Partido decisivo en el europeo sub-17 el que enfrenta en semifinales a dos selecciones a priori favoritas para hacerse con el torneo, con una filosofía de juego muy similar, y una calidad técnica muy pareja tambien.

El conjunto teutón planteó el partido de una forma atrevida, presionando mucho arriba e intentando cortar la salida del balón y presionando a fondo a Morlanes y Busquets, forzando al combinado español a sacarla en largo y haciendoles sentirse muy incómodos en el terreno de juego

El partido empezó muy mal para la selección española, ya que en el minuto 10, Dadachov logró poner el 1-0 en el electrónico rematando un pase del dorsal 7 germano, Havetz, que no acertó a despejar Zabarte.

Los alemanes sometieron al conjunto nacional a una presión sofocante, impidiéndoles dar mas de dos pases seguidos durante los primeros 30 minutos, robando el balón en tres cuartos de campo rival y creando mucho peligro en botas de Otto y Dadachov, que estuvieron especialmente incisivos, moviendose entre los defensas españoles y creando una sensación de inseguridad constante a la zaga visitante y teniendo varias ocasiones claras ante las que Peña se empleó bien.

A partir del minuto 30, cuando el equipo germano bajó un poco en su intensisima presión y permitieron a nuestros mediocentros distribuir balones, la posesión se igualó, empezaron a aparecer jugadores como Fran García o el talentoso mediapunta malagueño del Manchester City Brahim Díaz, y se crearon varias ocasiones de peligro claras, como un remate de Abel Ruiz a pase de Mboula que se fué alta por centímetros o una clarísima ocasión doble justo antes del descanso primero con un remate a bocajarro de Fran García a pase de Brahim que sacó muy bien el portero alemán Bartels y acto seguido un potente disparo de Busquets que se fué alto.

La segunda parte comenzó igual que terminó la primera, con Alemania ejerciendo una presión mucho menor que al inicio del encuentro y con España reencontrándose con su juego, y con un Mboula espectacular, primero con una gran jugada individual yendose de su par y poniendo un balón casi perfecto al área pequeña al que nadie acertó a llegar, poco después metiendo un peligrosísimo pase al área a Brahim, el cual no consiguió aprovechar.

En esta segunda parte, aparecieron Busquets y Morlanes y con ellos apareció la España que llevamos viendo a lo largo de todo el campeonato, anulando por completo al conjunto germano, reclamando el balón para ellos y ejecutando a la perfección la misma presión a la que nos sometió la selección alemana en la primera parte y creando constantemente huecos y ocasiones de muchísimo peligro, como un mano a mano de Brahim Diaz tras un plástico recorte a su marcador que fué muy bien resuelto por Bartels con una parada digna de un portero de balonmano, o un claro penalty provocado por Mboula tras un robo de balón en la frontal del área del conjunto teutón que el mismo extremo juvenil del F.C Barcelona se encargó de ejecutar y que estrelló en la madera.

Pese al duro golpe que supuso el penalty fallado, la selección consiguió recuperarse y en el minuto 64 lograron marcar el gol del empate tras una transición rapidísima iniciada con un pase telescópico de Brahim para Iván Martín, que descolocó a toda la defensa bávara y que este logró aprovechar para asistir a Abel Ruiz para poner la igualada en el marcador.

Tras el empate, la selección alemana se desconectó por completo del partido, siendo incapaces de retener el balón y llegando al área defendida por Peña unicamente con acciones individuales y sin apenas peligro, situación que aprovechó Brahim Díaz para, en otra precisa transición española, completar la remontada y poner el broche de oro a su gran partido, al aprovechar un rechace tras una gran parada de Bartels para poner el 1-2 en el marcador.

En los últimos minutos del encuentro, Alemania, viendose fuera, se volcó al ataque sin orden ni concierto y sin crear en ningun momento sensación de peligro, y, en el minuto 82, el guardameta alemán fue expulsado tras una entrada a Mboula en la frontal del área con la que impidió que el extremo español, que se quedaba solo ante la portería bávara y al que solo le quedaba empujar la pelota, pusiese el 1-3 en el marcador.

Con la expulsión de Bartels y el cambio consecuente, se consumieron los dos minutos de tiempo extra que quedaban y el árbitro señaló el final del encuentro, certificando así la clasificación del combinado español a la final de la Eurocopa Sub-17, que se jugará el próximo sábado 21 ante Portugal.