España juega bien. En ocasiones muy bien. Esto que vaya por delante. Normalmente cuando mejor se juega, más posibilidades de ganar un partido se tienen, sí. El problema es que con jugar bien no vale, ya se vió en Getafe ante Georgia. ¿Por qué le cuesta tanto a España marcar goles?

Por partes. Que España no marque solo puede ser por tres razones: el buen hacer del rival, el mal hacer español o la mala suerte. Sin más. 
En los últimos dos encuentros disputados por la selección española, ante Georgia y la República Checa, dos combinados nacionales netamente inferiores a 'La Roja', los de Vicente del Bosque han logrado la increíble cifra de un gol a favor y uno en contra. Escrito así impacta. Uno piensa que España ha sufrido ante las dos selecciones, que ha tenido pocas ocasiones o que, simplemente, no ha sido su mejor partido. 

Foto: UEFA
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Las dificultades para anotar de la selección española vienen de lejos. Concretamente de su victoria en la Eurocopa de 2008. Su actuación en Austria y Suiza provocó que cualquier rival que se viera las caras con España, cambiara su forma de ser. Ya en el mundial de Sudáfrica, España solo fue capaz de vencer por más de un gol a Honduras. Derrota ante Suiza y, después del 2-0 ante Honduras, 1-0 ante Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda. España jugaba bien, movía a sus rivales y buscaba siempre la portería rival pero los esquemas rivales provocaban tal acumulación de jugadores por dentro que, a pesar del dominio español, las ocasiones no llegaban.

En la Eurocopa 2012, Polonia y Ucrania, España debutó empatando ante Italia, goleó a la floja Irlanda, venció por la mínima a Croacia, ganó de dos goles a Francia, empató a cero ante Portugal y se salió, literalmente, en la final ante Italia. Fue una competición en la que los rivales vieron flaquear a España, que no jugó bien hasta la final y, quizás por eso, se abrieron más de la cuenta. Del mundial de Brasil no hace falta ni hablar.

Desde que 'La Roja' se mostró ante el mundo del fútbol con un juego que parecía perfecto y que nadie sabía cómo contrarestar, las selecciones rivales decidieron que se cerrarían por dentro, evitando que España tuviera espacios ahí y regalando las bandas, provocando que los de Del Bosque solo pudieran llegar a línea de fondo por ahí. Como en materia aérea la selección española no es precisamente buena, que éstos centraran era el menor de los problemas para los rivales. 

Foto: UEFA
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Pero volviendo al presente, los partidos ante Georgia y República Checa tienen una cosa en común, el planteamiento ultra-defensivo de estos equipos. En el primero de ellos, en Getafe y siendo un partido de preparación para la Eurocopa, la selección española disparó 14 veces, tres de ellas a portería. Su juego se mostró fluído, movió bien el balón, creó espacios por dentro a través del juego por fuera, tuvo paciencia y no permitió a su rival salir de su campo. El partido fue bueno pero, simplemente, el balón no quiso entrar. Thiago mandó un balón al palo y Piqué dos rozando el poste. Es decir, 'La Roja' mereció ganar, jugó bien y atacó mucho, pero no ganó. Ni marcó. 

Ante la República Checa, que estudió bien éste último partido, se dio una situación parecida. Los hombres de Pavel Vrba se cerraron entorno a su área, con la intenció de prohibir los pases interiores y obligar a los españoles a jugar a banda. De nuevo la selección de Del Bosque no picó en la trampa y, a través de un Andrés Iniesta imperial, desarboló el sistema checo y, a pesar de que llegó a defender con 6 hombres a la altura del área, el combinado nacional español disparó 12 veces, 5 de ellas a puerta. Y tuvo ocasiones muy claras como las de Morata, Ramos o el balón al palo de Hubnik. Es decir, se jugó bien, se atacó y se llegó a la portería rival. Ésta vez se ganó porqué se marcó. Es simple. República Checa tuvo alguna ocasión más que Georgia, también tiene más potencial, pero en ningún momento tuvo continuidad en sus ataques. 

En resumen, España está dominando sus partidos y sus rivales no le hacen ocasiones. Posiblemente el fútbol que está desplegando es mucho mejor que el de la Eurocopa de 2012 pero sus rivales se cierran más. Atacar constantemente ante, como mínimo, siete jugadores rivales en un cuarto del campo es muy difícil y, aún así, los de Del Bosque tienen ocasiones suficientes como para ganar los partidos por una diferencia de más de un gol. Está faltando acierto, sí, pero algún día tienen que entrar. Si el combinado nacional español sigue jugando así, moviendo rápido el balón, asociándose cerca del área, atrayendo rivales a un lado para luego desahogar al otro... Los espacios y, con ellos, los goles, llegarán. 

Foto: UEFA
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Porqué España solo peca de una cosa en los partidos. De querer entrar hasta la línea de gol con el balón. Demasiadas veces se ven paredes dentro del área, un 'extra pass' como lo llaman en baloncesto, esa última combinación para dejar en una posición aún más ventajosa una situación que, de por si, ya lo es. Sin querer jugar a ser entrenador, disparar desde fuera del área de vez en cuando puede provocar que los jugadores rivales salgan a tapar el tiro y eso cree espacios a sus espaldas.

El dominio del balón de España, la falta de intercambio de golpes, conlleva que los rivales se sientan cómodos replegando en la frontal de su área, sin espacio a su espalda y controlando el juego de cara, sin que 'La Roja' consiga girarles. En un partido en el que ambos equipos tuvieran opciones, los espacios se crearían solos. Es por esto que Del Bosque y los 23 chicos del combinado nacional deberán ser plenamente conscientes de que todos sus partidos, excepto los que se jueguen ante selecciones que no se crean inferiores a España, estarán marcados por un fuerte ejercicio de paciencia, movilidad propia y del balón y sacrificio en los momentos de pérdida del esférico. Cualquier recuperación que se de cerca del área del otro equipo en salida de balón rival, dejará espacios que Morata, Nolito, Iniesta y Silva deben aprovechar.