El sol hacía reflejar sus rayos sobre el verde tapiz de El Madrigal cuando Villarreal y Sevilla saltaban al terreno de juego, era presagio de una tarde de buen fútbol y goles. Dos rivales directos en la lucha por la Champions se enfrentaban con el objetivo de llevarse los tres puntos y golpear primero en la moral del rival. 

En los banquillos, gesto sereno por parte de Garrido (Villarreal) y de Marcelino García Toral (Sevilla). Ambos realizaron algunos cambios sobre lo previsto; El técnico local decidió dar descanso a Nilmar de cara a la cita europea ante el Bayern y colocar en su lugar a Camuñas, mientras que Marcelino se decantó por Manu del Moral en lugar de Kanouté y por la inclusión de Alexis en el eje de la zaga dejando en el banquillo al lateral Coke, su posición la ocupó el uruguayo Martín Cáceres. 

Echó el balón a rodar con un Sevilla algo apaciguado sobre el terreno de juego, el Villarreal por contra intentó desde los primeros compases llegar al área rival, pero sólo un disparto cruzado de Borja Valero y otro de Camuñas antes del primer cuarto de hora de partido lograron incomodar al meta Javi Varas. Despertaba el Sevilla con una ocasión de Manu del Moral, que tras un buen desmarque se quedó completamente solo ante Diego López, que con el pie logró despejar el balón a saque de esquina. Insistió tres minutos más tarde el palaciego Jesús Navas, que se adentró en el área por el costado derecho y chutó directamente a las manos del portero rival. En el minuto 21, una genial asistencia de Álvaro Negredo deja a Perotti mano a mano con Diego López, que al verse regateado arrolló al argentino cometiendo pena máxima y la consecuente cartulina roja. Tendría que salir el meta suplente, César, sacrificando a Cani. Negredo se dispuso a lanzar la pena máxima y falló tras un mal golpeo, pero logró cazar el rechace y poner el 0-1 en el marcador. 

Era pues una situación ventajosa para el Sevilla la de estar por delante en el partido y en superioridad numérica. Pero los hombres de Marcelino no supieron aprovechar el desconcierto castellonense, que al ver que su rival no ejercía la suficiente presión y mostró poca intensidad en su juego, tiró de valentía y fue a por el empate, lo consiguió Guissepe Rossi tras anotar una pena máxima comentida por Fernando Navarro que él mismo provocó. Il bambino volcó el peso del submarino en sus espaldas y volvió a dejar grandes destellos de calidad. Por su parte, el conjunto nervionense se mostraba bastante impreciso a la hora de combinar jugadas y eso impedía crear peligro. Medel lo intentó desde lejos antes del 40, pero el disparo se marchó algunos centímetros por encima del larguero de César. 

En la segunda mitad, los hombres de Garrido salieron con valentía a por el partido, mientras que Marcelino imprimió con escaso éxito en los suyos la idea de presionar más arriba y tapar la salida de balón de sus rivales. Con nula superioridad en el juego de ambos equipos hubo algunas ocasiones como las de Rossi y Negredo, cuyo cabezazo tras asistencia de Cáceres se marchó alto. Pero Garrido se guardó un as en la manga, puso en el terreno de juego a Marco Ruben, en sustitución de Gonzalo, dando una señal de valentía y confianza en sus jugadores que le sirvió para darle la vuelta al marcador en el minuto 72 tras un buen disparo cruzado del recién salido Ruben, que controló el balón en el borde del área tras ganar la espalda de los zagueros sevillistas y batió a Javi Varas. Reaccionaba Marcelino quitando a un defensa como Cáceres y dando entrada a un centrocampista ofensivo como Campaña, que se sumaba a Rakitic y Kanouté en la lista de sustituciones. El Sevilla se volcó en campo contrario y a falta de 5 minutos para el cumplimiento del tiempo reglamentario llegó el tanto del empate, obra de Alexis, que remató formidablemente una asistencia de Jesús Navas desde la derecha a pie cambiado. 

Finalmente, no dio tiempo para más; Villarreal y Sevilla se repartieron los puntos en un partido donde Garrido tiró de valentía y consiguió que la inferioridad numérica no fuese impedimento para ser mejor a un Sevilla que deberá trabajar más para erradicar esas imprecisiones en su juego. 

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Sobre el autor
José Antonio Vega
Creo en el Periodismo plural e independiente. [email protected]