España vuelve a cambiar la opinión drástica de la afición. Tras el paraíso en el que vivía la moral española, llega la sombra tras la derrota y la pérdida de liderato. Croacia dio la vuelta al partido tras un bajón español y convirtió en críticas los elogios. Kalinic al borde del descanso y Perisic, que puso la guinda a un gran partido, al borde del final del partido remontaron el gol de Morata. España falló un penalti y cometió demasiados errores. Croacia presentó un gran partido, España se relajó y falló.  Muchos errores que cuestan un doloroso segundo puesto que complica el camino.

Bajón y relajación

La selección española recordó esa selección de dominio estéril y de falta de esa pizca de ambición en el ataque. Venía con el viento a favor, encumbrando su fútbol, despertando la admiración del torneo y el juego ante Croacia tuvo un tercio de partido de eso. Los movimientos en el centro, el juego en tres cuartos, y el intercambio de posiciones fueron puñetazos para la defensa croata. España volvía a imponer su juego con gol incluido.  Perfecto.

Sin embargo sucedió lo que peor le puede pasar a este estilo de equipo: caer en la monotonía y en la conformación. El equipo de Del Bosque se durmió, bajó el pistón, se relajó. El peor enemigonde esta España. Con la ventaja, la roja, se olvidó de intentar un segundo gol. La velocidad disminuyó, las transiciones se aplanaron y la verticalidad desapareció. El juego se replegaba, perdía metros, perdía daño y dejaba a merced una crecida rival, hecho que sucedió.

España se relajó y no buscó el gol, pero es que Croacia se creció frente a esa pájara. Los croatas metieron entonces el miedo a España que incluso decidió mostrar ese miedo con la entrada de Bruno por Nolito. Declaración de intenciones y firma del empate. El problema de esa apuesta es el peligro de una mala respuesta. España, por naturaleza es ofensiva, eso no se puede variar. Con los laterales por extremos, los centrales como mediocentros y la embajada más fiable en la zona de media puntas, la selección española murió en tierra de nadie y en una contra, Croacia concluyó lo que se intuía. Una historia que no es la primera vez que sucede.

Demasiados errores

Ante Suiza en el mundial de Sudáfrica, ante Italia en la Euro. Errores con error de margen. El error que puede uno permitirse y acabar campeón. Pero el otro precedente, el más cercano, fue el partido ante Holanda del Mundial pasado. Ante los tulipanes, la selección española cometió un catálogo de errores sin precedentes que acabaron por ser una losa tan pesada que acabó en desastre. Ese error no tuvo respuesta y España firmó su prematura eliminación.

Ramos y De Gea encabezan los errores más graves ante Croacia que facilitan el  estrechamiento del margen de error

Margen de error en todos los campeonatos, distintas respuestas y distintos estilos ante una bofetada. España deberá reponerse a este error. A pesar de no jugarse una clasificación ya conseguida con antelación, el error general de la derrota (o la no victoria) se traduce en un cambio de dirección en el cuadro de la Euro. El mal partido ante los croatas deja a España encuadrado en un camino ante los gigantes del torneo. El margen sigue estando, pero se ha estrechado.

Un error general enfundado por varios cientos de ellos que acabaron por cargarse el partido. Ramos encabezó esta enumeración de errores. Errores de concentración y mala toma de decisiones, fallo en el primer gol y para colmo, fallo en el penalti. De Gea deja muy fácil la nueva alimentación del debate Casillas con su actuación y se une al capitán como principal culpable. Iniesta o Nolito tampoco estuvieron finos en un partido  que era más importante de lo que se pensaba.

Lo bueno de lo malo

A pesar de la derrota y la complicación de la Eurocopa, España aún tiene motivos para poder alegrarse. No todo son malas noticias para Del Bosque y los suyos. Los errores y la relajación ensombrecen las buenas noticias, que las hay. La selección española tiene por pulir, está claro. Y varios fallos, seguramente, sean fallos puntuales. Pero también comienza a ver relucir sus mejoras  y el partido ante Croacia dejó buenas noticias aunque cueste creerlo.

Silva volvió a brillar y regaló una asistencia de lujo

Una de ellas sin duda es Silva. El canario brilló de nuevo y fue lo más peligroso de España, más aun con un Iniesta más apagado y marcado. Asistencia de caviar en el primer gol y peligro constante en sus movimientos en tres cuartos. Su amplitud de movimiento que le está otorgando su metamorfosis y su madurez le están perfilando como un jugador total. Recibe muy atrás, se mueve en tres zonas distintas y su fútbol es cada vez más perfeccionista. Desborde, combinación, llegada, visión, talento. Está a un gran nivel.

El del City se conectó muy bien con un Cesc, por fin, en su mejor versión. El medioentro volvió hacer lo que mejor sabe hacer, llegar en segunda línea. El primer gol hace de intermediario con una llegada sorpresa, de las suyas y de las que repetiría más adelante. Su confianza se vio reflejada en la elaboración metros más atrás, aunque se durmió al son de todo el equipo en la segunda parte. Su primera mitad de partido fue positiva para la selección. El gran estado de Piqué, la regularidad de los laterales en ataque y la flor colorida de Morata son algunas de las buenas noticias que deja este triste partido ante Croacia.