La paciencia conduce a la perfección. Dicho proverbio ha sido aplicado y llevado a la práctica por Marcelo Bielsa, técnico argentino del Athletic Club de Bilbao. Muchos cuestionaron su filosofía de juego tras los primeros encuentros de la presente temporada, pero poco a poco su idea se ha ido plasmando sobre los terrenos de juego demostrando que el fútbol de toque también es posible en el Athletic.

Llegaba el conjunto bilbaíno con ganas de romper una racha que le había impedido lograr la victoria en el estadio del Sevilla desde hacía 18 años. Era el día, idóneo para que los Llorente, Minuain, Ander Herrera, Javi Martínez, Susaeta y Oscar de Marcos entre otros rompieran el maleficio y se alzaran con unos valiosos 3 puntos ante un Sevilla tocado moralmente tras los últimos resultados cosechados.

La primera parte que Sevilla y Athletic regalaron al espectador fue una autentica delicia; intensidad, emoción, goles y buen fútbol como ingredientes. Apenas cumplidos los primeros 5 minutos de partido, Andoni Iraola puso por delante a los leones tras un mal despeje de Álvaro Negredo en un balón aéreo. El lateral diestro cazó el balón y enchufó el cuero en la portería de Javi Varas. Marcelo Bielsa decidió acertadamente colocar a Iñigo Pérez junto a Ander Herrera en el mediocentro, el jugador pamplonica fue de los mejores del choque realizando un tremendo depsliegue físico que provocó el dominio bilbaíno sobre un centro del campo hispalense formado por Trochowski y Federico Fazio. Los de Marcelino García Toral creaban peligro mediante arreones, y en uno de ellos, Jesús Navas logró empatar el partido de disparo cruzado tras una prolongación con la cabeza de Frederic Kanouté, una jugada que se ha repetido en numerosas ocasiones durante varias temporadas. Era el único punto flaco del Athletic, las bandas del Sevilla, sobre todo el costado derecho que conformaban Martín Cáceres y "el duende" de Los Palacios, al que era complicado defender por De Marcos, reconvertido por Bielsa a lateral zurdo.

El Athletic Club no se amedrentó en ningún momento ante el Sevilla, seguían moviendo el cuero con fluidez y llegando con cierto peligro a las inmediaciones de Varas, que veía desde su marco como los suyos flaqueaban por momentos en defensa. En la recta final del primer tiempo el Sevilla gozó de más peligro, siendo el disparo de Negredo en el minuto 37 el más peligroso, su disparo fue despejado por el meta Gorka Iraizoz.

Ya en el segundo tiempo, el papel entre Sevilla y Athletic parecía haberse intercambiado, ahora eran los nervionenses los que jugaban con sus líneas adelantadas, los que ponían cerco a la meta contraria, pero no llegaban a conectar los hombres de arriba, Kanouté, actuó de referencia, dejando a Negredo en una posición algo más retrasada, el delantero madrileño estuvo falto de chispa, lo que provocó la salida de Manu del Moral al poco tiempo. Pero el Athleric aún tenía mucho que decir, el poco tránsito de balón por la zona ancha hizo perder frescura a los nervionenses, que se fueron desgastando poco a poco hasta verse superados por los leones. Primero avisaron en una doble ocasión Ander Herrera y Fernando Llorente, pero esta vez Spahic salvó bajo palos, y luego De Marcos se aprovecharía de una mala entrega en defensa para poner al Athletic delante en el marcador. Era el minuto 71 de partido. Marcelino intentó hacer reaccionar a los suyos con la entrada de Rakitic y Armenteros en detrimento de Trochowski y Perotti, pero sería en vano. Apenas creó peligro el Sevilla en el área bilbaína salvo alguna que otra internada de Rakitic o Cáceres. 

El colegiado Ayza Gámez decretó el final del partido. El Athletic de un Bielsa al que el Sevilla rechazó este mismo verano había roto el maleficio en el Pizjuán, dejando muy dañado moralmente a un equipo que acumula 5 encuentros consecutivos sin ganar. 

Así vivimos el partido.