidad... Cada jugada de los españoles mostraba un hambre voraz por levantar esa copa. Y ya en el minuto 5, Dani Ceballos propinaba un fuerte disparo desde fuera del área que se marchaba fuera por muy poco.

El primer cuarto de hora del encuentro se resumió en un gran acoso y derribo de España sobre Rusia. Esta vez sí existían las ocasiones, las había de todos los colores y para todos los gustos. La portería rusa se veía constantemente bombardeada por las fuerzas españolas. El guardameta ruso, Mitryushkin, salvó a los suyos en incontables ocasiones. Sus grandes paradas desesperaban a todos y cada uno de los jugadores de Luís de la Fuente. Incluso en el 13', Jorge Meré reclamaba un gol fantasma tras un saque de esquina que el propio central remataba en segunda instancia.

Pero Mitryushkin no fue el único que se lució, en una contra rápidamente organizada por los rusos, Yakuba ponía un balón envenenado al área y Sheydaev remataba de cabeza. El salvador esta vez sería Antonio Sivera. El portero valencianista atrapaba el balón dejando a la afición sin respiración.

Borja Mayoral celebra el primer tanto del partido. (Foto: as.com)

Tras un Cooling Break en el 25' para refrescarse, España comenzaba a bajar un poco el ritmo y la intensidad, pero sin dejar grandes oportunidades a Rusia. Los de Luís de la Fuente tenían muy claro su objetivo. Tras un par de intentos, llega el definitivo. Borja San Emeterio centraba desde la banda para Marco Asensio, que estrellaba el balón en el larguero. El esférico le caía a Borja Mayoral, que remataba de cabeza y enviaba el balón al fondo de la red. Primer gol para la Rojita, que estaba un paso más cerca del título. Con ese gol en el 39' es como se irían minutos más tarde al descanso.

Pudo pasar de todo

Una vez iniciada la segunda mitad del partido, los de Luís de la Fuente parecían relajarse un poco y Rusia aprovechaba esto para tener más ocasiones. En los primeros quince minutos de este segundo tiempo, España acusó la pérdida de ritmo y verticalidad y los rusos consiguieron encerrar a los pupilos de Luís de la Fuente en su campo. Además, en pocos minutos, el seleccionador rival movió sus filas y realizó sus cambios.

Dani Ceballos, de nuevo inconmensurable. (Foto: as.com)

Pasado el 60', tras un saque de esquina y una consiguiente parada de Mitryushki a su remate, parecía que podía llegar el segundo en forma de chilena de las botas de Jesús Vallejo, pero el colegiado del encuentro decretaba que el capitán español estaba en fuera de juego. El susto del partido lo dio Borja San Emeterio, el cántabro se hizo daño en un choque frente a un rival y finalmente fue sustituido por Antonio Marín, jugador del Almería.

Los rusos veían que la diferencia era mínima y no querían dejar marchar la oportunidad. Ahora eran ellos los que acosaban a la Rojita. Entonces Marco Asensio lo tuvo claro y en una contra, propiciaba un pase en profundidad para Nahuel, que recién salido del banquillo batía al portero y hacía el segundo gol en la cuenta española.

Merecida victoria

España respiró un poquito más tranquila a partir de este momento y aunque los rusos lo intentaron, no consiguieron herir a una selección que sin lugar a dudas realizó su mejor actuación en esta final del campeonato. Tras cuatro largos minutos de añadido, se pudo escuchar el pitido final que daba a España el título de Campeona de Europa Sub-19. Rusia fue un digno rival, pero la Rojita sabía lo que se hacía y así lo demostró. Los jugadores demostraron su felicidad sobre el césped, Borja Mayoral recogió su trofeo como máximo goleador del campeonato y finalmente, tras la entrega de medallas, Jesús Vallejo, el capitán, levantaba la copa de campeones de Europa junto a sus compañeros.