España ganó. Lo hizo cumpliendo un trámite incómodo para la selección española, más centrada en otras cuitas y asuntos que en el partido de Sköpje. Lógico. En la previa, toda España había comentado los pitos a Piqué, y no tanto cómo sería el rival que habría enfrente. A veces parece que poco han aprendido muchos de los triunfos de la selección española, donde la unión y la tranquilidad fueron claves para lograr los éxitos cosechados tras la gran noche de Viena.

La polémica montada alrededor del central catalán mostró a una selección descentrada, que encontró un gol pronto y se dedicó a gestionarlo, con poco ánimo de inquietar a Pacosvki seriamente o de subir el ritmo si fuera necesario para golear y cerrar el partido. El equipo de Del Bosque jugó al tran tran, sin gran celo en hacer daño. Los tres puntos bastaban, y el resto eran cuestiones menores con toda la temporada por delante.

Mata y poco más

El partido arrancó con poco lucimiento, porque ni España ni Macedonia daban la sensación de jugarse gran cosa. Sin embargo, la selección española, la campeona de Europa, sí tenía en juego su billete a la Eurocopa de Francia, y asegurarlo cuanto antes aseguraba evitar sobresaltos en su viaje a Kiev para cerrar el grupo.

Tan pronto como la selección española consiguió la ventaja por medio de Juan Mata, cualquier atisbo de interés en el encuentro se desvaneció. El asturiano, con un centro al más puro estilo Goikoetxea contra Alemania en el Mundial de Estados Unidos, ponía por delante a los españoles antes de alcanzar el minuto diez y de que parte del respetable del Arena Filip II de Sköpje tuviera tiempo para tomar asiento.

Diego Costa fue amonestado y no estará en Logroño para el España - Luxemburgo

El tanto, como decimos, mezcla del centro-chut del jugador del Manchester United y del error del portero Pacovski, hizo que España 'se aplatanará' sin complejos. Lo que el gol español intuía, una noche plácida para De Gea y una fácil victoria, se fue oscureciendo con el paso de los minutos. La selección española no encontraba fluidez para sorprender en ataque, y Macedonia se envalentonaba.

No es que se pueda decir que De Gea, que volvía a disputar un partido oficial desde el 17 de mayo de 2015, viviera grandes apuros, pero sí que se vio más exigido de lo que en un principio se intuía. Petrovic, en la mejor ocasión macedonia en los primeros cuarenta y cinco minutos, envíaba la oportunidad al limbo.

Por su parte, un Diego Costa siempre batallador y nada acertado, no explotaba sus virtudes al espacio. De hecho, fue amonestado por un forcejeo con un rival y no jugará en Logroño contra Luxemburgo. Ni él ni Silva ni un intento de centro de Carvajal similiar al del gol bastaron para volver a perforar las redes de Pacovski. El cero a uno momentáneo bastaba para la campeona de Europa.

Combate nulo en la segunda mitad

Las intenciones de la selección entrenada por Vicente del Bosque pasaban por seguir teniendo el control de la pelota y del partido, y tratar de conceder lo menos posible atrás. Sin embargo, Hasani estuvo cerca de ser héroe nacional macedonio a la altura de Filip II y Alejandro Magno cuando envió su disparo en el minuto 48 a escasos centímetros de la escuadra de la portería del toledano.

El tempranero gol de Mata bastó para certificar tres puntos sin mucha gloria

España, con el cloroformo en una mano, y la pelota en los pies, quería apaciguar los ánimos locales con posesiones largas, aunque éstas no iban hacia ninguna parte. El equipo español perdía la pelota con más velocidad de la deseada en algunas ocasiones, dado el handicap del difícil estado del césped del Filip II, y tenía que sufrir algún latigazo macedonio.

En estas, la entrada de Koke y Alcácer por Cazorla y Diego Costa buscaron cambiar la cara de los españoles y activas sus ofensivas. El valencianista vio como le anulaban un gol por un fuera de juego muy ajustado. No fue posible ampliar la diferencia. No era la noche de "La Roja". Nada salía porque todo se estrellaba con las intenciones macedonias de defender bien el resultado y esperar que su opción llegase. Estuvieron cerca, pero España mantenía el cero en la portería.

El final del partido dejó pocas sensaciones positivas, pero sí bastó para que España saque tres puntos sin brillo con los que asomarse a contemplar la luz de París al fondo del camino de la fase de clasificación. Quedan dos obstáculos que sortear en el trayecto, y la campeona de Europa habrá obtenido su billete para una Eurocopa en la que puede ganar su tercer Campeonato de Europa.