Mucho se esperaba de Granada y Sevilla en el debut de los locales ante su afición. No obstante, el partido careció de buen juego pero no de emoción. Un empate que deja mejor sabor de boca a los hispalenses, que tuvieron que remar a contracorriente tras la expulsión de su portero.

El primer acercamiento del Sevilla tuvo lugar en el minuto cinco. En un cambio de orientación de Ivan Rakitic hacia Navas, el palaciego encaró y disparó desviado a la izquierda de Toño, meta al que se le llegó a relacionar con el cuadro nervionense el pasado verano.                                                                                                

La respuesta granadinista llegó siete minutos más tarde, con un pase en profundidad de Orellana para Floro Flores, que no logró conectar un buen disparo. Las internadas de Orellana, especialmente por el centro, provocaron fuertes dolores de cabeza a la retaguardia sevillista durante toda la primera mitad.

En el 16, un gran contragolpe del Sevilla tras un derribo -involuntario y no pitado- dentro del área hispalense, acabó en jugada de peligro. Negredo abrió a la banda para Navas, que sirvió a Reyes al segundo palo, pero el utrerano no llegó a rematar y el esférico se marchó por línea de fondo.

A partir de ahí, el encuentro entró en una dinámica algo trabada, donde ambos conjuntos pecaron de timidez y las llegadas al área rival escasearon hasta pasada la media hora de encuentro, donde tuvo lugar un penalti y expulsión a Diego López, que había derribado en el mano a mano a Floro Flores tras aprovechar una gran asistencia interior de Orellana. El delantero italiano cayó al suelo tras sentir contacto con el guardameta gallego, fue relevado por Andrés Palop en detrimento de José Antonio Reyes. Su lugar en la banda lo ocuparía Piotr Trochowski.

Siqueira ejecutó la pena máxima, logró desviar Palop y Mikel Rico aprovechó el rechace para anotar el 1-0 ante la pasividad de la zaga nervionense.

Con el cuadro hispalense en inferioridad numérica y por debajo en el luminoso, tuvo lugar un acoso granadinista, a cargo de hombres como El-Arabi, cuyo primer disparo lo blocó Palop, o Floro Flores, quien gozó de dos oportunidades para ampliar la ventaja. En la primera ocasión salvó Palop con una gran manopla, y en la segunda el delantero erró a bocajarro tras una asistencia de Jaime al segundo palo y al contragolpe.

Aparece Negredo

No obstante, cuando peor lo estaba pasando el Sevilla, apareció Álvaro Negredo, quien logró la igualada en el 43 tras cabecear en dos tiempos un gran centro de Trochowski desde la izquierda. El delantero vallecano ganó la espalda de uno de los centrales locales.

Ya en la segunda parte, las fuerzas parecían equilibrarse pese a la inferioridad numérica de los visitantes. El conjunto de Míchel se mostró con la clara idea de no arriesgar atrás y aprovechar cada hueco libre del Granada.

Pasada la hora de choque, Anquela movió su banquillo para dar entrada a Torje en detrimento de Jaime Romero. También incentivó continuos intercambios entre El-Arabi y Orellana.

En el 67 llegó con peligro Nyom, que se adentró en el área rival para ejecutar un disparo flojo a las manos de Palop. Instantes después, Rakitic botó una falta lejana que acabó con remate picado de Negredo. El balón pasó desviado a la derecha de Toño.

Lo volvía a intentar el Sevilla a mediación de Trochowski, que apareció desde atrás para rematar alto un pase de Navas al primer palo desde la derecha tras un contraataque.

A medida que se iba acercando el final del partido, sería el Granada quien pondría más interés en llevarse el gato al agua. Lo intentó primero Orellana de falta en el 83, pero su lanzamiento murió en los guantes de Palop. Posteriormente, Machís, que había entrado por El-Arabi, remató alto un centro de Mikel Rico.

De forma opuesta se mostraría el cuadro hispalense durante el tramo final. Míchel mandó un claro mensaje de conformismo al dar entrada a Cala en lugar de Rakitic a tres minutos del 90.

Con el tiempo cumplido, Machís y Floro Flores pondrían el corazón en un puño a los aficionados sevillistas. El primero al rematar, solo, un saque de esquina, y el segundo al estrellar un balón al travesaño tras un gran testarazo. Finalmente, reparto de puntos entre dos equipos que pecaron de respetuosos y que tendrán que seguir puliendo sus errores para acercarse a lo que sus técnicos desean.

En la próxima jornada, el Granada visitará el Santiago Bernabéu mientras que los hispalenses volverán a jugar a domicilio; esta vez en Vallecas ante el Rayo.

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