Clase, potencia, técnica, visión de juego, polivalencia, llegada, garra, lucha, entrega... todo eso condensado en un joven ilicitano de 21 años, ese es Saúl Ñíguez, nuestro Premio VAVEL al Jugador Revelación de 2016

Saúl es uno de esos afortunados, como Pirlo, Iniesta, Zidane... que parecen tocados por una varita mágica; todo lo que hace lo hace bien, lo mismo da un pase de ensueño, como hace un control magistral, o se enfunda la elástica del Pelusa en una semifinal de la  UEFA Champions League para sentar a toda la defensa del Bayern de Munich y marcar el gol del año en la.competición.

Saúl es la definición perfecta del todocampista moderno, capaz de jugar, bien, en prácticamente cualquier posición del terreno de juego; tan pronto juega de pivote defensivo sustituyendo a Tiago, como de volante o interior, que es donde aparece el Saúl más puro y brillante, liberado de carga defensiva y pisando el área rival, donde es un peligro constante, tanto si llega desde segunda línea como cuando sube a rematar un centro con su gran cabeceo. Ha llegado incluso a jugar como media punta y como falso nueve - mas o menos como Cesc Fábregas con la selección- y, por supuesto, ha cumplido con creces en estas dos posiciones tan adelantadas y tan, a priori, antinaturales para el.

Tampoco debemos olvidarnos de su mentor y "descubridor" el Cholo Simeone, uno de los mejores mediocentros de su época y uno de los mejores entrenadores del momento, que ha confiado en Saúl, le ha dado minutos, y ha conseguido que diese un 150% de sí mismo, ayudando a que su crecimiento a lo largo de esta temporada haya sido espectacular.

Tal vez el aspecto en el que Saúl más flojee sea en el lanzamiento de falta, donde todavía no ha destacado como un gran tirador, si bien es verdad que ni en el Atlético de Madrid ni en la selección española ha tenido nunca la necesidad de ejecutar el mismo los tiros libres, ya que siempre ha estado rodeado de grandes lanzadores pero, conociéndole, el día que decida tirar una falta lo hará a la perfección, como casi todo lo que hace.

A día de hoy nadie puede saber si Saúl Ñiguez será el nuevo baluarte del centro del campo de la selección española, ni si llegará siquiera a acercarse al nivel de los mejores como Iniesta, Pirlo y compañía, lo que si está claro es que esto premio es totalmente merecido, como todos los demás que le han otorgado (ha acaparado casi la mitad de todos los Premios VAVEL entregados por esta redacción) ya que su temporada y su crecimiento han sido simplemente espectaculares, tanto, que ha se ha granjeado un puesto en la convocatoria de la selección absoluta para la próxima Eurocopa pese a ser todavía sub-21. 

Su estado de forma es magnífico, su presente brillante y su proyección, estratosférica, es, simplemente, Saúl.